Esta imagen no es una pintura, ni una escultura, ni un dibujo, ni siquiera una fotografía artística.
La obra de arte, en este caso, es la fotografiada. Se ha ganado la ubicación en esta serie porque la palabra belleza se acomoda con exactitud y precisión a su aspecto.
Su nombre es Ximena Capristo. No podría explayarme sobre sus dotes de actriz, bailarina o cantante. Ni falta que hace.
Encontré la foto casualmente y decidí que sería una injusticia dejarla fuera de la serie tan sólo porque no figura en un museo.
7 comentarios:
De ahora en más se te conocerá como "Andrés el libidinoso"...
Te digo la verdad y de corazón: Si me tocara la horca luego de escalar esa montaña y recorrer sus endiduras... ¡Viva la muerte!!!
Merde Alors, que hermosa almohada para dormir tranquilo
Qué hermosos ojos...!!!
Impresionante, en este caso el concepto de belleza tiene que ver con transgredir las reglas, en el particular de Ximena, puede decirse que se paso de la raya. Un abrazo de cartón.
No es un oleo, ni un aguafuerte, ni un grabado, pero usted es un fresco (que antiguedad!)
Joya Andrés. Más Capristo y menos capitalismo (!?).
Una simple preguntita nomás, sin ámino de insinuar nada raro. ¿QUé tiene que ver la botella que se ve ahí en un segundo plano?
Estalló el verano.
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