Conjurados y hábilmente desactivados por parte del gobierno
los intentos de golpe de mercado, en primera instancia por vía de corrida
cambiaria entre diciembre y enero pasados y luego por su sucedánea y
peligrosísima espiralización de precios, las facciones dominantes ven cómo se
agota el tiempo y se licúan las posibilidades de recrear las condiciones de sometimiento
de los sectores populares y el retorno a las tradicionales políticas de ajuste
del cinturón que, de aplicarse, afectaría centralmente a los sectores medios de
la sociedad, que nuestros lectores no deben confundir con la autodenominada “clase
media” que emerge a expresarse caceroludamente cada vez que le instalan un
corralito, sea a sus ahorros más líquidos, sea a sus ilusión de
seguridad en verdes.
Los días y las horas desesperantes que pasan y que, de no
mediar novedades altisonantes, concluirían con el acto más imprevisto y
elogiable de la historia argentina reciente: la entrega del bastón de mando y
banda por parte de una presidente que siendo mujer, peronista y populista, cierra
con ello el más exitoso y próspero doble período presidencial de nuestra historia.
Ese acto de civilidad
y democracia será, al mismo tiempo, una puñalada al corazón del poder vernáculo, un evento que ni siquiera un coronel viejo y zorro pudo cristalizar: la constatación meridiana y
definitiva de que es absolutamente factible y no menos deseable un camino alternativo al del tedioso
y repetitivo monólogo de la racionalidad dominante, camino que muy pocos países
están recorriendo de una manera soberana y autónoma.
Este acto, independientemente de la ideología, la extracción
y el perfil del futuro primer mandatario, le pone bien alto el listón de excelencia
democrática y prepara a las tropas populares para el asedio ante la primera
regresión gravosa en el camino trazado.
Es por aquellos bloopers veraniegos que los factores de poder han debido
desplegar en las últimas semanas una nueva táctica de erosión que ponga contra
las cuerdas y desoxigene al kirchnerismo. Creemos reconocerla y nos sorprende lo escuálido de su contenido.
El despliegue cuenta, cómo no, con el nutrido enjambre habitual: los tradicionales cucheteros del piso en vivo de TN, los inmaculados observatorios
sociales del opus dei, el altisonante ciclo “Interrumpámonos sin Saber” en el prime time diario de
America, las rigurosas y metódicas consultoras que compiten con el INDEC en el
despliegue de recursos para averiguar la inflación pero nadie sabe como los pagan, en fin:
el dispositivo de siempre, pero ahora anunciándonos que “estamos peor que en
2003, estamos peor que nunca”.
Si no fueran gente peligrosa, casi podríamos afirmar
que la idea fuerza fue diseñada por Capussotto y Saborido para su personaje Arnaldo Perez Manija.
Desintegrar esta bola de nieve conceptual con la que
intentan intimidarnos nos debe obligar a dos cosas: en primer lugar desestimar
por capciosa la discusión sobre cuál es y dónde está la línea de pobreza; en
segundo lugar ayudar a nuestros compatriotas a hacer un poco de memoria, la
mayoría de nosotros guarda recuerdos y conciencia sobre la angustiante realidad que vivíamos
en 2003.
La desintegración de la burbuja de jabón respecto del mito que se intenta instalar sobre crecimiento de la
pobreza es muy sencilla y se ejecuta de la siguiente forma.
PRIMERO*
El producto bruto argentino (lo que vulgarmente denominamos
LA TORTA) casi se duplicó entre el 2003 y 2013. Creció un 90%. No son datos
propios. Son datos de la CEPAL. Guarde este dato en su calculadora por un
ratito, solo un ratito.
SEGUNDO
En el mismo período (último trimestre 2003 vs último
trimestre 2013) la reducción progresiva de la brecha de ingresos fue
espectacular. Repito: ES-PEC-TA-CU-LAR.
La relación de ingresos entre los
hogares del decil (10%) más pobre y el decil más rico de nuestra población
eran, en el último trimestre de 2003, de
24.14 veces.
La misma relación en noviembre pasado fue de 13.38 veces.
Estamos diciendo que pobres y ricos acortaron la distancia económica que los separa a prácticamente la mitad.
TERCERO
El ingreso promedio en dólares de un hogar del decil más
rico de la Argentina en 2003 era de 1.300 dólares. Diez años más tarde, en el
tercer trimestre de 2013, ese valor fue de 3.894 dólares.
Para evitar la chicana barata, agreguemos que no son exactamente los mismos dólares: la deflección de esa moneda equivale a la
inflación norteamericana en ese período: 24.7%
Eso nos permite decir que en dólares de 2003,
el ingreso del decil más rico en 2013 fue de 3123 dólares, un crecimiento del
140% en términos reales
CUARTO
Los datos anteriores corresponden al último trimestre del 2013 y son los que utilizamos porque son lo último publicado. Para evitar el argumento de que omitimos la devaluación de enero de 2014, simplemente ajustamos todo lo dicho por la inflación del primer trimestre de 2014, que ronda el 10%. Es decir que la degradación de los términos está en ese orden.
ENTONCES
Juntamos todos los datos anteriores. Ni siquiera necesitamos
una calculadora. Con buena leche alcanza:
- Si la torta a repartir se duplicó.
- Y si los ricos de ahora son más que el doble de ricos que en 2003.
- Y si los pobres de 2013 están ahora a la mitad de "distancia de ingresos" de lo que estaban cuando nuestros ricos eran menos ricos, en 2003.
Cuál es el cálculo que los Melconian, los Loustau, los
Sturzenegger, los Espert, los Broda hacen para decirnos, sin que se les mueva un músculo de la cara, que estamos peor que en el 2003????
NOS PREGUNTAMOS
Dónde están los clubes de trueque?
Dónde está el Tren Blanco de los cartoneros?
Dónde está Castells y sus cortes permanentes e interminables de Avenida de Mayo y 9 de Julio?
Dónde están las 17 provincias sin clases?
Dónde está “la crisis que causó dos nuevos muertos”?
Dónde está el aeropuerto de Ezeiza y las amargas despedidas de los que no aguantaban?
Dónde está el 25% de desocupados?
Dónde está el 49% de precarizados?
Dónde está Barbarita, llorando de hambre?
Eso...
Dónde está Barbarita?
*IN TEMPO
El INDEC ha informado que el cambio de base de su Depto Cuentas Nacionales tendrá impacto sobre el cálculo de variación del PBI, y en las primeras estimaciones estos datos van a la baja. Los nuevos valores en el período descripto se estiman en el orden del 65%. Es de esperar que CEPAL acompañe con correcciones acorde.
Como sea, esta variación no hace mella sobre el análisis cualitativo ni cuantitativo del post: la sola confirmación de crecimiento o mantenimiento del producto nacional colabora sobre la tesis central: si hay más para repartir y se cumplen los postulados SEGUNDO, TERCERO Y CUARTO, todo lo dicho sigue valiendo.
*IN TEMPO
El INDEC ha informado que el cambio de base de su Depto Cuentas Nacionales tendrá impacto sobre el cálculo de variación del PBI, y en las primeras estimaciones estos datos van a la baja. Los nuevos valores en el período descripto se estiman en el orden del 65%. Es de esperar que CEPAL acompañe con correcciones acorde.
Como sea, esta variación no hace mella sobre el análisis cualitativo ni cuantitativo del post: la sola confirmación de crecimiento o mantenimiento del producto nacional colabora sobre la tesis central: si hay más para repartir y se cumplen los postulados SEGUNDO, TERCERO Y CUARTO, todo lo dicho sigue valiendo.
3 comentarios:
Ovación /Mabel
Buen análisis,
sólo un detalle, el o los trenes blancos siguen existiendo. Hay uno del San Martín, que vi llegando a la estación Chacarita
Los grandes medios y los contreras nos chicanean con la bragueta abierta. Pero ojo que está haciendo falta manejarse con mayor cintura y ajuste fino, para no entrar en los viejos juegos de la economía argentina, y en esto hay todavía muchos faltantes...
Abrazos!
Gracias Mabelita.
Coincido Vincent. Pero quiero recordarle que si algo ha subrayado este blog es lo que usté indica.
Pero ante la embestida recién inaugurada vale la pena poner las cosas en su lugar. Muchas gracias por el comentario.
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