martes, 8 de diciembre de 2015

Monasterios (II)




La discriminación entre ciencia, tecnología e innovación productiva es síntoma de una taxonomía anclada en la segunda mitad del siglo pasado, en la que la ciencia, la tecnología y la innovación son tres estamentos diferenciables, ligados entre sí por algún tipo de asociación libre, basada en causas y efectos. Esta nomenclatura no es exclusiva de nuestro país: con mayores o menores diferencias es utilizada en la mayoría de los países latinoamericanos.

Es curioso que cuando uno averigua cómo se denominan las carteras ministeriales similares en países altamente industrializados el resultado es, curiosamente, muy distinto; la regla general es unir la disciplina científica con la industrial. Se habla mayoritariamente de Ministerios de Ciencia e Industria.

Eso llama la atención a quienes estamos moldeados al uso latinoamericano pero a poco de pensarlo, su naturalidad emerge como luz: la tecnología es un producto de actividad científica y es razonable que no requiera monitoreo de grado ministerial. Si hay búsqueda de avance industrial, de prácticas más eficientes, de aumento de productividad, la tecnología es el camino.

Ni hablar de la “innovación productiva”, un significante vacío que los burócratas llenan a piacere. La innovación es una actividad meramente productiva y si hay un lugar natural para ella está en nuestro Ministerio de Industria. Desde allí debería surgir un set de políticas promocionales, destinadas a que las industrias repiensen, rediseñen y recreén los productos y servicios con los que garantizan su sustentabilidad.

Hechas estas aclaraciones de orden casi toponímico, es momento de opinar cómo fue la gestión Barañao durante estos años. El ministro llega a esa posición apalancado por dos activos: una prestigiosa y aquilatada carrera científica en nuestra catedral científica, el CONICET , con base en uno de sus institutos, el IBYME (Instituto de Biología y Medicina Experimental): su principal logro allí la dirección del equipo que realizó la clonación de vacunos alterados genéticamente para dispensar lácteos con contenido activo. Por el lado político su actividad militante en los años más difíciles durante la ola neoliberal, años de fuerte fuga de cerebros, de reducción de presupuestos a niveles irrisorios: con este background es elegido primero como director de la Agencia, el brazo económico-financiero del sistema y luego primer Ministro de Ciencia y Tecnología de nuestra historia. 

Pero no debemos perder de vista: Barañao entra en nuestra caracterización de la entrada anterior como alto cardenal del nuestro corpus científico. Para el hombre de a pie, alejado de estos temas, su gestión varía entre transparente y positiva. Para quienes estamos mirando todo el tiempo estos temas, tratando de reconocer cómo se caracteriza una gestión científico-productiva adecuadamente ensamblada, su gestión fue muy pobre.

Barañao no tuvo el coraje de romper su propio paradigma, no ahorró esfuerzos en promover y alimentar lo que se conoce como “ciencia primaria” (ciencia básica o aplicada sin derrame en actividades productivas). El presupuesto para crear y mejorar los institutos de ciencia dependientes de CONICET creció exponencialmente. Los intercambios internacionales, la creación de nuevos institutos, el programa de retorno de científicos y una larga lista de elogiables acciones tuvieron lugar, pero a todas las unía un factor común: se restringían a ciencia primaria.

Demandas de grupos con poder de fuego y articulación política que lo desafiaron, como los becarios, los investigadores de ciencias sociales y humanas, etc., lograron beneficios largamente esperados. Fueron producto de la inteligencia política de los demandantes.

Barañao, en esencia, no tuvo el coraje de abrir las puertas del laboratorio y salir al terreno, al complejo y trabajoso barro de la intervención, que finalmente define la razón de ser de la investigación científica.

La Política vernácula, nuestros dirigentes y sus asesores, están lejos de estas temáticas. Ninguno, se incluye a cuadros del campo N&P como CFK, tienen claro qué esperar de una política de CyT adecuada. La Ciencia es tan inalcanzable que la intervención política local sobre la misma se restringe a un papel pasivo, casi turístico: equivocarse lo menos posible, no quedar en offside, sentarse pasivamente a esperar frutos políticamente redituables para mostrar a sus legitimadores, los votantes.

Ni hablar del abordaje neoliberal que nos espera en los próximos años con el gobierno macrista: la ciencia primaria “no se toca”; valen exactamente los mismos motivos. Respecto de la tecnología o el “derrame” a la actividad productiva, la visión neoliberal, si no fuera vergonzosa, sería lamentable. La tecnología es un bien que se transa en un mercado (lo que no difiere sustancialmente de su enfoque con el trabajo, con la educación, con la seguridad, etc) y como tal se adquiere a quien lo tenga perfeccionado, cotizado y listo para despacho, en lo posible “llave en mano”. Necesitamos un satélite? Se define en una planilla excel que conviene: comprar uno norteamericano, uno europeo o uno coreano, alquilarlo, leasing, etc. Esperar 6 años a que alguna empresa nacional lo desarrolle desde cero? Hasta la vista, baby!


Esto explica, de manera estilizada, que la transición de Barañao entre administraciones se haya dado con mucho menos ruido que la transferencia del bastón. Barañao garantiza eficacia en el área con menor ruido político (ciencia) y la misma bajísima intervención que lo caracterizó, en el área en la que las políticas macristas tendrán resultados inversos y catastróficos respecto del kirchnerismo: las de derrame de la ciencia y la tecnología a la actividad productiva real.

En alguna futura entrega ilustraremos estos juicios.


15 comentarios:

Al Maverick dijo...

Espero tu análisis de la otra pata de este embrollo, el ministerio de Industría, que desde afuera parece haber sido de lo más flojo de este gobierno. Y en detalles, como la pesima implementación de la Ley de Software, parecía jugar para el otro equipo.

El Canilla dijo...

El científico hoy "se ha integrado casi totalmente a la enorme y complicada maquinaria que dirige y controla la sociedad contemporánea" ya que "(..) la mayor parte de la investigación científica, sobre todo la aplicada... está determinada por las necesidades y objetivos de las grandes potencias industriales", decía don Amílcar ( de mi comentario a su posteo anterior). En términos gramscianos, el científico es un intelectual orgánico del sistema, por lo que no puede soslayar su propia participación , ni hacerla sin cuestionamiento sobre la propia práctica.

Lo espero en el kiosko, Cartonero. Un placer.

Vincent Vega dijo...

Creo que, por sobre tu consideración sobre la gestión LB, me parece que su ministerio comenzó manco, justamente porque no se preveía que fuera a tener injerencia en los grandes proyectos tecnológicos nacionales. Supongo que por una cuestión de urgencia, esos proyectos no iban a tener al MINCyT como partenaire (creo que hay alguna sabiduría práctica en esa decisión); por lo que al ministerio sólo le iba a corresponder la primera parte de su sigla, y eventualmente bancar los proyectos más "riesgosos", como los FONARSEC. Pensá que también, por la manera que funciona el sistema, para un científico o un laboratorio es arriesgado meterse de cabeza en un gran proyecto tecnológico si estás en el CONICET. Es como tener mucha guita y meterla en un plazo fijo, sabiendo que ante cualquier barquinazo es mejor tener dólares en el colchón.

Contradicto de San Telmo dijo...

Maverick, he hablado mucho del Ministerio de Industria. No quiero ponerme repetitivo. Su ministra y la gestión fueron patéticos.

Canilla a nuestro mejor pensador Herrera lo reeditan, lo alaban, lo recrean, lo que no sé es si lo leen.
http://www.mincyt.gob.ar/agenda/presentacion-del-libro-ciencia-y-politica-en-america-latina-11214

Vincent, siempre estimulante debatir con usté. La primera parte de su comentario es interesante: creo que una de las responsabilidades del funcionario, incluso ya en funciones, es ampliar y mejorar su perspectiva, su información cada vez. Asesorarse, buscar opiniones. Tener la humildad de aceptar que no está en ese lugar porque sabe y porque sabe lo que se espera de él. Sino porque es el más apto para abrir paisajes. Si soy un capo en Ciencia pero flojeo en Tecnología, me asesoro y le pregunto al sistema qué necesita de mi cartera, cómo puedo colaborar.

Respecto del segundo punto, creo que coincidiremos que ese intento de multitasking sobre los científicos no es lo mas adecuado. Corre atrás de una demanda vacía, mal interpretada, mal diseñada: cada científico un empresario es una utopía irrealizable y te lleva a la peor situación. El científico deja de hacer lo que sabe y hace mal lo que no necesariamente sabe: transferencia.

Pero es lo que se les demanda a los equipos y estos tratan de cumplir acríticamente o, al menos, críticamente pero sin poder de intervención.

El sistema está mal configurado.

Gracias a los 3 por pasar.

Alcides Acevedo dijo...

Una pregunta ¿conocen algún científico de verdad?

Digo uno que necesite para su trabajo de algo de equipo, laboratorios con insumos, aparatología IMPORTADA... preguntenle a ellos , vamos a ver qué opinan de estos años K.

Anónimo dijo...

Foto: "El monasterio benedictino de San Pedro de Roda (en catalán: Monestir de Sant Pere de Rodes) se halla en el término municipal del Puerto de la Selva en la provincia de Gerona de Cataluña, España. Construido en la falda de la montaña de Verdera por debajo de las ruinas del castillo de San Salvador de Verdera que le había dado protección, con una vista excepcional sobre la bahía de Llansá y del Puerto de la Selva, al norte del Cabo de Creus. Cerca del monasterio están las ruinas del poblado medieval de la Santa Cruz de Roda, del que solo queda en pie su iglesia de estilo prerrománico dedicada a Santa Elena."

Vincent Vega dijo...

Alcides Acevedo, conozco MUY bien el paño, soy uno de los repatriados, por lo que conozco lo bueno y lo malo que ha pasado en estos años. Y también cómo se manejan las cosas en otros países, donde he vivido y trabajado, así como lo que era CyT en épocas anteriores... ¿a qué viene la pregunta?

Vincent Vega dijo...

Don Contradicto, como siempre, interesantísimo el intercambio. Nuestra profesional del lab, que viene de bien abajo y, gracias a esta DiKtadura ha progresado en su vida enormemente, dice que si aprendés algo un día, ése no te morís.
Creo que la elección de LB era la única posible en la realidad de ese momento. Un tipo que, desde el lab, había hecho un desarrollo tecnológico importante, con una empresa nacional. El paradigma del científico Siglo XXI. Y su prestigio acadèmico le resguardaba las espaldas al gobierno frente a la Corpo científica, bastante gorila y poco predispuesta a aceptar a algún político que fuera aunque sea ligeramente peroncho.
Creo que la situación actual implica que subimos varios peldaños en la consideración de las burocracias políticas, y, para nuestra historia, es un buen recomienzo.

Vincent Vega dijo...

Y, perdón por seguir jodiendo en blog ajeno, pero me parece importante aclararle a Alcides Acevedo que soy doctor en Fïsica, y actúo en la misma.

Alcides Acevedo dijo...

Y, perdón por seguir jodiendo en blog ajeno, pero me parece importante aclararle a Alcides Acevedo que soy doctor en Fïsica, y actúo en la misma

Bárbaro Vincent te creo, vos sos un "doctor" en física, yo, aunque no lo creas soy un triste ingeniero en electrónica... decime la verdad ¿qué investigás? ¿dónde vivías y trabajabas antes? el acceso a material tecnológico en el país es penoso y a precios exorbitantes.

Por favor, seguro que para poder comprar lo más elemental hasta necesitás una bula papal... bueno, para los paquetes de soft siempre se puede recurrir a material pirata, esa es una ventaja con relación al trabaja afuera.

En serio contanos qué hacés y en qué condiciones.

Rafa dijo...

Contradicto:
Perdón por el comentario off-post, pero esto tiene que ver con lo que charlamos ayer y lo que publicaste hace unos días. Fijate la fecha: diciembre de 2008.
http://el-lobo-estepario.blogspot.com.ar/2008/12/tocando-de-odo.html

Un abrazo.

Vincent Vega dijo...

con las disculpas del caso a Don Contradicto, mi respuesta a Don Alcides

estoy como el pobre que en épocas de la UP en Chile estaba feliz porque podía hacer la cola para comprar leche. Creo que los problemas del sistema son más un reflejo de lo que somos como Sociedad (vaya novedad). El principio que suele regir a las burocracias es "Si uno entre 100 se mandó una macana, pongamos una reglamentación para evitar eso, jodamos a los 99 en vez de hacerle una auditoría al culpable". Así, se va haciendo un cúmulo de animaladas, de la que no están exentos los países del Primer Mundo. Le recomiendo la lectura de las historietas de PhDComics.com . Allí hay un buen surtido de anécdotas burocráticas. Vea también el facebook de Buzz Aldrin. El viejo astronauta posteó los formularios de viaje y la declaración de aduanas al llegar.
En el Tercer Mundo tenemos el problema de los costos, que los representantes recargan entre dos y tres veces el valor original. Las propias empresas suelen no permitir comprar directo desde otro país, por el acuerdo con esos representantes. Esto también ha aparecido en Nature, donde se ilustran casos de China y Polonia.
Por el resto, he tenido bastante flexibilidad para compras y etc con PIP, PICT y convenios bilaterales.
Probablemente el más burocrático sea el programa FONARSEC, donde no hay cajas chicas. Pero esto es exigencia del BID.
En fin, es largo,
saludos

Alcides Acevedo dijo...

Bárbaro Vincent.... pero no contestaste, o mejor dicho sí: estás contento con tu miseria porque creés formar parte de una gesta histórica o algo así.... como los chilenos del UP (hay que tener memoria para poner ese ejemplo).

Como sea, más allá de buscar paralelismos con otros países el caso es que acá los costos de base si se requiere material tecnológico (principalmente importado) se debe al cierre de la economía no a practicas comerciales espúreas, hay que ser caradura para decir eso, basta solamente con ir a Chile (el de la UP) y ver cuanto cuestan los bienes tecnológicos y comparar con Argentina, ni hablar la calidad.

Basta de mentir, asuman que hundieron al país y que el verso de la ciencia fue pensado desde un principio como una estrategia de comunicación dirigida a la gilada.

Anónimo dijo...

Vincent
no gastes tiempo con el amigo Alcides, se recibio por correspondencia, el dice que soy peronista, el anfitrion dira que soy anti.
Pero, lo cierto es que el sistema es medio ivory ower y gasta en cosas que dificilmente se puedan justificar, ejemplos sobran y, la autoregulacion como me dijeron en otro lado, no sirve.
Y las metricas no se discuten, el publish or perish debiera imperar, pero, pareceria que no.
Si volviste por que te gustaba, lo fesejo, si lo hiciste por otras razones, que los hay, los post doc etan cada vez mas complejos, ni hablar de tenure, tambien, pero, y eso me preocupa, a mi eh, es la igualacion en un ambio donde no existen iguales, mal que les pese a los kumpas.

Pero, aca lo que importa son las metricas y el retorno en el caso de aplicada

PS no se como haces vos, todos los casos de insumos importados terminan con el jefe de equipo poniendo la guita si es poca y reintegrandola, pero el universo no es uniforme

ayj

Vincent Vega dijo...

Las razones para volver son muchas, lo mismo que para no volver. La mayor parte de mis compañeros no lo hizo, y andan engrandeciendo los sistemas científicos de otros paĩses, centrales y no. Mi lugar en el mundo es Argentina, como lo decidieron mis abuelos y padres, a pesar de las tormentas. En todo el mundo se cuecen habas, sin dudas. Pero la verdad, paisano, me gusta el aire de aquí.
Y si, pongo guita de mi bolsillo, me morfo las devaluaciones, financio mi propia investigación, hago malabares. Pero puedo putear al gobierno porque soy de acá, no estoy de prestado. Y eso, para mi, es invalorable.
Y sigo creyendo que si hay creatividad, no hay límites presupuestarios. Con buenos amigos en otros labs se consigue resolver mucho.