Varios ejemplos de fuerzas políticas con un discurso autoreferenciado en la izquierda ideológica hay en la historia reciente de la Argentina, para trazar paralelismos con lo que les ocurre en la actualidad a algunos liderazgos.
El primer elemento a resaltar es la raigambre porteña, por ahí extendida a otras pocas ciudades y a algunos partidos del GBA, de estas fuerzas. Nacen en ciudades grandes, que son los únicos lugares del país donde existe un sector relativamente numeroso de la sociedad permeable a la identificación con el concepto "izquierda". Relativamente numeroso significa menos de un 10% del padrón electoral.
Pero esta misma oportunidad, a poco de andar, se convierte en un límite. Esas mismas ciudades, mayoritariamente habitadas por clases medias, encuentran un sector bastante más amplio de la sociedad refractario a la aceptación de tal referencia ideológica. Y más todavía, refractario al conflicto, al enfrentamiento con el capital concentrado. No tanto la palabra "izquierda" sino las acciones consecuentes alejan a estas fuerzas políticas de la posibilidad de crecer en los territorios que les dan origen.
Los ejemplos, a esta altura de intuición sencilla, son varios. La "izquierda" enfrenta el dilema de crecimiento. Abandonar sigilosamente el discurso sobre el cual pudo hacer pie, para ir avanzando en uno de aceptación más probable por parte sectores sociales más amplios, menos militantes pero con más votos (lo cual promete más cargos) es casi un acto intuitivo.
Se esconde entonces en un cajón olvidado la foto con Chávez y se empieza a hablar del pacto de la Moncloa y las virtudes de Felipe Gonzalez (un hombre de diálogo y consenso...con las grandes corporaciones para las cuales hoy hace lobby). O se renuncia a las diatribas contra grupos económicos concentrados para adoptar la defensa incondicional de nuestro proveedor de internet, cuya ausencia, de sólo imaginárnosla, nos provoca una sensación metaforizada con la muerte o la locura.
Nada que no se haya discutido muchísimas veces, lo dicho hasta acá. Pero tiene un corolario que vaya a saberse por qué nos cuesta aceptar. En Argentina, el clivaje "republicanismo - populismo" sigue siendo más potente que "izquierda - derecha".
Por eso tal vez, no podamos esperar actitudes contestatarias para con el status quo provenientes de otro lugar que del populismo. Al que no le guste, puede proponerse un objetivo de largo plazo para modificarlo, pero en el corto...resignación.
La "izquierda" tiene que vencer muchos obstáculos antes de poder enfrentarse con el establishment.
4 comentarios:
Entre ellos, ser parte del establishment.
Muy bueno Mariano.
Tu planteo es básicamente correcto, siempre y cuando no perdamos de vista el entrecomillado que cuestiona la pertinencia de la autoreferencialidad de Izquierda de esos grupos o dirigentes (el pinosonalismo, vamos).
El siguiente paso, me parece, es preguntarnos por la supuesta fijeza de las limitaciones ideológicas de las capas medias urbanas que condicionan el crecimiento de esa sedicente "izquierda". Al respecto, basta recordar que la propia emergencia de Solanas a la vida política se inscribe en el período de radicalización de las capas medias durante el Onganiato.
Sintetizando brutalmente: lucha de clases+democracia congelada+guevarismo cultural=vanguardismo jacobino guerrillero marxo-peronista. Más o menos, desde el Cordobazo hasta el lopezrreguismo.
Luego del fracaso y la represión, las capas medias se retraen horrorizadas y forcluyen la memoria traumática mediante la "teoría de los dos demonios".
El kirchnerismo viene a ser un primer paso (incompleto) de confrontación con la realidad conflictiva. La disputa es por la simbolización de los condicionamientos ineludibles del capitalismo dependiente.El modelo populista desafía al republicanismo a trascender el idealismo abstracto.
Hasta ahora se demuestra que DDHH+retenciones+desendeudamiento= mercado interno dinámico.
No está dicho que las capas medias se decanten forzosamente por la derecha contra sus propios intereses. Saludos.
Guido: muchas gracias.Un abrazo.
Bob: su análisis es muchísmo más completo que mis apreciaciones, esencialmente porque toma un proceso histórico más largo.
Desde esa persepectiva, su descripción del kirchnerismo es, para mí, extraordinariamente novedosa y muy plausible. Le aseguro que voy a repensar muchas cosas a esa luz.
Un abrazo.
Mariano: dele bola a Bob, no se va a arrepentir, le aseguro, el chabón manya del tema. En cuanto a su post: asi que de nuevo le agarró por hacerse amigos ? Lo puso en AP, por dónde circulan muchos especímenes como los descriptos por Ud. y Bob ?
Bueno, un abrazo, a ambos !
Salud y Resistencia !
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