Juan Pablo Varsky en su programa radial matutino hizo una síntesis muy buena de la situación que se presentó en AFA con los clubes de las provincias que participan del Torneo Argentino. El problema surge, como siempre, por el reparto de la guita. Aducen los clubes que lo que les toca en la repartija de AFA no les sirve para financiar la participación en un torneo que se profesionaliza a gran velocidad, y que insume mucha plata por viajes, hoteles y demás. Un reclamo totalmente lógico, que derivó en amenazas por parte de los clubes de no comenzar a jugar, situación que habría sido conjurada por una patoteada de Grondona (me cuesta mucho creer que solamente con amenazas de guapo Grondona pueda infundirles miedo a tantas personas; creo que debe haber algo más para que tantos se le disciplinen, quiero decir, vincularse a AFA debe ser económicamente mucho más atractivo que desvincularse, pero bueno, de mitos también vive el hombre, y el interés económico compartido le quitaría cierto aura heroico a los dirigentes que se oponen a las decisiones de Grondona, que por algún motivo deben querer conservar).
El tema es que una vez hecho el reconocimiento de que la situación para los clubes de las provincias es sumamente injusta, y se basa en una diferencia discriminatoria fundamental (que está muy ligada, de paso, con la estructura fundacional de la Argentina que en dos siglos no fue corregida en sus puntos básicos), y que el futbol argentino tendría que intentar federalizarse en serio de una vez por todas, no creo que la situación actual sea un retroceso respecto de situaciones anteriores, sino lo contrario.
Tengo unos recuerdos hermosos de la época en que se jugaban los torneos nacionales, con clubes de las provincias que no estaban afiliados directamente a AFA, que eran invitados a jugar un torneo corto de unos tres meses junto con los clubes de primera. Las primeras veces que mi viejo me llevó a la cancha, cuando tenía 5 o 6 años, era para ver jugar a Vélez contra Guaraní Antonio Franco de Misiones, Atlético Concepción de Tucumán o Deportivo Roca de Río Negro.
Pero la verdad es que aquella organización que Grondona heredó era casi siempre infamante para los clubes de las provincias, que venían a jugar contra los equipos de Primera División profesionales, en desigualdad de condiciones. Salvo honrosas excepciones pasaban unos papelones gigantescos.
La reformulación de los torneos que hizo Grondona, primero incorporando a los equipos cordobeses definitivamente a los torneos de AFA (metropolitanos), y después con la creación del Torneo Nacional B, configuró un estadio superior en la inserción de los clubes provinciales, en una institución meramente metropolitana como sigue siendo la AFA a pesar de algunos pocos avances (otro es la creación del SADRA de Marconi que, con la funcionalidad infame que tuvo en algún momento, permitió incorporar árbitros de las provincias al fútbol de primera).
Lo que me gustaría es que no idealizáramos épocas viejas, y que le diéramos los méritos justos a cada actor. Grondona no hizo todo lo que se debería hacer por desarrollar el fútbol en las provincias. Es cierto.
Pero hasta hace 25 años prácticamente no existía la participación en serio de equipos del interior en torneos de AFA, no recibían plata, no había una regularidad en los cupos de modo tal que los clubes pudieran ir creciendo y acondicionándose a lo que implica participar en torneos profesionales (con la estructura de los viejos nacionales, un equipo que tenía la suerte de llegar a semifinales, por ahí después pasaba 4 o 5 años sin volver a jugar un nacional, o sea que lo bueno que había hecho se dilapidaba enseguida).
Poco (poquísimo todavía), esa casi nada que hay hoy, es bastante más que lo que había hasta el año 85. ¿Es excusa para disculpar a Grondona por lo que no hace o lo que hace mal? No. Pero me parece necesario aclarar que no todos los cargos le corresponden a él.
A esta altura, tendría que pedirle a Grondona que me tire unos mangos, o al menos que me pegue unos bifes o me amenace ;-)
6 comentarios:
Rapidito (después a la tarde prometo seguir comentando con algunas ideas, porque es un tema que me da vueltas hace rato).
Los cordobeses siguen indirectamente afiliados (de hecho talleres de córdoba jugará su segundo torneo argentino A, si empieza).
En primera, de 20 equipos, salvo Colón, newell's y Godoy Cruz, el resto de los equipos están en Provincia de Buenos Aires o Capital Federal (si querés sumá Olimpo que está lejos, pero sigue siendo Bs. As). No se si es bueno o algo pero es raro... no?. El 85% de los equipos pertenecen a dos provincias (si tomamos la CABA como provincia). Y el 100% de los equipos a solo 4 provincias. Podríamos decir que el 16% de las provincias están representadas en primera. Aunque tal vez sea el 60% de la población.
Otro tema, dicen qeu la respuesta que le dio grondona a la gente del argentino A, es que pidan guita a los gobernadores / intendentes. Es impresionante por ejemplo en el caso de patronato como se vio ese apoyo estatal (lo mismo que en los equipos tucumanos). No se si está bien o mal, pero no coincido.
Tercero, el federalismo es un objetivo en si mismo? O es una consecuencia propia del desarrollo del país como tal? Para que ir a un federalismo ficticio, si un equipo como ChacoForEver es inviable economómicamente? Incluso Unión de Santa Fe, que tiene más de 15.000 socios y jugando en la B mete más de 15.000/20.000 personas todos los partidos, es inviable con el reparto actual de dinero y el costo de viajar por todo el país, de operativos policiales para solo locales, y de planteles que para torneos largos como los de la B, cada vez necesitan ser más "largos".
Yo creo que el cuestionamiento a la AFA no pasa por si es más o menos federal. Pasa por si se potenció el desarrollo de instituciones futbolísticas o no. Y salvo las que cuentan con ciertos favores (con Arsenal como emblema), eso no sucedió en los últimos 30 años. Y es obvio si tenemos en cuenta que el proyecto que gobierna la AFA nació con otro proyecto de país (año '79).
saludos!
Chacall: pero lo que les pasó a los clubes es independiente de la acción de Grondona.
Hasta la década del 80 las asociaciones civiles eran totalmente viables. Te acordás lo bola que se le daba a las recaudaciones por entrada a los partidos? Hoy eso no existe más. Ahí estaban Ferro, Argentinos, Estudiantes, Vélez, Independiente, River, como grandes modelos.
Después pasaron muchas cosas afuera del fútbol (y que conviertieron al futbol en espectáculo de mucho mayor fuste). Y las sociedades anónimas y los clubes gerenciados no convencieron a nadie (y algunas experiencias fueron pésimas). Porque tenían el plan de lavar guita de otras actividades (la verdad).
Las sociedades civiles son viables, entonces, con límites y salvedades. Es complicado el tema.
Hoy por hoy el fútbol es una actividad económica tan importante que puede servir como una de las puntas del desarrollo de las economías regionales también.
En ese caso, Grondona no está tan equivocado en lo que les planteó a los clubes (no sé si intendentes y gobernadores solamente, sino también empresas, integración). Ojo, la guita, igualmente, se reparte de manera muy desigual.
Después podemos discutir algunas cuestiones organizativas que podrían beneficiar el desarrollo del futbol en el interior.
Abrazo.
A Velez te llevaba?
Te abrigaba por lo menos?
Abrazo
Jajajaja.
Qué feo eso, elgrancayman!
Me llevaba a ver al Vélez en el que jugaron (en poquitos años) Pumpido, Navarro Montoya, Cucciufo, Bujedo, Lucca, Larraquy, el tucumano Meza, Ischia, pino Hernandez, Bianchi, Comas.
No salíamos campeones ni de casualidad, pero nos ilusionábamos como unos boludos (bah, yo mucho no entendía, me acuerdo de mi viejo, mi abuelo).
Abrazo.
te olvidaste de nombrar a Humberto Gutierrez eh.
El nacional B potencio al fobal. Quizas el experimento de la copa funcione.
El coya vino un poco después.
Vélez lo sufrió en el Nacional del 84, creo, cuando jugaba para San Martín de Tucumán. Entre los dos partidos le hizo tres goles.
Me olvidé de unos cuantos: Segovia, Moralejo, Vanemerak, Fren, Piazza, Omar Jorge, Juan Domingo Cabrera, Fabián Vázquez.
Un abrazo.
Publicar un comentario