viernes, 8 de abril de 2016

Impresionismo Peronista III



En la entrada anterior concluíamos que nuestro presente y futuro político no se están cocinando en los pasillos y despachos de Casa de Gobierno. Quizás convienen algunas ampliaciones.

Empecemos por decir que nos gobierna una elite de hijos de estancieros cuyo objetivo principal es reinstalar el modelo de explotación que aprendieron meticulosamente de sus padres y luego, suponemos, perfeccionaron. Un solo tuit genial de nuestro amigo @mendieta alcanza para poner en evidencia su inviabilidad:

“El talón de Aquiles está claro: en el gobierno son clasistas. Y hete aquí que de una ínfima minoría. Punto.

El proceso iniciado tiene un solo problemita: o le faltan los fusiles apuntando al pueblo; o el estrés post traumático de haber sido víctima, testigo o parte de un saqueo a un supermercado, un asalto al Congreso; o ambos. No pervivirá. Y no vale la pena detenerse un minuto más en analizar ninguna de sus medidas, la “Banda de los Tilingos” cumple a la perfección lo que predijimos durante meses.

Pero su grado de salvajismo sí es un dato ineludible. Si la virulencia de las medidas fogoneadas por su sector más duro se radicaliza, al interior de la oposición la cancha se inclina a favor de CFK.
Cuanto más salvajes sean, mayor será la propensión social a amnistiar los pecados políticos del kirchnerismo. El silencio cristinista de 120 días es estrictamente funcional a esa estrategia: no decir es no equivocarse, es buscar ser recordada en el antes, no en el barro del ahora.

Es una buena táctica que omitió un detalle: tus adversarios principales pueden convertirse en aliados circunstantes de la tilinguería gobernante.

En algunos espíritus del kirchnerismo emocional esto genera niveles de furia de altísima pureza. Pero están leyendo la política con las emociones. El kirchnerismo los ha educado en esa épica.

Al peronismo territorial le toca el papel del malo. Cuando en rigor está jugando un papel racional: su contradicción principal es la perseverancia kirchnerista en la derrota y su misión no es exterminarla, pero sí disciplinarla.

En eso están: ninguno individualmente se acerca siquiera al caudal que CFK “disponibiliza”. Pero intuyen que corporativamente pueden competirle. Y recurren a todo su arsenal para edulcorar su poder (54 a 16, están siendo efectivos).

Saben que sólo es CON ella. Pero también saben que nunca es BAJO ella. Y está claro que no accederá a bajar por su propia voluntad.

Los acuerdos de coyuntura con el macrismo se inscriben en esta lógica: dotarlo de gobernabilidad para que las chances de CFK se licúen. Pero este peronismo se sabe omnipotente: lo que hoy firma con una mano, mañana lo borra con el codo. Y los Senadores que ayer derogaron una ley popular, mañana mismo podrían aplaudir de pie un default contra Paul Singer. Y los que hoy son traidores invotables un día serán hérores. Vueltas de la política.

Se saben capaces de revertir esa y cualquier otra maniobra que menoscabe soberanía e independencia. Pero primero lo primero: están, como dijimos en las entradas previas, buscando cuidadosa y consistentemente al líder que nos llevará a la victoria.

Necesitan, necesitamos, que este proceso se resuelva lo más rápido posible, dentro de los tiempos de la política. Ya que por ahora la dinámica política está coronando a un solo ganador, Sergio Massa, y un challenger, Urtubey. Estatuas de sal.

Nos gustaría aprovechar aquí para desmitificar de una sola vez ese fantasmita progre: que alguno de ellos va a copar al peronismo y que este se va a "derechizar". Lamentamos desactivar esa tesis que no es más que analgésico para disminuir la angustia progre. Después de 12 años de kirchnerismo no hay ninguna otra posibilidad para el peronismo realmente existente, sobre el que ni Massa ni Urtubey tienen chances (salvo que la obstinación kirchnerista se extienda al infinito), que reeditar esos años maravillosos. Eso sí, reduciendo algunos grados de arbitrariedad e vanguardismo.

La lección fue útil y sirvió y el gracias al kirchnerismo (si él quisiera) podría ser infinito. Pero es mandatorio, irreversible, si pretendemos ser opción real de poder, saltar la pantalla.

Ese pacto, el de un nuevo Frente para la Victoria, que incluye a peronismo y kirchnerismo, que converge y que incluye en lugar de refractar, que suma , se verticaliza y se convierte en el aceitado instrumento de acceso al poder, con el que siempre tiemblan "los gordos arriba del carro", podría fundarse alrededor de Daniel Osvaldo Scioli.



3 comentarios:

Dame un candidato dijo...

Scioli perdió y nos llevó a la derrota una y otra vez. Perdió su propia provincia. Un candidato peronista imposible, contranatura.

PERO si da la lucha y hace carne en su figura lo que se supone que debería ser, la contracara al chorro, indolente, canchero y cagador Macri, como el hombre emprendedor argentino que se sobrepuso a la adversidad, protector del empresariado nacional y su industria, puede ser ese candidato. Scioli sigue sin ganarse su chapa de candidato frente al hombre común.

Con el payaso massa devaluado, el habitante de la ancha avenida sigue pensando en aquel "Randazzo", ese símbolo fetiche de lo que le gustaría votar o haber votado, el bocón hacedor que se plantaba en el medio con seriedad, que escupía a Macri, a Scioli, a massa y le faltaba el respeto a CFK, a la vez que gestionaba la logística del ajetreo diario del tipo común. El problema de Scioli no era ser manco, de izquierda o derecha, menemista, kirchnerista, cristinista o chavista, su problema era que NO GANABA, NO IBA A GANAR Y NO GANÓ.

¿Porqué sigue durmiendo la siesta? ES ÉL Y DEPENDE ÉL, salir a defender al pueblo industrial, empresario y consumidor de la bandita de chorros que se robó la pelota, alambró la canchita y se estan comiendo los sanguchitos. Depende de él salir a pedir por Milagro Sala, a la ONU, al Vaticano, salir a denunciar el desastre social que esta acontenciendo. No lo hace Randazzo, que se vaya a cagar Randazzo, no lo hace CFK, que se vaya a cagar también.
Al que le salga con los tapones de punta a los que le estan quitando la comida de la boca a nuestros hijos a ese vamos a seguir, ¿dónde está que no aparece? ¿Necesita pedir permiso? ¿Todavía existe eso?

El Bosnio dijo...

NO comparto su optimismo. Los resultados salvajes de la alianza no inclinaron la balanza hacia volver a Carlitos ni para amnistiarlo de sus pecados sino que empujó a la sociedad a saltar hacia otro lado. Fue Nestor pero podria haber sido Lopez Murphi.

Como dijo Musgrave el otro dia, no nos sentemos solamente a esperar que choquen la calecita. Pueden no hacerlo y si lo hacen, pueden no empujar las voluntades electorales hacia nosotros.

Creo que lo unico que nos enseña la Argentina, sino el mundo, es que en politica no se pueden hacer vaticinios.

No entiendo porqué dice que la contradiccion del peronismo territorial sea la perseverancia del kirchnerismo.
Si la simpatias electorales fueran hacia CFK, el objetivo del peronismo territorial y de cualquier otro sería sostenerla. Sostenerla y tenerla cerca. Eso haría cualquier politico que ya aprendió que no importa como desea que sea el escenario electoral sino como es. Ninguno, que no sea Magnetto, se cree con capacidad de ir contra el sex appeal electoral nacional.

Lo que sucede hoy es que nadie está seguro de donde quedó CFK y todo su proyecto en la simpatia electoral, nacional o de su distrito. Por supuesto segun sus deseos trataran de instalar una cosa o la otra en busca de acordar posiciones en la lancha ganadora. Pero el dilema es descrubrir cual lo será.
Hoy nadie tiene la menor idea de como saldrá el kirchnerismo de todo esto. (Yo sí, pero me niego a entregar el dato en un blog)

Su numero 54 a 16 es solo el numero de senadores, no es la relaccion electoral. En politica los votos que importan son los proximos, es por ellos que se alinean todos y todas. Y como seran estos no lo sabemos aún, quizas estén en 54 a 16 pero quizas al reves.

Yo no suscribo al desprecio a la traicion. En politica traicion es virtud, lo que no es virtuoso es la tonteria, el error. Si uno traiciona para armar una fuerza poderosa, es una traicion virtuosa. Como la de Nestor y, podria decirse, la de Massa. Pero si uno traiciona un proyecto, le causa daños, pero no construye nada, solo termina tropezado en la banquina eso es una calamidad, no por traidora sino por idiota.
Podría incluir, forzandolo un poco porque no es una traicion pura, la de Randazzo. (Lo que no tiene de traicion lo compensa con error).

Los acuerdos dan gobernabilidad tambien a quienes acuerdan. Son acuerdos que "reciben” gobernabilidad. Para juzgarlos uno debería analizar lo que reciben, lo que dan y qué opciones tenían.
No es momento facil de juzgar todo esto.




Anónimo dijo...

para cualquier antiperonista la mejor opcion es que sigan con CFK, en lo personal, lo lamento mucho.
el peronismo es ganar, la conduccion digito listas etc etc, perdio
ayj