viernes, 10 de septiembre de 2010

AUH

Hoy el Página publica que Cristina decidió que se siga pagando la AUH hasta diciembre a todos aquellos que actualmente la cobran. Saludamos la noticia que nos pone contentos.

A partir de ahora, y hasta diciembre, la ANSeS evaluará todos los casos de chicos que van a colegio privado, para determinar cuáles deben seguir cobrando  y cuáles no. Bossio informa, por otro lado, que los alumnos en esta situación son algo más de 42.000 (y no 300.000 como dijo Clarín y yo reproduje aquí).

Me quedo con unas líneas de Bossio (negritas mías):
La Anses realizará un estudio de campo riguroso y exhaustivo en cada una de las escuelas privadas inmersas en esta situación para analizar caso por caso y determinar la necesidad de la prestación. Porque, por ejemplo, hay 11.930 alumnos de colegios privados que pagan una cuota superior a los 100 pesos. La AUH no fue concebida para subvencionar la cuota de un colegio privado, que en muchos casos encima ya tienen el apoyo del Estado.

Con todo respeto, a mí me sigue pareciendo un error de concepción.
El primer peronismo implementó las que hoy conocemos como asignaciones familiares para todos los hijos de trabajadores formales. Esas asignaciones se siguen cobrando hoy. Los asalariados de altos ingresos que pagan impuesto a las ganancias no reciben asignación, pero a cambio pueden descontar del pago del impuesto los recursos que destinan a la mantención de sus hijos. O sea, la cobran (indirectamente).

Resulta que a la Argentina le pasaron 25 años de achicamiento del aparato productivo (1976-2001), en medio de un contexto internacional (organizativo, tecnológico), que modificó fuertemente la situación original.
Muchos argentinos permanecen sin trabajo todavía, muchos viven de changas, muchos son robados por sus empleadores que les sustraen mensualmente sus aportes a la seguirdad social, muchos son monotributistas, o empleadas domésticas con familias a cargo. Mucho, también, se mejoró la situación en estos años, pero el problema sigue estando.

La AUH, entonces, es una idea extraordinaria si la concebimos como ampliación del derecho de asignación familiar, para todos aquellos que por causas ajenas a su responsabilidad lo perdieron.
Esta manera de concebir la AUH la vuelve mucho más legítima, a mí entender, que la concepción como subsidio a la pobreza, que es la que manifiesta Bossio cuando habla de "necesidades de la prestación".  La AUH no puede ser convertida en una limosna. La tarea del momento es generar las condiciones para que estos grandes avances en materia de justicia social se solidifiquen, y queden definitivamente plasmados como política de Estado, inalterable para cualquier administración futura.

Tenemos que darnos este debate. Tenemos que discutir si es justo o no que se pongan condicionalidades a su cobro.
Porque en esas discusiones se juega el futuro de la AUH. Y se juega también el sueño de la Justicia Social.

Sé que me repito mucho y repito comentarios de compañeros que creo que me sabrán disculpar. Me gustaría que ahora y hasta diciembre, aprovechemos la situación para darnos este debate.

7 comentarios:

Tomás dijo...

Mariano, perdí tu mail!

Che, no colgás este post en AP y lo ponemos en principal?

Si te copás.

guido dijo...

Eso, eso.

Abrazo

Mariano dijo...

Ahí lo colgué Tomás.
Le puse la misma foto, pero si se la quieren cambiar, denle.

El mail es marianoblog46@gmail.com .

Fede Vázquez dijo...

Perfecto. Además, la idea de atarla a las asignaciones familiares, fue una inteligente forma de superar el pedorro debate sobre si esto debían cobrarlos los niños ricos o no, como planteaba Carrió. La "universalidad" está en que el Estado se responsabiliza por la informalidad laboral de los padres, y así, todos los hijos quedan a cubierto. Toda otra restricción es injustificada.
Insisto con algo que preguntaba en varios blogs y nunca tuve respuesta: ¿existe un lugar dónde se brinde la información de cuanta gente se suman mensualmente a la Asginación? Dato importante para ver la ampliación o no que va teniendo.
saludos!

Anónimo dijo...

que pena que no hubo debate parlamentario por la AUH, habiendo estado todos los partidos dispuestos a darlo.

Mariano dijo...

Anónimo: a mí me parece que el actual es un muy buen momento para que se dé el debate parlamentario.

Ante de que se implementara la asignación, la falta de acuerdo (por mezquindad política o por lo que fuera) hacía que la cosa quedara en la nada.
Hoy hay algo, una base. Sobre esa base, lo único que nos queda es mejorarla. A través de la discusión: parlamentaria, en los blogs, en la calle.
Un abrazo.

Luis Quijote dijo...

Analizando el párrafo donde dice: "...queden definitivamente plasmados como política de Estado, inalterable para cualquier administración futura", y previendo las alternativas que podrían existir (o no) en el futuro, pregunto:

Si llegasen al Ejecutivo Macri, Solá, Patricia Bullrich, Duhalde o Rodríguez Saá...
¿Cuanto demorarían en ELIMINAR estos beneficios al proletariado, aplicando las recetas de Joe, Mingo, el bulldog?

Más que debate (peligro Carrió & Cía.), me gustarían medidas para impedir volver a fojas 0 y que nos reciclen.

Cordial abrazo.