miércoles, 2 de diciembre de 2009

Crispación



Hay crispación en el ambiente. Está todo crispado. Tengo algunos años, no muchos, pero hacía mucho que no veía este nivel de crispación. Es más, en realidad creo que nunca lo había vivido. Los ánimos crispados. Los gestos, las manos, la mirada, todo crispado.

A la crispación que había en el Puente Pueyrredón la fatídica mañana de Kosteki y Santillan los medios no la detectaron. Detectaron una masa informe de piqueteros que trataban de ganarle la carrera al frente de gases lacrimógenos y balas de goma que se convirtieron, sin que mediara advertencia, en balas de plomo.

En el 2001 tampoco. No estaba “esta” crispación. Creo que era stress. Algo parecido a un stress social: ir al banco en diciembre, después de una cola de dos horas, una parte de ella afuera, bajo el agobiante calor del verano (los bancos no querían que la cosa se crispara adentro), y salir con los 250 pesos límite que permitía el corralito para tratar de irse de vacaciones a un cajero automático. Y en el camino de salida encontrar uno que silbara un tango que no me gustaba o una vieja que me miraba torcido para rajarle una puteada terapéutica. No era crispación. Era frustración. Y se descargaba en lugares más imprevistos.

Se acuerdan de los bocinazos en las colas del peaje? No era crispación, era derrota.

Con la Rata no había nada de crispación. Ni un miligramo. La crispación estaba lejos: en Cutral Co, en Lules. Acá no había tiempo para crispación. Había que juntar la platita para la cuota de la heladera. Yo no recuerdo crispación. En todo caso recuerdo indignación el domingo a la noche en el programa de Lanata, con Zloto y Tenembaum arrojando leña. La edición de Amarillo 12 al día siguiente de la acusación presidencial. Chanzas a lo loco había. Pero crispación, ni un poco.

Hubo un poquito de crispación con Alfonsín, pero casi ni se notó. El plan Austral vino a poner las cosas en calma y a decirle chau a la crispación en el debate Caputo Saadi. Creo que eso fue lo más crispado que pudimos testificar.

Con los milicos la crispación no existe. Olvidate. Cualquier crispación terminaba en El Olimpo, o en Club Atlético, o en la ESMA.

Sigo para atrás y mi memoria política e histórica empieza a traicionarme. O directamente a mostrar agujeros como un queso. Hasta que entra en un vacío que sólo es suplido por “La República Perdida”. Me suena a mucha crispación durante la vuelta de Perón y seguramente algo más con Illia, pero ahí me parece que la combatían con tortugo-terapia en la Plaza de Mayo.

La que me hace un eco crispado muy elocuente con nuestro “Kristina Konchuda” es aquel “Viva el Cáncer”, allá por el ’52. Me parece que esa pintura en un paredón habla de un toco de crispación. Crispación a lo loco.

Me mandé un crispadógrafo, para tratar de identificarla (click para agrandar). Donde la curva crece mucho, crispación máxima. La encerré en círculos.



Ah, perdón. El diagrama sobre el que está construido es la serie de participacion del factor trabajo, de la masa asalariada, en el PBI argentino según lo estimaron Graña y Kennedy.

Chau, chau, chau, chauuuuuuuu!!!



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12 comentarios:

Mendieta dijo...

Jua.Muy bueno, eh.

Sergio De Piero dijo...

Epa! muy bueno.

Sin Dioses dijo...

Contradicto en la epoca del Carlo yo vivia en Perez un pueblo ferroviario, estabamos derrotados, no habia crispacion, habia tristeza, derrota profunda, que sucedio despues que perdieron los telefonicos y la peronista federal de Maria Julia era hermosa y divina. Los crispados de hoy festejaban nuestra derrota con la plaza del si, y con viajes al exterior.
En el 2001 ya viviendo en Rosario, me acuerdo que estuve 4 meses esperando que me entre algun trabajo. Me endeudé tanto que terminé de pagar en 2003, solo para sobrevivir, pero cuando hablo de sobrevivir, hablo de comida y alquiler nada más. La memoria es lo único que nos hace libres. Algunos tienen Alzeihemer social.

guille dijo...

Cartoneros,cartoneros...

Tito Rosé dijo...

Espectacular!!!!!!!!!!!!!!!!

Udi dijo...

Estimado: casualmente la serie coincide, casi punto por punto, con las campañas de Central Córdoba.
¿Ud. cree que todo tiene que ver con todo?
Abrazos estadísticos...

QARLA LUCERO dijo...

muy bueno!

Musgrave dijo...

Contradicto muy bueno. Pero nos debemos la explicación de porque en los primeros 90 el cripadógrafo falló. Según tu gráfico debía haber otro pico de crispación.
Creo que es una ilusión óptica, pasé por el Ceped y el salto se da entre 1990 (38,6%) y 1991 (43%)(puro efecto estabilidad, chau hiper.
Dopo 92 (45,5%) y 93 (46.2%),y ahi comienza el gran descenso.
Estos números reflejan la tristeza de los paisanos de Sin Dioses.

Saludos

Udi dijo...

Musgrave: buena observación. Sin embargo, creo que en los años que Ud. refiere la "crispación del capital" ante el "salariazo" y la "revolución productiva" se moderaba ante el entusiasmo por las reformas de Primera Generación de Cavallo. Por otra parte, y tal como dijera Vito Corleone en la parte censurada de "El Padrino": "Los números no importan, Michael, lo que cuenta es la interpretación", también dentro del conjunto de las clases subordinadas existen diferencias, matices, y hasta contradicciones secundarias, que el capital se encarga de azuzar, promoviendo la desunión de aquellos que pueden - si se mueven - hacer temblar la pirámide sobre la que ellos se asientan.
Salud y Resistencia !

Contradicto de San Telmo dijo...

Estimado Musgrave, si lo analiza en completo verá que en cada caso, a una caída abrupta en la medición le sigue una recuperación que en mi opinión opera como efecto "amortiguador" (en especial de los ánimos sociales) que resultan de cada fenomenal ajustazo que vivió nuestra clase trabajadora.

Por ejemplo tenemos el caso del comienzo de la recuperación que se da en línea con el inicio del Proceso de Reorganización Nacional. Ahora bien, comparado con la caída previa (el Rodrigazo) el rebote solo recupera una parte del valor máximo previo. También tenemos el crecimiento en la época de Illia que no alcanza el mejor valor logrado en la segunda presidencia del General. En esos casos el establishment consiente, sabedor de que nunca se alcanzará valores que ellos consideran insustentables en el largo plazo.

Lo que "crispa" los ánimos son esos procesos en los que no hay antecedentes de la magnitud alcanzada (el primer, segundo y tercer peronismo son notables en ese sentido) o bien que, como es el caso actual, recuperado el mejor nivel previo (2001) existe una ínfima posibilidad de que la recuperación continúe convirtiéndose en crecimiento neto. Es la crispación del "no pasarán", del "deberían sentirse satisfechos".

No tengo que recordarle, Musgrave, que esa curva debe mirarse con un fuerte sentido político.

Gracias a Ud. y al resto por pasar.

santix dijo...

Yo creo que la explicacion pasa por "Quien lo paga?", no el blog sino en realidad ¿quien lo pagó al crecimiento de la participacion del trabajo en el PBI?
El proceso endeudo fuertemente al pais, el alfonsinismo tambien tuvo que financiarse externamente, y la Rata pago con venta de activos acumulados por generaciones de argentinos y los consiguientes negocios con las privatizadas mantenisn contentos a los que se crispan.
Los momentos de crispacion corresponden a periodos de transferencia entre sectores.

Musgrave dijo...

Santix, usted tiene razón