El último informe “Reporte Global de Salarios 2014/2015”,
emitido ayer por la Organización Internacional del Trabajo, parece redactado
por Kunkel.
No es para menos, pues pone a Argentina, junto a Brasil,
Rusia y China como los países que lograron mejores avances en equidad por vía
de mejoras en el salario real de los trabajadores.
El informe contiene información precisa respecto del crecimiento
comparado entre desarrollados y emergentes. Queda claro que la recesión es
global y los efectos de la crisis financiera que se inició en Wall Street en 2008
están lejos de desaparecer.
En el gráfico, en rojo los países desarrollados, en azul los emergentes y las barras con el agregado global del crecimiento de producto bruto.
El informe toma los países del G20, que se pueden dividir en
dos grupos claramente diferenciables: los desarrollados y los emergentes, y
analiza las variaciones de salario real en el período. Las diferencias a favor
de los emergentes, liderados por China, son contundentes.
Las barras rojas son los países del G20 desarrollados, y las verdes los emergentes.
En su segunda parte el protagonismo lo cobran Argentina y
Brasil, pues se habla del efecto real de salarios en la estructuración
progresiva de la distribución del ingreso: en una comparación de 130 países se
muestra como Argentina es el país cuyos asalariados lograron una mejora del 87%
de reducción de la desigualdad, seguidos por Brasil con el 70%.
El informe es, además, devastador respecto de las políticas
de salario y empleo en países centrales y no se priva de castigar a Estados
Unidos, Japón, España e Italia en cuanto al pobre acompañamiento que hicieron
los valores salariales respecto al aumento de productividad de esas economías.
Recordamos que productividad es la tasa de producción del
factor trabajo, medido por unidad de tiempo de servicio, un valor que crece
constantemente; y salario real es el salario nominal afectado por dicha tasa. Si
los trabajadores españoles de una terminal automotriz, dedicando las mismas
horas aumentan la cantidad de autos producidos, el lógico que su salario
debiese acompañar de alguna manera esa mejora que le generan a su empleador.
Pues no es el caso en esos países (desarrollados) y el gráfico a continuación lo pone en
evidencia.
En este blog no nos cansaremos de es objetivo principal una distribución del ingreso homogénea en la estructura social nacional, antes que crecimiento, como camino a un desarrollo sustentable. Y el trabajo es el instrumento clave de esta estrategia, que explica la obstinada defensa de parte del gobierno de los niveles de empleo y la lucha contra la desocupación.
Que la representación política del FPV esté abocada a esta tarea, dificilísima en el contexto mundial y regional que transitamos, mientras otros se preocupan en endulzar los oídos de los votantes con consignas casi xenófobas, es lo que se refleja semana tras semana y encuesta tras encuesta.
La sociedad percibe esta asimetría y determina sus preferencias en consecuencia.
En este link el resumen del informe de la OIT en español (recomendable).
En este link el informe completo, que todavía no fue traducido del inglés.
Y este video, con su presentación, muy bien guionada y subtitulada en español.
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