domingo, 27 de octubre de 2013

Media Pila


Uno. Anita toma de la góndola del supermercado el desodorante que viene comprando hace ya mucho tiempo. Es un aerosol en un bonito envase de aluminio con inequívoca forma de mujer, pintado con colores mate, entre blancos, verdes y rosados, suaves y hasta con una cierta textura. Es además el que tiene el perfume que le gusta, pero también contiene los principios activos que inhiben la transpiración (esa que tanto odia porque en las metrópolis occidentales modernas la convierte en algo así como un Shrek del siglo 21), garantizan efectos duraderos y no manchan la ropa. Un papelito colocado en el estante de la góndola indica casi 24 pesos.

Dos. En Argentina, en el segundo trimestre de 2013, las estadísticas indicaron 7.2% de desocupación. Esto es, en números efectivos, casi un millón doscientos mil desocupados. O como decían del Holocausto: es un desocupado, con su angustia, con sus problemas, con sus deudas y los préstamos de amigos y usureros, con la mujer y los hijos observando cómo se le consume la autoestima y la guita. Es ese tipo, multiplicado por un millón doscientos.

Tres. Casi dos meses más tarde, Anita, usa por última vez su desodorante. Se da cuenta porque frente a la axila derecha, percibe que de la válvula rociadora sale más gas que perfume. Putea: una axila sin desodorante y una línea más en la lista de compras en el supermercado. Tira el envase en el tacho de basura. Bonito. Blanco con vivos verde pastel y rosa. Casi dos meses de uso. El primoroso envase, casi nuevo, ya está en el tacho de basura. Ninguna selección: nadie se preocupará si es biodegradable, si es cartón, vidrio, metal u orgánico. Un sistema de recolección postergará esa tarea para el final del ciclo de la basura. Demasiado tarde.

Cuatro. En Argentina, ese aerosol vacío y desechado en el tacho, fue y es propiedad y responsabilidad de Anita. Ella lo compró. Ella lo pagó. Ella debe hacerse responsable por su destino.
En los países más desarrollados de Europa, ese envase es propiedad y responsabilidad del fabricante. Pongámoslo en un ejemplo casi absurdo: si una Anita alemana agarrara el envase terminado y se llegara con él hasta la puerta de la fábrica donde lo producen, digamos una Unilever alemana, la empresa estaría obligada a recibirlo y a hacerse cargo de procesarlo como desecho. Según la legislación del país teutón, cuando la fábrica vende un desodorante, vende el producto propiamente dicho y no el envase, que al consumidor no le interesa ni le sirve. La fábrica sigue siendo dueña del envase y debe hacerse cargo de su destino.

Cinco. La “pequeña” diferencia conceptual indicada arriba es el punto de apoyo desde el cual el Estado apalanca y obliga a la creación de una industria del residuo absolutamente funcional a un objetivo central de nuestro gobierno: la creación de fuentes de trabajo genuinas.

Seis. El primer proyecto de ley del que tiene memoria el Congreso argentino data de 1992. Desde entonces, decenas de proyectos, escritos con manos derechas e izquierdas, han hecho su ingreso a Mesa de Entradas de nuestro palacio legislativo. Ninguno, absolutamente ninguno ha visto la luz. De hecho la mayoría de los argentinos seguimos tirando la basura sin clasificación.
Dejemos de lado la Heidipolitik: cuando un proyecto de ley queda trabado durante más de 20 años, no se debe a simples desacuerdos conceptuales: o es inviable (lo que Alemania desmiente) o la capacidad de lobby de los afectados es gigantesca. Remember Ley de Medios.

Siete. Usted. Ahora. Mientras leé esta nota. Haga una recorrida por su baño, su cocina, el lavadero. Y busque: Dove, Impulse, Maizena, Hellmanns, AdeS, Savora, Knorr, Lux, Rexona, Cif, Sedal, Vivere, Ponds, Suave, Axe, Vasenol, Lipton, Comfort, Clear, Vim, Lifebuoy, Ala, Skip y Drive (ah! usted creía que cuando elegía jabón en polvo generaba competencia? Ja!). Cuente los envases. Grandes, chicos, bonitos, feos, prácticos, plásticos, metálicos. Todos son “paquetes” que Unilever le dejó de regalo, para que usted vea como se hace cargo del problema. Y ojo que esta entrada no busca ensañarse con Unilever. Lo mismo podríamos decir de Procter & Gamble. O de Nestlé. O de Danone. O de Pepsico. O de Kraft…
ahora entiende de qué hablamos cuando hablamos de lobbies?

Ocho. El único envase que está en su casa y del que usted no es dueño es el envase de cerveza (y contadas excepciones en gaseosas, en vidrio o PET alta resistencia). Son os que el chino o el gallego de ocasión le cuentan cuando usted se los lleva. Y se los cobra. O le hace un ticket. Esta excepción reside en el alto costo individual de esos envases. El sistema de reutilización (recolección, logística, procesamiento y reacondicionamiento) de esos envases involucra a miles de personas cuya característica principal es que la calificación de su empleo no es justamente alta. Al contrario, es exactamente la calificación que corresponde centralmente a ese piso del 7.2% de desocupados que tanto nos cuesta perforar. "Me siguen?" dijo Lilita.

Nueve. Imaginemos, entonces, a lo largo y ancho del país, unidades de gestión de envases como grandes cámaras compensadoras y recicladoras bajo la responsabilidad y la administración de consorcios formados por los grandes emisores de envases ordenados por tipo, material y aplicación (aerosoles de aluminio o latón, papel y cartón, sachets y plásticos, botellas y frascos, etc.) que despliegan una industria del reciclado y la sanidad. Y consumidores que cuando compran un desodorante, pagan el contenido más un plus razonable asociado a la viabilidad y sustentabilidad del sistema.

Diez. Es decir que una ley de envases no debe ser entendida como el proyecto de un partido “verde”. Al contrario, es propia del kirchnerismo, el único preocupado por la creación y protección de fuentes de trabajo genuinas. Ahí tienen los pibes para la revolución: si se quiebran los lobbies, se generan fuentes de trabajo.

Media pila.
Y un centro de reciclado de pilas.
Obligando a los duracell y los eveready.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Habria que preguntarse si el envase siempre es necesario. ¿Cuanta energia se gasta en el envase? Toda administracion urbana lleva una politica de reciclaje de desechos, ahora si para resolver la desocupacion vamos a poner a separar basura a humanos mientras otros humanos consume basura industrializada en envases "super abrefacil hermetic premium" no solo es mantener el status quo de castas sino que se derrocha energia. Si unilever y procter&gamble financian las pautas del primetime de la tv publica es señal de que la estamos pifiando.

Saludos
Pedro



Saludos
Pedro