jueves, 30 de abril de 2009

La "virtud" del gorila, según Osvaldo Bazán



En Carlos Calvo y Perú hay un vecino que lee Crítica. Tal vez tiene familia numerosa, y en ese caso los lectores serían varios. Un cartonero, ya lo ven, puede darle buenas noticias a un directorio alicaído.


Osvaldo Bazán es gorila. Lo dice con orgullo. Como lo decían los “originales” gorilas. Y lo justifica detalladamente.

Muy bien, pero ¿cuál es el procedimiento que usa en el texto para (auto)reivindicarse gorila? Bueno, supone, por interpretación libre de algunas experiencias pasadas (y selectivamente rescatadas por su memoria a pesar de la borrachera -de whisky importado, obviooo-), que gorila es todo aquel que se opone a quien se reivindica como peronista.

Así, le endilga al peronismo todo el proceso menemista, sus reformas del Estado, las decisiones de Cavallo. Y eso (de nuevo obviooo) se constituye en el núcleo de su gorilismo. No está mal. Pero más discutible es que estas cuestiones sean usadas, arteramente, como arma para invalidar todo lo que vino después y tomó sentido opuesto (lo anterior lo salteamos, por supuesto, la historia republicana, en su versión posmoderna, empieza en el 76). Por ejemplo, el gorila se opone a la privatización de las jubilaciones, pero también a su reestatización porque no cree que los “peronistas” reconstruyan de buena fe lo que en otro tiempo deconstruyeron. Se olvida Bazán lo fuertemente opositores al menemismo que fueron algunos sectores peronistas. Se olvida Bazán, porque le conviene, que también Menem fue tildado de gorila, cuando se abrazó con el rey de los Gorilas, el Almirante Rojas, o se tiraba flores con Neustadt o Alsogaray (tan orgullosamente gorilas como Bazán).

¿Y qué pasa si usamos el método Bazán en sentido inverso? Bazán debería hacerse cargo de que Cavallo fue presidente del BCRA durante un gobierno gorila, y desde allí promovió un plan de estafa al Estado a través del manejo de la deuda pública, el tipo de cambio y los seguros cambiarios; gobierno que, además, dejó 30.000 desaparecidos. También fue Ministro de Economía de otro gobierno gorila, al final del siglo pasado. Y hubo otro gobierno gorila que le otorgó la obediencia debida y el punto final a varios de los responsables de las mencionadas desapariciones, mientras, supongo, Bazán reclamaba “ni olvido ni perdón” (como él dice que pedía cuando los indultos menemistas).

Se olvida Bazán, que algunos históricos gorilas también querían Shopping, Miami y Tinelli durante el período menemista. Y que el gobierno gorila que siguió al de Menem, no pensó en otra cosa que en darle Shopping, Miami y Tinelli a los argentinos.

Visto así, con esta estrechez de criterio, con esta postura maniqueista y empobrecedora de la realidad, ser gorila no es ninguna actitud heroica tampoco.

En definitiva, para oponerse al gobierno y criticar a los Kirchner se cuenta con un abanico de posibilidades mucho más enriquecedor que el que puede aportar la resignificación de una triste identidad histórica.



PD: ¿Está realmente aprobada la fusión Multicanal-Cablevisión? ¿O es una muletilla originada en el interés del ex - jefe de Bazán, señor Lanata, como parte de su (a la postre fallida) campaña “Clarín transa con K, compre Crítica”? A revisar los papeles...

La estrategia del miedo o quién te ha visto y quién te ve

Algunos sacan la basura fuera de horario. Secreto del oficio: eso pasa sobre todo en oficinas y locales políticos, así que casi todo el contenido es papel. Eso sí, hay que andar ligerito, antes de que empiecen a revolver las bolsas los inspectores del Gobierno de la Ciudad. Estos papeles y unos recortes de Clarín aparecieron en una bolsa, en la esquina de Humberto Primo y Tacuarí.
Si le vamos a creer al Gran Diario Argentino (¡cómo no va a ser grande con tantos clasificados!), el país vive un milagro económico que reíte del “milagro alemán” de la posguerra. Hasta la semana pasada, todo se encaminaba al peor de los desastres: el agro destruido, la industria en llamas, el comercio hundido en los pesares, las finanzas del Estado desfondadas, crisis por doquier, colapso inminente. La calamitosa administración de la Presidenta era responsable de los males presentes y de los peores futuros. Y, copyright del amigo Lucas Carrasco, “nadie hace nada, Susana”.

Hoy, jueves 30 de abril, las cosas no son tan así, la situación no es tan mala y nada hay que no pueda arreglarse con cierta dosis de los dos remedios que no deben faltar en todos los botiquines: Diálogo Plus y Consenso Forte. Uno de los principales editores y columnista económico del Gran Diario concurre ahora a tranquilizarnos. Y, simultáneamente, toda la oposición sale a coro en el mismo sentido.

Milagro similar ocurre en la política. Hasta la semana pasada, un triunfo electoral ajustado del Gobierno (y, con más razón, una derrota) significaba su derrumbe. Hoy, un diputado más o un diputado menos no es cosa tan grave (nos dicen el Gran Diario y los opositores). Después de todo, en el mundo entero los gobiernos pierden elecciones y siguen tan campantes.

¿Qué ocurrió en el medio? ¿Qué operó estos milagros? Que la Presidenta y el titular del Partido Justicialista advirtieron públicamente que una mala elección de los candidatos del Gobierno amenazaba gravemente los logros de los últimos años y ponía en riesgo a la economía y a la estabilidad.

Esta insolencia inaceptable ha sido bautizada “estrategia del miedo”. Pero, me pregunto yo: ¿No era estrategia del miedo la que nos pintaba un presente oscuro y un futuro más oscuro todavía? Pregunto yo: ¿es legítimo advertir calamidades para ganar una elección, cuando lo hacen unos y es casi fraudulento cuando lo hacen otros?

La Pitonisa de Barrio Norte, el "perseguido político" De Narváez, el solemne presidente de la UCR, el casi olvidado López Murphy, el “centroizquierda” (así clasifica el Gran Diario a Macaluse, ¡Adrián Pérez! y Lozano) y hasta CARBAP dirigen las mangueras contra el fuego encendido desde el oficialismo perverso. CARBAP indica que hablar de desestabilización es “contrario a la democracia”. Las palabras CARBAP y democracia son difíciles de juntar en una sola frase, pero la responsabilidad es de los autores del comunicado.

Es muy interesante esta incursión de los empresarios agrícolas. Deberían preguntarle a su socio Hugo Biolcatti, presidente de la Sociedad Rural, qué opina de la desestabilización. Ese dirigente agrario estuvo el domingo en el programa del golpista reincidente Mariano Grondona. Ambos se regocijaron, risitas cómplices de por medio, con la perspectiva de que la Presidenta no pueda cumplir su mandato hasta 2011. ¿Por qué? Porque en el medio “hay un 28 y un 29 de junio” y evocaron la figura del vicepresidente Cobos, como obvio reemplazante. Pregunto yo: ¿eso no es desestabilizante, por lo menos en las intenciones? Parece, por lo tanto, que los temores contenidos en la “estrategia del miedo” no son imaginarios.

¿Qué te pasa, Clarín? ¿Qué te pasa, oposición?

miércoles, 29 de abril de 2009

La Nación y sus lectores andan lentos de reflejos

Las bolsas del domingo tienen premio. Como el sábado no hay recolección, hay doble material para el cartoneo. ¡Y los diarios vienen con mucho papel! Este domingo, mezclado con un grueso ejemplar de La Nación, venían unas hojitas críticas. Aquí van.

El sábado 25, La Nación, en un día con pocos crímenes resonantes para batir el parche de la inseguridad, decidió amenizar la campaña con la denuncia de robos de metal en monumentos del Parque Lezama. ¿Estará en peligro el de Pedro de Mendoza, el sifilítico primer fundador de Buenos Aires? No lo dice el diario. Pero, sobre Martín García hay uno enorme, al parecer donación del Uruguay, con muchas partes metálicas. Según la Tribuna de Doctrina y sus indignados comentaristas, pandillas de cartoneros, piqueteros y otros indeseables estarían saqueando el bronce del monumento. Especialmente, los feriantes, fauna que se ha instalado en la barranca para vender lo que pueda.

La preocupación llega muy tarde. Flojitos esos reflejos, familias Mitre y Saguier. Hace ya más de diez años, el Parque Lezama muestra, frente al Bar Británico, un pedestal de piedra pelado, sin su correspondiente escultura. Alguna noche de mediados de los noventa, en los gloriosos días en que la ciudad no sufría los embates del cartonerismo, el piqueterismo y los feriantes, se llevaron la enorme cabeza en bronce de Ulrico Schmidl, obra de José Fioravanti. Schmidl era un soldado alemán que participó en la fundación de Buenos Aires y escribió su primera crónica.

¿Cómo? ¿El robo de metales no es el signo distintivo de los K?

Los que revuelven las bolsas...














La riqueza convierte a cualquier territorio en propio.

La pobreza lo torna ajeno.

Proverbio arabe



Ninguno hubiese tenido, solo, la constancia y el temple necesarios para empezar y mantener un blog… mucho menos para enfrentar la vida. En esos arrabales en los que la moral encuentra otras varas con las que medirse, en los que afanarle a un tilingo califica distinto, mejor, que afanarle a otro cartonero, ellos encontraron la amistad, esa forma de hacerle pito catalán a las adversidades.


Vergüenzas y pruritos producto de pasados difíciles hicieron de la parquedad y el silencio una estrategia, una conducta. Pero algunas notas se pueden tomar de lo poco que cuentan...


Andrés El Viejo


De empleado de banco con antigüedad y beneficios, sin darse cuenta pasó a vendedor de electrodomésticos de marcas desconocidas. Y luego laburó en una casa de empeños y engaño fácil a los inocentones. Lo que nunca confesó eran sus escapadas furtivas de martes y jueves a Palermo o San Isidro, lugares donde la suerte le dijo adiós. Después hizo lo mismo la mujer. Allá por el 2001 la vida le ganaba, inevitablemente, la pulseada y lo dejaba en la calle. Lo que le queda es la charla, con la que ameniza largas noches de hambre y frío.


Contradicto


La venía llevando bastante bien... buen alumno, sin marcar diferencias con los compañeros; berretín por los autitos y por los discos que heredó de una tía culta; vacaciones en la costa; muchos amigos, de los buenos y de los que fuman. En resumen, la vieja, con él, estaba tranquila. Una vez, ya de grande, conoció una mina. Más que mina era un avión con ganas de levantar vuelo. Y el quiso acompañarla. Ella lo llevó a conocer el cielo desde donde él sonreía feliz. Pero duró poco y un día, quizás hastiada, quizás cruel, le dio un empujoncito. Y él, que nunca se recuperó de esa caída, llegó hasta acá.


Mariano


De chico supo que quería ser jugador de fútbol. Pero la tozudez de ciertos entrenadores de inferiores en no reconocerle condiciones, hicieron que se fuera olvidando del asunto. Sin embargo, sus innegables condiciones para el ida y vuelta pronto lo convirtieron en "delivery" de la mítica pizzería Nápoles de Villa Crespo (cuyos dueños, como no podía ser de otro modo, eran gallegos). Allí inventó la pizza de siete porciones, también llamada "Pac Man" por su novedosa forma. Los dueños del lugar no valoraron el invento, y decidieron despedirlo, previo pago de una indemnización de $1470, que él decidió poner en un depósito a plazo en el Banco Mayo. Hoy, a modo de venganza, opina y escribe sobre economía.



martes, 28 de abril de 2009

Si yo fuera Miguel Bein, no andaría tirando un carro





Si yo fuera Miguel Bein, y TN me llamara para hablar sobre el nuevo “endeudamiento” de Argentina con el FMI, antes que nada, pediría sutilmente que se modificara el título de la conversación. Porque palabras como “endeudarse”, “endeudamiento”, etc., aluden a una serie de significados que no se condicen con lo que pasa actualmente en la relación entre el Fondo y la Argentina.

Después de una reunión entre los países miembros del FMI (Argentina lo es), se decidió conjuntamente capitalizar al Fondo. Es decir, aportar, de acuerdo a lo pautado, divisas para que el Fondo cuente con un capital adicional, que le permita cumplir mejor con sus funciones (“socorrer” países en problemas, qué se le va a hacer, los papeles dicen eso). A partir de esa capitalización, el FMI distribuye su nuevo capital, no a través de líneas especiales de crédito en este caso, sino con otro modo de operación.

Suponga que usted es cliente de un Banco, que un día alguien de ese banco lo llama por teléfono para avisarle que la entidad resolvió ampliar el descubierto de su cuenta corriente en 5.000 pesos. El endeudamiento no se concreta, hasta tanto usted no firme un cheque contra ese descubierto.

Bueno, es más o menos eso lo que está pasando con estos 2.500 millones de dólares que el FMI le prestaría a la Argentina. Le prestaría, siempre y cuando la Argentina decida usarlo. Pero yo no soy Miguel Bein, y a decir verdad el hombre explicó la cosa bastante mejor de lo que yo hubiese podido.

Aunque (es una lástima), para los códigos que TN maneja en la comunicación con sus televidentes, el título vale más que ninguna otra cosa, y por mucha diferencia.

lunes, 27 de abril de 2009

Los primeros...


No tiene caso, señor. 
Entre los pobres hay muy pocas 
historias felices. Todas terminan cuando recién
empiezan.

Abelardo Castillo

Nos asustamos un poco, qué quiere que le diga. Fue hace dos días, el 25. Alguien nos dijo que un cartonero mayor, de esos con carro propio y caballo bien comido, nos estaba mencionando.

Y al rato, sin haber posteado una palabra (con seguridad un caso sin precedentes), teníamos seis o siete seguidores rondando el fogón. Y pesos bien pesados.

Se nos llenaron los bolsillos de preguntas. Pero lo sentimos como una palmada en el hombro. Y sabemos que, con compañeros como estos, nos vamos a encontrar en alguna esquina del barrio, vamos a hacer un alto y vamos a poder decir todo lo que venimos guardando.

Por ahora decimos una sola cosa: gracias, muchas gracias a todos.

Arrímese...

Puede parecer un blog. Pero es una bolsa de consorcio de la que sacan y sacan tres cirujas: Andrés el Viejo, que culpa de todo a la crisis del 2001 pero esconde su pasión por los burros y la timba; Mariano, rara mezcla de futbolista malogrado y pibe delivery con aspiraciones de innovador y Contradicto, que perdió la chaveta cuando una mina lo largó.

Se cansaron de opinar en lugares donde nunca los habían convocado y aprovechando los techos altos y la amplitud de los cuartos que ofrece la autopista, decidieron improvisar este ranchito que, si los empleados de inmobiliarias tuviesen que vender no dudarían en llamar “loft informal urbano”.

Tachito de lata alimentado a trapo y querosén, guantes que alguna vieja se olvidó, cobijas afanadas mientras se aireaban en alguna ventana, papel de diario en el pecho, mate cocido y recocido y mucha conversación para aguantar la fresca que se viene.

En lugares como este, así, en la mala, se tejen las amistades más duraderas... o las traiciones más viles.

Pase, revuelva y colabore con los muchachos. Sifones, muebles viejos, triciclos sin ruedas, todos rejuntes módicos a los que nunca les encontramos utilidad pero siempre les ponemos precio.