viernes, 31 de enero de 2014

Sinuosidades


es un sino preferir el recuerdo?
                                   pagar una deuda
                                                     anclarse al pasado
                             añorar el galope de mi corazón
                           mis pupilas congeladas
                                                cuando llega tu mirada  
                                                          chispas doradas en cobre de piel
                                                                                            tu perfume exacto
                                                                                                    en noche de tango
                                                                                     tripas duras en el encuentro
                                                                                 y la perfecta geometría
                                                                        de tu cuello despejado
                                                                                     de tus manos seguras
                                                                                                 de mi plexo incrédulo
                                                                                          de mi brazo firme conteniendo tu fuga
                                                                                                                  luego tus lágrimas
                                                                                                               desgarro de monitor
                                                                                                         y remanso improbable
                                                                                                              es que


si, como dicen, la patria es la niñez
me abrazo al exilio, que es tu cama

jueves, 30 de enero de 2014

TEG


Mientras aquí el truco de nuestro establishment y sus usinas mediáticas es deshidratar la dimensión política dentro de las opciones posibles en el debate de política económica en el que estamos embarcados, como medio para condicionar la percepción e imponer su agenda en el bienio que se inicia, de cara a las elecciones de 2015;

Mientras hacen un esfuerzo ciclópeo por volver a capturar el mango de la sartén que perdieron hace más de 10 años y traer la disputa de nuestro futuro al terreno de las “decisiones racionales”, las “medidas técnicas coherentes”, el “debate desideologizado”;

Mientras nos proponen que la disputa sea en el césped de esa supuesta coherencia sistémica que presenta la macroeconomía del ajuste y la racionalización, recetas con las que vienen dosificando la medicación a griegos, italianos, portugueses, turcos y españoles como si fuera la última terapia de moda, mientras que los índices de vitalidad de la sociedad, su nivel de desocupados, su hambre, su pobreza, su nivel de autonomía ligado al desendeudamiento no ha hecho más que arrastrarse en el barro de la miseria en los últimos 6 años;

Mientras todo esto ocurre, en la potencia hegemónica mundial se está volviendo a despertar la bella durmiente de un cuento que ya conocimos en la década del 80, el de la turbulencia cambiaria, que como siempre viene acompañada por su vieja y querida nodriza, la inestabilidad política.

La crisis financiera internacional de 2008, que tuvo su origen en Wall Street (y que la izquierda vernácula en ese ejercicio permanente de hacerse encima bautizó por enésima vez “crisis final del capitalismo”), ha sido surfeada por las autoridades económicas de Estados Unidos de manera impecable.

Impecable decimos, porque para las elites a las que esas autoridades representan, en tanto los índices macro de la economía norteamericana actual no son mucho peores de lo que lo eran en períodos previos a 2008, su 1% más rico ha pasado en los últimos 6 años a participar en un 14% más de su renta, en tanto que su mitad más pobre hoy percibe 2% menos. Es de entenderse que a los dueños del mundo realmente no les importa mucho si sos un pobre laburante bengalí o un pobre laburante de Carolina del Sur: saben que estás del lado de los que perdieron.

Este es el marco de redistribución regresiva de la riqueza que ocurre en todo el mundo, con la excepción de diktaduras latinoamericanas como la del socialismo venezolano, el reformismo brasileño o el populismo argentino, que hace unos seis meses la elite gobernante ha decidido cristalizar en estas exactas condiciones, recurriendo a la misma herramienta que aplicó en 1979 y que convirtió a la del 80 en “la década perdida”.
Herramienta que tuvo como consecuencia, digámoslo, clausurar un montón de dictaduras bananeras sangrientas (de esas en las que no caceroleaba nadie) pero nefasta para el desarrollo económico posterior de nuestra región.

De manera que, repitiendo la historia, podríamos repetir los resultados: medidas funcionales para los sectores ricos dentro de los países ricos y un terremoto en la estructura de las economías en desarrollo.
Hace poquísimos años la presidente de Brasil decía en la Asamblea General de la ONU una frase que le quitaba la máscara al rey: Guerra Cambiaria.

Ahora el Banco Central norteamericano (la Reserva Federal) considera que la recuperación del país está en marcha y concluye la temporada de dinero fácil y emisión devaluatoria brutal. Al subir su tasa de interés, que es la referencia global del gran capital, todos los pasivos de países en desarrollo sufren un drenaje que va a buscar rendimientos buenos y seguros con el tío Sam (adivine adónde estaban yendo los verdes del Banco Central “paralelo” que denunció Kicillof).

Este efecto pega directo sobre el tipo de cambio de todos los países, que es donde se define cuál será el poder real de compra de los salarios nacionales, cuál su inserción económica internacional, cuál el papel de sus exportaciones e importaciones, cuál el tipo de empleo y cuál el tipo de mercado interno que le convendrá incentivar.

Parece una cuestión técnica.

Pero es meramente política.

Porque, como siempre, define ganadores y perdedores.

En nuestro caso (y en el de nuestros vecinos) va a pesar el saldo de los logros de la última década.

Quien aprovechó el relajamiento cambiario como riesgo calculado y construyó una economía en la que la musculatura de las clases populares permite disputar la siguiente pantalla, corre con margen para maniobrar. Y eventualmente seguir creciendo.

En una semblanza de “Ghost in the Machine”, nuestra robustez se mide por nuestra industrialización y por el tamaño de nuestra clase media (que no es precisamente gente que veranea en Punta): la primera es la gran usina generadora de productividad, la segunda es el alma que la impulsa.

En tal sentido el Mercosur mantiene todavía una enorme deuda política son sus hijos: haber dejado pasar una década de oportunidades en la que construir un escudo de coordinación y autodefensa, un fondo común anti-cíclico, un bastidor que suelde destinos comunes y que le emita una inequívoca señal política a los especuladores de siempre, diciendo que pasaron más de treinta años desde aquell, pero que no fueron en balde.

No tuvimos eso. Y es un pecado, porque vuelven tiempos turbulentos. Pero los vimos hablar entre ellos, avisarse y comprometerse, amarrar bien la carga y afirmarse al timón. La magnitud de la preocupación queda en evidencia por el hecho de que 33 presidentes capitanes de barco mantuvieron esta semana un hermético cónclave de 5 horas en Cuba.

Estaban jugando un TEG. 

Pero uno denserio.



miércoles, 29 de enero de 2014

Relajemos

eso
hagamos una fiesta
una de farsantes


duelo de vedettes,
pluma por doquier,
ira a flor de piel,
le clavó su taco aguja.

y ahora esta del otro lado,
no conecta el pasado,
su conciencia,
 la tormenta y huye

fiesta de farsantes de la espuma social,
invitarme a pasar
fiesta de farsantes de la espuma social
invitarme a pasar

chico dandy
rey farsante
diferente igual del suburbio que se escapa
deja atrás el gris cemento
flash neón
luces del centro
seducido
cae en la trampa

galoperos por dinero sacan un puñal
 sangre tibia en el paisaje
cruza a vuelo sobre el puente
lo distrae la corriente
piensa en ello y no hay marcha atrás

Babasónicos

martes, 28 de enero de 2014

Desechos


Tiraría a las llamas la idea errónea de que somos más vivos/as cuando no nos gusta nada,

a simular sentir menos,

a que una no pueda hablar bien de sí misma: si no te construís tu propio mito, no lo hace nadie.

A la consigna de que mujer bonita es la que lucha: también tenemos derecho a no luchar y querer ser lindas.

A la impostura de querer ser coherente todo el tiempo.

Al fanatismo: no hay fanático que no haya llegado tarde a su fanatismo, por eso es fanático, para camuflar su impuntualidad ética.

A quien no te ayude a ser vos.

A la posibilidad de alguna vez entender por qué a un ser vivo no le importa que otro ser vivo sufra si eso puede ser evitable, de ser así arrójenme a la hoguera a mí.

A dejar de seguir la propia intuición. A pensar que perdonar es de débiles.

A las palabras difíciles que nos alejan de quienes no las entienden.

A escapar permanentemente del lugar común: hay lugares comunes que están bien.

A querer que todo encaje como encaja una vértebra sobre otra.

A la venganza: la mejor venganza es no sentir necesidad de vengarte.

A creer que hay algo más transformador que el amor.

Silvina Giaganti,
defensora en Club Social y Deportivo Cabrera


sábado, 25 de enero de 2014

Recalculando


La coyuntura noticiosa de los últimos días se debate en dos planos, independientes pero vinculados: el económico y luego, but not least, las consideraciones políticas de la nueva pantalla en la que hemos ingresado en estos días.

Veamos el primero: 
una devaluación, además de ser un acto del que ningún político honesto quiere hacerse cargo (porque significa meterle mano en el bolsillo a los trabajadores), siempre tiene efectos transitorios.

La devaluta se traduce en una brecha de precios entre el sector transable de la economía (los bienes pasibles de expo e importación) y el no transable (los que no se venden al exterior, principalmente los de los laburantes, que si no les gusta su salario acá, no pueden ir a ofrecerlo a una plaza mejor paga).

En el largo plazo, y salvo que un régimen de fusiles y sables se oponga, el segundo sector estará inevitablemente abocado a disputar y capturar renta para volver a las condiciones previas a la devaluación. Lo que dura este proceso es lo que dura el virtuosismo de una devaluación.

Una devaluación bien entendida es una ventana de oportunidad apta para hacer más competitiva la economía: en un tiempo determinado las autoridades económicas tienen tiempo para aplicar cambios más o menos estructurales que tengan efecto en la próxima condición de equilibrio (que tarde o temprano llega), y que esas modificaciones mejoren la competitividad del conjunto.

En Argentina pasó muchísimas veces desde la década del 40, lo que se conoció como ciclos de Stop&Go. Y en el fondo, lo que se vivió en 2003 era una nueva edición de ese patrón, eso sí, después de 25 años de vigencia de un modelo economico antagónico, como fue la valorización financiera que empezó con Martínez de Hoz y se profundizó con Menem-Cavallo.

Eso sí, el ciclo iniciado en 2003 tuvo características especiales. Porque la combinación de condiciones externas y gestión local de la economía convergieron en el ciclo de crecimiento post-devaluación más largo del que se tenga registro. Ayudó China manteniendo alto el precio de los productos primarios que Argentina exporta mucho y bien. Y ayudó Néstor que pateó el tablero en el que nos africanizábamos desde hacía 25 años.

No obstante la excepcionalidad del ciclo, la crisis financiera internacional (primero con fuerza en Estados Unidos y luego transferida por este al resto del planeta) vino a modificar las inmejorables condiciones existentes durante el gobierno de Néstor Kirchner. En particular la caída de actividad en las economías de los principales clientes de nuestro país, primero Estados Unidos y luego, en conjunto, Brasil, China y Europa.

Muchas veces hemos dicho que las tres patas del esquema económico con que arranca el kirchnerismo en mayo de 2003 son superávit fiscal, superávit comercial y tipo de cambio competitivo.

Hace poco hemos dicho aquí que este último había dejado de serlo hace varios meses. La competitividad del tipo de cambio no sólo se mide por el valor nominal del dólar sino, con igual importancia, por el nivel de inflación local.

(es aquí donde el gobierno tiene una enorme cuota de responsabilidad: sea por usar al tipo de cambio como ancla inflacionaria –si la razón fue esta, la estrategia fue infantil- o por consumir la merluza que se vende, el tipo de cambio real había quedado atrasado y eso se reflejaba en aquel nominal de 4,90 de hace dos años que era un bocato di cardinale para nuestros tradicionales e históricos fugadores seriales)

Con la asunción de Kicillof en Economía y sus primeros anuncios, quedaba claro que el gobierno tomaba nota de este atraso y se disponía a remediarlo. Lo encaró a través de una curva paulatina y compensada de depreciaciones casi diarias, que evitara un traslado a precios demasiado ácido. Y lo cierto es que ese proceso venía siendo aceptable. Se subió de 4.90 a 6.70 casi sin ruido inflacionario.

Si la pregunta de nuestro lector en este momento es adónde se supone terminaba ese recorrido, un valor un poco por encima de 7 volvía a poner a la economía en grado competitivo. De manera que para principios de la semana que termina ya se estaba cerca de un valor aceptable. En algunos párrafos más veremos con detalle qué acepciones debemos darle a “aceptable” en este contexto.

(hubo mucho periodismo y econochanta que decía que el dólar oficial subía para alcanzar al dólar blue y cerrar la brecha, lo que da cuenta de la nube de flatos en la que se mueve gran parte del periodismo económico argento, cuya mayoría trabaja más de convertir las expresiones de deseo de sus mandantes en noticias que en analizar la realidad y los datos duros)

Algo pasó en los últimos dos días. Y lo que pasó, una pugna más dentro de la corrida cambiaria, llevó a las autoridades a tomar una decisión tan audaz como temeraria: “plantamos en ocho y aguantamos los trapos”.
Y con doble finalidad, Economía y AFIP proceden a la deconstrucción casi total del esquema de restricciones (perversamente llamado “cepo”) que se fue atando con alambre cuando el tipo de cambio estaba atrasado y el establishment tenía la fuga a pedir de boca .

La doble finalidad mencionada es técnica y política. Es técnica porque se busca recrear las condiciones de mercado único libre de cambios previas al “cepo” y disipar incertidumbres. Y política porque es una demostración de fuerza: Capitanich, Fábregas, Kicillof y equipo le están mojando la oreja al enemigo y le dicen que se la bancan así, como estamos, jugando en manga larga, a 45 grados, bajo sol del mediodía, en Formosa y con cancha desnivelada.

El baldío donde nos vamos a cagar a piñas con ustedes es acá, en la lomita de los 8 pesos.

Avisan, eso sí, que los únicos que no pueden jugar este nuevo partido son los evasores. Es obvio: nuestros dólares no son para delincuentes.
(avisamos nosotros, también, que no seremos los ansiosos que compren a 8.60 en la primera trepada del lunes para luego quedarnos esperando durante días una cotización que creemos se asentará en torno de los 7.80, pero palomitas seguro que se van a cocinar). 

La movida de los últimos días, digámoslo, tiene una buena dosis de audacia. Pero había que hacerla ahora, cuando el poder de fuego de las reservas está intacto.

Qué juega en contra de nuestros muchachos:
 - Que, como siempre, no sabemos con cuánta pólvora cuenta el enemigo
Ni sabemos cuál es el nivel de psicosis inoculado en los últimos días sobre los pequeños ahorristas para mensurar el nivel de colas en las casas de cambio desde el lunes
 - Y cuáles pueden ser los efectos colaterales de la permanencia de la cotización ilegal, que seguirá existiendo, puesto que se mantendrá las restricciones de compra sobre los evasores

Qué juega a favor:
- Si el dólar oficial en 8 mangos vuelve competitiva a la economía y por lo tanto reactiva los negocios en todos los sectores que venían en ralenti: sea por problemas de competitividad como las economías regionales, sea por llana especulación como las liquidaciones de los agroexportadores, esto a su vez reconfigura ingresos y egresos en la balanza comercial. Si esas exportaciones alcanzan para contrapesar el cronograma de pagos de deuda y las importaciones de combustibles, podemos decir que es batalla ganada de los Cristina Boys. 

No hay Aranguren ni multinacional anglo-holandesa que le gane a un flujo de ingresos constante y positivo de divisa sobre las reservas.

Como decíamos, va a seguir existiendo mercado blue, aunque ahora reducido a la satisfacción de los evasores. La factores de poder, ávidos por darle un golpe económico al gobierno, hablarán a través sus usinas (la oposición mediática) para decir que las medidas para conseguir dólares son confusas, que los sistemas bancarios fallan, que las resoluciones no se cumplen y que “el levantamiento del cepo es mentira”. Son los argumentos detrás de los cuales buscarán abrirle cauce a la demanda de dólares espuria que ejercen los evasores y lavadores (y ojo, ahí hay mucha guita)

Contra esto, el gobierno deberá afirmarse muy bien sobre el argumento moral, que es rotundo y no requiere mucha ampliación: primero que justifiquen sus ingresos, luego paguen sus impuestos y después les vendemos.

Así, se intentará emular las condiciones nestoristas 2003-2008. Con 29 mil de reservas y la lección aprendida (que es, no se jode con el tipo de cambio competitivo)

Pasemos a las consideraciones políticas.
El 7 de octubre de 2012 Hugo Chávez Frías ganó sus cuartas elecciones a presidente de Venezuela, venció al opositor de derecha Capriles por 11 puntos (55 contra 44%).

Semanas más tarde, previendo un final inminente, Chávez, frente al pueblo de Venezuela, levantó la mano de su predecesor inmediato, Nicolás Maduro. A nadie le quedaron dudas de que Maduro era la línea de sucesión del PSUV en el gobierno.

No habían pasado 7 meses de la paliza electoral anterior y Nicolás Maduro volvió a enfrentarse en las urnas al mismo candidato que su antecesor político. Maduro sacó el 50,61% y Capriles el 49,12%. Poco más de un punto de diferencia.

Tantas suspicacias presentaba Maduro? Tan malo era el casting de Chavez que le hizo perder 10 puntos en 7 meses al partido gobernante?

La respuesta es no. No pueden evaluarse las elecciones presidenciales de abril del 2013 sin considerar un dato crucial: en el medio del proceso electoral, el 9 de febrero de 2013, el gobierno chavista anunció una devaluación del 46.5%

CFK ha decidido hacerse cargo del error de gestión e incluir dentro de su mandato las causas y efectos que suponen la reparación del mismo: una devaluación.

Desde este blog no conocemos administraciones que hayan salido indemnes de un trance como el que quedó planteado ayer.

Decimos se viene porque si alguien piensa que hemos llegado al fin del proceso y con lo hecho el jueves ya está resuelto, se equivoca. Lo anterior eran prolegómenos y la batalla acaba de empezar.

Las quejas de tirios y troyanos sobre las remarcaciones y la falta de precios de ayer son un botón de muestra de lo que viene. La sociedad y el clima político van a enrarecerse. Este diagnóstico estaba en todas las consideraciones con las que el gobierno se mostraba refractario a una devaluación.

Si esta se produjo, dichos efectos ahora tenderán a la realidad. No podemos decir cómo afecta la medida a los pronósticos electorales de 2015, falta demasiado. Pero si las elecciones fueran el próximo agosto, en este blog firmamos que el FPV pierde por paliza.

Guste o no guste, lo que estará en el foco del debate político de las próximas semanas es la credibilidad del gobierno de CFK(nos permitimos mencionar que fue el factor credibilidad el que estroló algunos gobiernos argentinos, basta con recordar la Pascua del 87 y la renuncia de Chacho Alvarez)

CREDIBILIDAD es lo único que el ágora discute cuando su líder populista toma una medida impopular. CFK tiene ahora una misión más difícil que la de Capitanich, Kicillof y Fábregas. Tiene que hacer esfuerzos para demostrarle a la sociedad que no está engañando, que no está traicionando, que no está mudando una conducta de 10 años.

Sería deseable que en lugar de avanzar sobre un relato que pone la lupa sobre personajes nefastos y olvidables para entronarlos como enemigos del pueblo, la Presidente acallara a su guardia pretoriana y asumiera la cuota de responsabilidad por los errores que nos llevaron a esta situación.

El pueblo sabe reconocer a los líderes que, cuando se equivocan, agigantan aún más su figura rectificando antiguos errores. Cristina tiene con las clases populares un diálogo cercano y franco y sigue siendo Presidente de todos los argentinos porque habiendo negociado, cedido, avanzado o retrocedido, nunca traicionó las líneas directrices de un  gobierno popular.

Y hablando de no repetir errores, en línea con nuestros primeros párrafos y en vista de las pocas ventajas que ofrece una devaluación debemos decir que para el modelo de país que queremos es más importante el Ministerio de Industria que el de Economía. 

Durante 10 años la política industrial argentina estuvo al amparo de los lineamientos macroeconómicos. Solo eso. Que definitivamente NO es política industrial. La performance del ministerio productivo ha sido escandalosamente pobre. Si queremos que el costo de esta devaluación que empezamos a pagar el lunes sirva para aprovechar la ventana de oportunidad que esta devaluación nos ofrece, es impostergable delegar la cartera industrial en una gestión dinámica, audaz y valiente. Ninguna de estas cualidades le cabe a la actual.

Esta es nuestra visión de los últimos acontecimientos, que dieron lugar a una medida muy audaz y valiente por parte del gobierno. No adscribimos a la sensación de derrota. No nos queda regusto a “viste, al final ganaron ellos”. Creemos que el gobierno está emprolijando su gestión y recalculando el camino hacia el desarrollo inclusivo. También creemos que ellos no vienen perdiendo, pero vienen dejando de ganar hace una década. Para el rudimentario capitalismo vernáculo eso equivale a mil derrotas, que subliman en el odio cipayo de algunas columnas editoriales y de opinión.


Entramos en zona de riesgo, por favor ajústense el cinturón de seguridad.

jueves, 16 de enero de 2014

La imaginación al tacho


Estamos en el Ministerio de Desarrollo Social de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Donde también funciona la Casa de la Mujer, “Isabel Calvo”.

Piedras al 1200, entre Cochabamba y Av. San Juan, en La Ciudad de Todos los Argentinos, bla, bla, bla.

La ministra desde el 10 de diciembre de 2011 es Carolina Stanley.

"Caro" según el slang oficial del PRO.

Sucesora en el cargo de Eugenia Vidal, hija de uno de los CEOs de Citibank en la Argentina de los 90, Guillermo Stanley, llega al puesto por haber sido segundona del guasón Rodríguez Larreta cuando este dirigía el Grupo Sophia, antes de sorprendernos a todos con inteligentes iniciativas como fomentar créditos para la compra de grupos electrógenos para los cortes de luz y fomentar cursos de navegación en botes semirígidos para las inundaciones en la ciudad. Ah, no, nos confirman que esto último no. Disculpen.

O sea, imaginemos, los 38 años de la vida de Caro dedicados con fervor y devoción al Desarrollo Social.

Debe entrar y salir del Ministerio todos los días, imaginamos.
Con o sin fornidos guardaespaldas y sus radios. Con o sin lentes negros. En modernos autos con vidrios con o sin polarizado. Imaginamos.

También imaginamos una "Gestión PRO".
Great meetings.
Mucho teamwork.
Proficiency a full y tratar de que la  mierda de la política no te salpique.
A lot of multitasking.
Otro tanto de of close personal relationship con gente humble.
Un montón de Candy Crush también, imaginamos.

Tanto pero tanto que, 40 metros más allá de la sede de su Ministerio sobre la misma calle Piedras, no puede ver cada mañana, el despliegue de 8 homeless instalados hace más de 2 años en su humilde residencia con living, cocina y 2 habitaciones, todo muy aireado y luminoso, el cielorraso de la autopista un poco ruidoso por el paso de los camiones y detalles de estilo como el comedor en desnivel por causa de un cordón inmutable.



La gestión en Desarrollo Social será sinónimo de té canasta con las damas de caridad del Saint Ellen?

O serán reuniones con los laicos más prominentes del obispado de Buenos Aires?

O será un reportaje en un programa de cable donde también participe Juan Carr?


Nos imaginamos todo. Lo que NO imaginamos es cuál será el inextricable significado que tendrá para Caro la frase “Desarrollo Social”?


Quizás signifique que "En todo estás vos".
Porque ella justo está en Punta, de vacaciones.






miércoles, 15 de enero de 2014

Silencio Hospital


prefiero abrir camino a brazo y machete
en la invicta selva de tus abrazos
escalar tus mentiras y tus miedos
y desde la cima mirarte sin medir cuánto te deseo

encender la llama
azuzar la bestia
calentar la tarde
gotear sangre en la arena
ofrecer un vientre lacerado
sentir las lanzas adentro
clímax urgente de una ceremonia
verónica final de un amor ansiado

prefiero todo eso, el trueno y la herida
el grito y la llama
a la patética paz de este hospital
donde amontonamos sobrevivientes
amputados
lúgubres
resignados
esos que un día supimos

que tu amor para nosotros había terminado


sábado, 11 de enero de 2014

Ranas a la griega


Se dice por ahí que para cocinar una rana no sirve meterla en la olla con el agua hirviendo.  Apenas en contacto con tan altas temperaturas, la rana se escapará del suplicio con un salto.

Pero se puede probar a meter la rana en agua fresca y empezar a calentarla hasta su ebullición: la rana disfrutará, sin ánimo de rebelión, eso que empieza como un plácido baño y termina como un puchero.

Todo parece indicar que establishment financiero internacional, los dueños del mundo por decirlo de alguna manera, amargados por los inesperados resultados de la experiencia argentina, están poniendo en práctica la lección de la rana. Y lo hacen nada menos que con Grecia.

Si bien la situación económica argentina no venía para nada bien, y mucho menos a partir de la devaluación brasileña de 1999, claramente el estallido de la crisis causado por el corralito instaurado en diciembre de 2001 fue el punto cuspidal en la aplicación de la estrategia de shock en nuestro país. Y 2002 el año con las peores estadísticas sociales y económicas.

En Grecia la aplicación de recetas de ajuste neoliberal ya pasan de los 5 años. Los gráficos comparan índices socioeconómicos críticos de la Argentina de 2002 con el proceso griego actual.



Y si las comparaciones son crueles, también sirven para explicar porqué la sociedad griega todavía no voló por los aires (o por lo menos todavía no inició un proceso de segregación violenta al estilo de la primavera árabe).

Es porque los poderosos están aplicando la estrategia de la sopa de rana.

miércoles, 8 de enero de 2014

Echame un poquito de azúcar


Hoy no sólo es el cumpleaños número 68 de David Bowie.
También son 23 años de la muerte de Steve Clark, guitarrista de Def Leppard y uno de los mejores violeros que yo haya escuchado.

Que, además, murió de la manera que nos gusta en este blog: sobredosis post-fiesta.

Si me ves amargado, echame un poquito de azúcar.

martes, 7 de enero de 2014

Conversando con José


Conviene empezar diciendo que José ha estado y está bajo el permanente paraguas de radiofrecuencias hostiles y virulentas con las administraciones Kirchner. Y que José no ha creado, ni hay razones para que lo haga, algún tipo de anticuerpos contra el veneno que emana desde aquellas usinas en pequeñas dosis diarias.

Vive la vida normal de un jubilado, que incluye algunos trabajitos para mejorar sus ingresos, junto a una mujer y una familia bastante comunes. Gente normal que se pone contenta cuando ve que a sus hijos les va bien (y se amarga en caso contrario) y que mide la prosperidad en esos términos. Clase media, bah.

Y también vale decir que José no es un insensible ni un desinteresado, ni mucho menos un post-moderno que exacerba el individualismo y se traga el cuento Ayn Rand metamorfoseado en la Argento Way of Life. Por el contrario, en su vida social siempre antepuso la concreción de objetivos colectivos frente a los individuales, ya fuera en la cooperadora de la escuela, en la cena solidaria de los bomberos voluntarios o, ahora, en el centro de jubilados.

Su origen y filiación están en el peronismo, que para él fue una experiencia juvenil, casi infantil. Y uno de los recuerdos que mejor guarda le viene de su padre, que vivió un momento impactante en su vida cuando le dio la mano a Evita, el día que ella se llegó a inaugurar el Complejo Vacacional de Chapadmalal, donde él era un albañil más.

Un albañil más del que su hijo recuerda, con ternura, que decía que no iba a gastar el aguinaldo porque "no quería", cuando en realidad todos sabían que después de las penurias vividas durante la Década Infame, lo que pasaba era que el padre de José había perdido la imaginación con la cual crear el mundo en el cual gastarlo.

Un Nuevo Testamento Peronista debería incluir un sermón de la montaña en el que un Mesías Regordete, Morocho y Peloduro augurara “bienaventurados aquellos que no saben como gastar un aguinaldo, porque de ellos es la democracia de los cielos”.

José empujó todo lo que pudo hacia el presente su herencia descamisada, pero los vaivenes político-económicos de los 20 años posteriores al golpe de la Libertadora y con mayor agudeza los 30 años posteriores, de neoliberalismo mestizo primero y puro después, fueron una vivencia arrasadora, plagada de ilusiones arrebatadas y quebrantos inesperados. Que lograron lo que sus autores ocultos finalmente querían: que un tipo como él, con el cuero curtido de cien derrotas, pasara a militar en las filas de los incrédulos.

Ya que si el logro central del kirchnerismo en los últimos 10 años fue la recuperación de la autoestima colectiva como valor central, una suerte de “yes we can” vernáculo, pues entonces el triunfo de 25 años de neoliberalismo fue la fundación y expansión del Partido de los Escépticos, que en lugar de cuadros militantes, pecheras y punteros tiene por fuerza viva a unos personajes inesperados que al volante de un taxi, o en una reunión de padres del colegio, o con broche de corbata y gemelos relucientes detrás de un escritorio de ébano te disparan “los políticos son todos chorros”. Aceitada maquinaria creadora de sabelotodos idiotizados contra la cual nuestra democracia no ha creado todavía ninguna inmunización, en particular demostrando que la política viene a solucionar los problemas que la tecnocracia origina.

La cosa es que con José, después de largas y tediosas discusiones en las que ha tenido siempre la capacidad y el estoicismo para escucharnos y dejarnos redondear una idea, hemos llegado a un sensato acuerdo de caballeros. Del cual:

a nosotros nos toca reconocer que son numerosísimos, frecuentes (y algunos particularmente estúpidos) los errores y desaciertos en la acción de gobierno del kirchnerismo. Tanto los actuales como los previos: el paso del tiempo no cancela los fracasos y las facturas que nos pasa José deben ser todas sesudamente analizadas y eventualmente aceptadas. Quiere una?: para el vecino que vive en Ciudad Evita, los favorables precios en el Mercado Central durante la gestión Guillermo Moreno eran una bendición; para el vecino de Quimilí o de San José de Jáchal, eran una afrenta, un cachetazo.

En contraparte, José tiene una tarea difícil para quien vive en un ambiente como el suyo: empezar a reconocer e interpretar la realidad de todos los días como el producto de una confrontación enorme y abierta de dos proyectos de país, antagónicos y excluyentes, pugnando uno por mantener la hegemonía, el otro por alcanzar dicho estadío alguna vez.

Que uno de esos proyectos, el que trae consigo el sentido común propio de haber sido excluyente durante 130 años, es el de las elites tradicionales. Y el otro, heterogéneo, difuso y flexible, es el popular.

Sin épicas, sin heroísmos y sin grandilocuencias, nos animamos a proponer que ese es el pacto que tenemos que ofrecerle a los millones de Josés que han apoyado o le han quitado sustento a los gobiernos K, alternativamente y sin un patrón que todavía hayamos comprendido totalmente.

No estamos hablando de las vanguardias caceroleras opositoras que se plegan incondicional y acríticamente a cualquier expresión multitudinaria que confronte con el gobierno.

Sino de esos sectores sociales que, a la sombra de la percusión permanente de mensajes negativos desde los medios concentrados que con pulso quirúrgico clavan la estaca sobre significantes con altísimo poder desmovilizante y anti-político como la mentira (corporizada por la corrupción: “cómo van a trabajar por el país si están afanando?”), la devaluación del esfuerzo personal (corporizada en la inseguridad: “me rompo el culo para tener algo y cuando enfrento el riesgo de perderlo no mueven un dedo” o también por la inflación: “no les importa que mi sueldo valga menos”) o la traición (corporizada en la insensibilidad oficial frente a los artificiosos saqueos recientes).

Sectores que luego también saben volver agradecidos y asombrados por tal o cual medida que viene a modificarles positivamente su existencia. Que han comprendido de manera muchas veces difusa (porque así llega el mensaje K) e imprecisa, que es muy alto lo que está en juego.

Acá creemos que hay que remover el tronco en el ojo propio. En algunos casos causa vergüenza ajena lo poco que se ha entendido la principal lección que nos dejan disyuntivas clásicas de los setenta, dejar en manos de una conducción iluminada el camino de las masas hacia un país ecualizado a patadas en el culo.

Si José entiende, aún bajo el bombardeo permanente del que es objeto, la naturaleza dialéctica del conflicto que vivimos y empieza a poner las piezas del rompecabezas en los quicios correctos (y solito puede).

Y si nosotros revisionamos nuestro pasado inmediato para ofrecer herramientas útiles de comprensión.
Si leemos.
Si nos instruimos.
Si estudiamos, especialmente nuestra historia.
Si nos preocupamos por deconstruir el discurso de lobbistas travestidos de economistas.
Si recorremos el cuadernito juntos, palote a palote, renglón a renglón.

El camino será tan difícil como hasta ahora;
pero placentera y definitivamente nuestro.

Salud, José, feliz 2014.

*Imagen: José ingresando voluntariamente a la Matrix, a través de la Claringrilla.

lunes, 6 de enero de 2014

Carta a los Reyes Magos


Queridos Reyes,

Sí, ya sé que estoy crecidito.

Y que no escuchaban de mí hace décadas.

Y que durante el 2013 no hice mérito ninguno para recibir regalo.

Sí. Está bien. Lo reconozco. Aún así, les pido que analicen, ya que siendo tan bondadosos y tan piadosos, que quizás un regalito este año ayude a tiernizar mi moral y mi cuero, y amigarme con la caída del pelo, los dolores de espalda y al alto colesterol, producto del disgusto de haber nacido en este país sin que USTEDES pusieran ningún reparo ni le hicieran ningún comentario al Creador.

Si esto fuera Suecia, con seguridad no pediría nada.

Pero siendo Argentina creo que tengo derecho a una yapa, un bonus, una vida extra, algo que haga más fácil nuestra “infancia extendida” en este arrabal del planeta.

Además quiero que sepan que a Papá Noel no le pedí nada. Y no es por lisonjearlos o adularlos. Sepan que no soy precisamente monárquico, pero si tengo que elegir entre un triunvirato real como el vuestro y un embajador del hemisferio norte que llega con una bolsa de regalos comprados con fondos poco claros, que toma Coca Cola y además maneja un trineo con renos (renos???), quiero que sepan que soy militante imprescriptible de vuestra causa.

Por todo eso quiero pedirles alguno de los siguientes regalos (el orden de prioridad en el que están listados):

1. Quiero que mi país tenga una burguesía que de una vez por todas deje su actitud rentista, se ponga los pantalones largos y asuma el liderazgo económico de un proyecto de país para todos y todas (como dice Cris)

2. Si eso no fuera posible, quiero un Estado que remueva y lance a esa burguesía rentista al cesto de los desechos y que tome control de las actividades en las que su naturaleza oligo o monopólica expusiera a la población a cualquier exacción injusta,

3. Y si eso no fuera posible quiero un Gobierno que encabece un proceso político, económico y social que privilegie que quienes por vía del esfuerzo personal y/o colectivo, tengan la mayor y mejor cantidad de oportunidades para liderar el camino al desarrollo equitativo,

4. Y si eso no fuera posible quiero un Ministerio de Industria que deje de ser una aceitada burocracia en la adjudicación de subsidios o reintegros y que presente y ejecute con eficacia un programa de desarrollo que esté a la altura de las necesidades del país,

5. Y si eso no fuera posible quiero una Universidad que deje de ampararse en su consabida autonomía e independencia a través de la cual ha logrado convertirse en un ghetto tan aislado de la sociedad que en 2013 siguen graduando 7 ingenieros textiles por año,

6. Y si eso no fuera posible quiero, en un mundo en el que la energía va camino de convertirse en un bien DEMASIADO escaso, una reestructuración generalizada de las regulaciones, beneficios y penalidades en el uso de la energía, que incluya prisión perpetua (en este blog no estamos de acuerdo con la pena de muerte, sólo por eso) para esos arquitectos que planifican una torre de 45 pisos sin la más mínima consideración por la cuestión energética, solucionando todo con equipos de aire Split en cualquier lado, aprovechando silenciosamente las tarifas eléctricas de un gobierno que detestan,

7. Y si eso no fuera posible quiero una Unión Industrial que alguna vez haga ALGO interesante, algo productivo, algo valioso para nuestra sociedad,

8. Y si eso no fuera posible quiero que Melconián pague una jugosa multa cada vez que tira un pronóstico pedorro en televisión, con la misma livianda con la que mi prima acepta cafés con desconocidos

9. Y si no fuera posible quiero una bicicleta aurorita roja rodado 20 con rueditas, canasta y bocina, fabricada en Argentina.

Cómo que la carta llegó tarde y que el día era ayer?!?...

Maldición, otro año sin regalo. Reyes putos.

(...debe ser culpa de Macri y el cambio de huso horario...)




viernes, 3 de enero de 2014

La Venta de Caridades



Una crisis de proporciones se desató en Occidente cuando un hasta entonces ignoto monje alemán clavó en la puerta de la Catedral de Wittenberg, en 1517, las 95 tesis de protesta contra la actividad de la curia romana, en un acto que gatillaría la Reforma Protestante. La más provocadora de dichas tesis, y gota que colmaba el vaso, era la relacionada con la venta de perdones a la nobleza para conseguir los fondos para construir la Basílica de San Pedro.

Casi 500 años después, el sentido de la historia parece revertirse.

Para mayor comprensión de este diagnóstico, sugerimos leer los siguientes párrafos, traducidos de una nota que llega a nuestra redacción gracias a nuestra enviada especial al país del norte, @mecasullo

El billonario fundador de Home Depot, Ken Langone, tiene un mensaje para el Papa Francisco.

Donante mayor de los Republicanos, Langone dijo a CNBC en un nota publicada el lunes que ricos como él mismo podrían cesar su acción de caridad si el Papa continúa haciendo declaraciones que critiquen el capitalismo y la inequidad de ingresos.

Langone dijo que estaba preocupado por los comentarios del Papa sobre una cultura de la prosperidad excluyente” que podía hacer de los ricos “incapaces de sentir compasión por los pobres”.

Langone, que es líder en el esfuerzo para juntar dinero para la restauración de la Catedral de St. Patrick en Manhattan, dijo que le transmitió estas preocupaciones al Cardenal T. Dolan en Nueva York. Específicamente dijo que le informó que habló con un donante que podría ceder millones de dólares al proyecto de la catedral pero que estaba preocupado por el énfasis papal en “lo excluyente”.

Le he dicho al cardenal “Su Eminencia, es otra valla con la que espero no tengamos que lidiar. Se requiere ser cuidadoso con las generalidades. Los ricos de un país no actúan igual que los ricos de otro país”, dijo Langone.

La cadena CNBC también habló con Dolan, que dijo que le respondió a Langone que las preocupaciones del donante anónimo parecían basadas en “un malentendido del mensaje del Santo Padre.”


“El papa ama a los pobres. También ama a los ricos”… así que le dije, “Ken, gracias por traérmelo a mi atención. Tenemos que asegurarnos que este caballero entiende correctamente el mensaje del Santo Pare.” Y luego creo que dijo “Oh, Ok. Si es el caso, por favor cuéntame para la Catedral de San Patricio” dijo Dolan. 

Tenía que llegar la doctrina peronista y encarnarse en un Papa para que la rama vaticana del Justicialismo empezara a generar incomodidades cristianas en algunos salones de la aristocracia mundial.



jueves, 2 de enero de 2014

Trampa y Conjuro



Dio vida a un complejo ingenio
puso su arte en los detalles
pensó delicados rodeos en su laberinto
instantes de pausa 
y contemplación
seguidos de entusiasmo
y magia

miró a su alrededor con detenimiento
y midió con precisión cada artimaña
se aseguró que cada nodo del artilugio
y cada claroscuro de su magia
lograran el efecto buscado
en la 

pensó situaciones,
se impuso preguntas,
sometió su diseño a pruebas terminales
y cuando todos los casilleros fueron salvados
y los controles aprobados
y su orgullo se hizo de hierro
y su autoestima de oro
o sea

cuando el proyecto se tornó 
infalible
seguro
cierto
indefectuoso
perfecto

recién ahí retrocedió en sus pasos
y salió al mundo
y rehizo el camino
y, conforme a sus sesudos planes, encontró a la amada

quitó los obstáculos
entornó los ojos
desplegó el hechizo
recordó los ensayos
corrió el telón y
liberó la cábala

ella, digamos tímida
digamos pausada
ingresó al redil
tantas noches conjurado
y quedó embelesada
digamos extasiada
o cautivada
o tan solo 
digamos encantada

tanto 
que tenerla en su lecho desnuda húmeda radiante 
fue un simple paso de danza
y fue también placer dos veces
por el perfume de ella
o por el tino de su máquina

y cuando el clímax era sólo una espera, 
una demora
ella lo miró a los ojos
acercó sus labios
entre sus pestañas se filtró un diamante
que parecía una  lágrima
y como una daga,
como un estaca plateada 
le hundió un “te amo”
tenue como una brisa

y en ese instante 
su ingenio, su obra maestra de la razón 
y todas las horas dedicadas
implotaron es sus manos

su artilugio fue una máquina oxidada
y su diseño, como él,
un papel en desgracia



miércoles, 1 de enero de 2014

Radares (III) - Don't get high on your own supply



El otro gran problema inmediato al que se enfrentaba la economía argentina y, en consecuencia, la estabilidad social y política, es el del frente externo. Cambios ocurridos en el sentido del flujo de divisas en ciertos rubros significativos que aportan a las reservas del Banco Central hicieron que estas ingresaran en derivada negativa y se iniciara un período de disminución de las mismas.

Las estrategias de solución del problema pueden ser varias. Una de ellas, por ejemplo el clásico análisis al interior de cada rubro para intentar entender porque los egresos fueron creciendo más que los ingresos.

Otra solución consistió en analizar si la paridad nominal que mantiene el peso con el dólar era la correcta. En efecto no fueron los reclamos de los caceroleros pidiendo dólares para irse a Miami o Punta del Este los que sonaron la alarma en el control central del equipo económico, sino la sensible caída en las exportaciones de productos que venían teniendo una gran performance hasta bien entrado el 2011. Dicha caída hablaba de una caída de la competitividad, especialmente en las economías regionales. Un rápido repaso de la situación en el puente principal del barco llevó a una conclusión amarga pero inevitable: el tipo de cambio real multilateral del peso se había atrasado de manera sensible. La causa raíz, según este blog, es que desde un largo período íntimamente relacionado con el exceso de confianza que dio el triunfo electoral de 2011, habíamos estado consumiento nuestra propia mercadería.

Nos permitimos una profundización para nuestros lectores legos: la cotización del dólar que figura en las pizarras de las city es el tipo de cambio nominal. Es un indicador útil pero no es la mejor referencia de competitividad de nuestra moneda. Esta está determinada por ese tipo de cambio (nominal) pero dividido por la relación de inflación las economías de ambos países. Se lo conoce como tipo de cambio REAL.

Como ilustración, si la economía de un país A sólo tuviera vinculación comercial (exportación e importación) con un único país B, la relación de estructuras de costos determinada por el tipo de cambio entrambos sólo sería un factor importante como instantánea de una realidad económica. Si la inflación de B fuera alta durante un largo período respecto de la de A, inevitablmente esto también afectaría negativamente su estructura de costos (la de B), quitándole competitividad. Así, el tipo de cambio AB podría ser nominalmente el mismo y sin embargo, a lo largo de los meses habría un deterioro en la competitividad de B.

Dado que raramente un país tiene comercio con un único país extranjero, sino con muchos, el tipo de cambio real no es uno sino muchos, ponderados por la proporción de comercio que se tiene con cada país y con sus respectivas inflaciones. Este algoritmo medianamente complejo y muy dinámico (hay que relevar las inflaciones y proporciones de comercio con cada país socio) se denomina tipo de cambio real multilateral, conocido como TCRM. Y si nuestro lector pudo seguir el razonamiento pobremente explayado, verá que la inflación de Argentina juega en todos los términos importantes.

Ahora bien: si en lugar de usar una inflación verdadera, usamos los índices de Moreno (menores), y sostenemos este eufemismo a lo largo de años, lo que vamos a tener es una ilusión algebraica que nos lleve a pensar que el dólar de $ 4,90 del 31 de diciembre de 2012 era un tipo de cambio competitivo, cuando la realidad de los precios generales de la economía argentina decía otra cosa. Esto, que creemos merece la moraleja que Michelle Pfeiffer le sugiere a Tony en Scarface, es decir haber consumido de nuestra propia mercadería, configuró un enorme tiro en el pie que tuvo sus consecuencias y los efectos están a la vista.

Con el dólar a 6,50 se revierten varios de los flujos de divisas no deseados y se revitalizan las economías exportadoras y regionales. Además de liberarnos de las opiniones de los economistas zombies que como un mantra piden ajuste de las cuentas fiscales. Esta idiotez (ahora de ellos) se revierte con la sola existencia de un tipo de cambio competitivo, que está más cerca del actual 6.50 que del anterior 4,90, la que reactiva la economía y le mete combustible a la recaudación y los ingresos al Tesoro. Demás está decir que también quedan knockout todos los argumentos de los zombies devaluadores tirados livianamente en un estudio de televisión o medio de comunicación masivo, sin ningún criterio ni basamento en la realidad.

Lo antedicho pone de manifiesto algunas cosas:

- Que la inflación del INDEC es un verso que recién irá camino de una solución cuando se la empalme con el inminente IPC Nacional, algo que le pedimos a las autoridades de gobierno que no nos cuenten porque sus afirmaciones podrían poner en riesgo acciones judiciales de los bonistas que cobran sus talones indexados con CER

- Que en efecto hemos estado aspirando lo que vendemos y último, pero más importante

- Que conviene seguir sin darle la más mínima pelota a los portavoces de la oposición dura, a esta altura de la soireé desesperada por cristalizar esa patética profecía que dice que cada 10 años la Argentina estalla. Mas bien sospechamos que si se acomoda lo inmediato y se soluciona lo mediato, la van a tener adentro un largo tiempo más.