miércoles, 9 de febrero de 2011

La Mesa de los Argentinos I


No es moneda corriente dedicarse a un balance de gestión cuando todavía faltan meses para el final del mandato presidencial de esta segunda administración kirchnerista. Menos aún cuando esos meses van a estar inundados por la dinámica de campaña, llena de slogans, conceptos vacíos, chicanas y debates más artificiosos que medulares, seguramente monitoreados por la perversa agenda mediática.

Quizás asumiendo, y no es audacia, que el devenir político de aquí hasta el 10 de diciembre va a ser, en términos de gestión, pura continuidad. Y quizás aprovechando ese resquicio de calma que precede a la tormenta proselitista que ya empieza a sentirse, es que nos dedicamos a tratar de sintetizar lo que vino ocurriendo y lo que eso deja para el futuro.

Como es esperable, si este fuera un blog de análisis económico, nos dedicaríamos a alabar los superávits gemelos, o la re-captación de los fondos previsionales por parte del Estado o el sostenimiento de una política redistributiva consistente. Y, por supuesto, alertaríamos amigablemente respecto de la inflación y de algunos aspectos de nuestra microeconomía industrial.

Si este fuera un blog de análisis político, nos dedicaríamos a alabar la resiliencia kirchnerista, su capacidad de protagonismo y hasta su habilidad, que terminará de cotejarse estos meses, de dominar las taimadas aguas del mar de las contradicciones internas (progresismo K versus ortodoxia pejotista su casus belli actualísimo). Y a dar voces de aviso respecto de una débil capacidad de publicitar actos de gobierno y de la necesidad de una re-priorización de los destinatarios centrales de políticas sociales activas.

Si este fuera un blog ultra K, nos dedicaríamos a alabar las chicanas radiales de Aníbal F, o las escuelas, hospitales y kilómetros de asfalto volcados durante los últimos 7 años y pico sobre el mapa nacional. Y alertaríamos sobre Magnetto y la genuflexión de algunos políticos opositores respecto de sus preferencias.

Si este fuera un blog de análisis deportivo, nos dedicaríamos a destacar monotemáticamente la belleza de Gisela Dulko. Y nada más.

Pero como este es un blog cartonero, tratamos de encontrar lo que necesitamos: material para reciclado. O, mejor decir, tres activos simbólicos que definen un legado sustentable que el kirchnerismo ya le dejo al país por venir.

Y si usted pregunta por qué tres, pues porque somos vagos. Y porque tres puntos, decía nuestra maestra de matemática de quinto grado, definen un plano. Eso sí, para ser válidos y genuinos, los tres factores elegidos tienen que ser autónomos y por tanto, ninguno de ellos surgir como consecuencia de los restantes (la única premisa para un plano geométrico es que los tres puntos no estén alineados, no?).

En resumen, y para que nuestros lectores no demoren ya más su acostumbrada “recorrida por los blogs”, postulamos los que consideramos tres grandes legados que deja el kirchnerismo. Tome nota señora, tome nota señora:

· Autoestima
· Juventud
· Honestidad política

En futuros posts hablaremos de cada uno de ellos.

Pero ya ninguno depende de Cristina. Como los buenos legados, ya la superaron. Ya ninguno de los tres es reversible en el mediano plazo. Y ya, ninguno de los tres, es soslayable.

Ya tiramos la piedra. Ahora escondemos la mano.
.

2 comentarios:

MaxD dijo...

Buen material encontraste revolviendo. A mí me gusta mucho el tercero. Importante para torcer las discusiones cuando te ponen el disquito de la corrupción y el peligro de populismo.

Anónimo dijo...

Muy buen texto. Espero otras piedras.
Me gusta la ligera dualidad de sentidos de resiliencia: por un lado capacidad para superar traumas y por otro, no tan distinto pero con otras implicancias, capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Siempre se aprende algo nuevo, se agradece.
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=resiliencia
No es en parte la política la capacidad de 'asumir con flexibilidad' al mismo tiempo que mantener un rumbo con honestidad y perseverancia?

En cuanto al plano, o los tres puntos que lo definen (ingenioso lo suyo) me tendrá que explicar por favor por qué esos en prioridad, más allá de su independencia entre sí. SOn bastante generales y amplios esos puntos. Cuando lo pienso por mi lado pienso en soberanía, como lo primero a marcar, y todas sus facetas e implicancias doctrinarias. Soberanía política, económica, inclusión que hace a la soberanía.
Mis respetos
Ladislao Fokas