viernes, 27 de noviembre de 2015

Matar a la madre - Derrota III



En las dos entradas previas hemos hecho referencia a algunas razones de la derrota del 22N. Caracterizadas como blandas o duras según su materialidad. Pero, para ser consistentes, una descripción así peca de insuficiente. Dejemos por un segundo ese cuerpo en apariencia conformado por lo duro y lo blando. Falta algo. Vayamos a…

El alma

Hay un intangible esencial que se plasma en una postulación electoral: por encima de las consignas, de las propuestas, del programa, de esa pieza arqueológica llamada plataforma electoral. Hablamos del convocante simbólico que se suele denominar liderazgo.

Sugerimos fuertemente nuestra perspectiva sobre el tema acá y acá.

Si en las dos entradas anteriores las responsabilidades le cupieron exclusivamente al kirchnerismo, en esta entrada no dudamos en apoyar el cúmulo de las responsabilidades en Daniel Scioli y equipo. Que, abierta la hendija de acceso al poder cronológicamente posicionable el día que CFK aceptó la propuesta sciolista de Zannini vice, no tuvo la audacia, el coraje de adueñarse salvajemente de esa oportunidad de una manera peronista: sacar el bastón de mando que todo peronista lleva en su mochila y salir de aquella reunión con esa actitud inequívoca e indisimulable: soy el nuevo líder.

Eso era lo que le pedíamos, esas eran nuestras oraciones. Pero nuestro avemaría no alcanzó.

Quienes lean esto pueden poner en duda la necesidad, la utilidad de esta “rebeldía” metamorfoseada en “autoridad”. Veamos.

Hay razones para que este texto entre tercero desde el 22 de noviembre.

Cuanto menos se acepten las razones esgrimidas en las dos entradas anteriores (y especialmente en la primera: caída de imagen del cristinismo), cuanto menos se duele el final de la supremacía cristinista, más difícil será entender por qué le pedíamos a Daniel Scioli una suerte de “violencia reordenadora y resignificante”.

No porque hayamos, súbitamente, dejado ser kirchneristas (y ya esperamos con los brazos el comentario que empieza con la palabra "traidor"; hay personas que nunca entienden nada). Estamos hablando de política. Sino porque una porción crítica y sensible de votos, que nos abandonaron por lo menos desde 2013, necesitaban una señal clara para volver. Y esa señal tenía que ser “somos distintos en la misma tribu”.

Ir en su búsqueda, en captura de su presa, significaba decirle a la sociedad que el FPV ofrecía una versión renovada respecto de los 12 años anteriores. Decirlo con voz clara, altisonante, casi atronadora. No alcanzaba con ofrecer los nombres de un potencial gabinete sin presencias de LaCámpora. Se necesitaba gritarlo. Patear escritorios. Romper todo.

Scioli nunca mostró ese temple porque nunca lo tuvo, dirán nuestros detractores. Respondemos que era el único temple posible, la condición necesaria (pero no suficiente, ay!) para volverlos al redil.

De una lectura fría, comparada, de resultados electorales en PASO, generales y segunda vuelta esta tesis adquiere un vigor inusitado. Pero no se hizo (remember Luder).

Nos faltó alma.


Lloremos juntos los resultados.


12 comentarios:

Anónimo dijo...

Por eso mismo la rebeldía discursiva y hasta cierta falta de respeto hacia la sagrada figura de Cristina por parte de Randazzo se perfilaba como la clave de lo que podía generar el "soltar a la mamá" de forma exitosa. Randazzo venía con un discurso propio armado, pero por sobre todo venía con un consenso electoral cuidadosamente calibrado a tal punto que hasta el mas gorila no lo veia con malos ojos. Pero puertas adentro no se entendió, peor aún no se vió para donde estaban yendo las urnas. Nos mataron las encuestruchas naranjas. Tomamos veneno.

Carolina dijo...

Estoy de acuerdo con el anónimo, en su momento se criticó a Randazzo por agresivo... y parecíe evidente, nosotros sin alma y con una oferta de segunda marca de lo que venía ofreciendo la oposición, ¿para qué lo iban a eligir a Scioli?

Anónimo dijo...

La nueva moda que prolifera parecen ser los nestoristas anticristinistas, ni me quiero imaginar lo que hubiese hecho Néstor, si estuviera vivo, con estos personajes... Parece que la receta para ganar era cagarse en Cristina y volver al fachopejotismo duro... Qué inmensa suerte encontrar en la blogósfera mentes esclarecidas que nos cantan la posta, porque los pelotudos que sentimos gratitud hacia Cristina no entendemos nada, desde ya. Saludos.

Mordisquito dijo...

No concuerdo para nada con anónimo de las 12:42. No por lo menos en lo que hace a la figura de Randazzo. Si esa historia fue todo lo contrario....Randazzo esperaba y hasta exigía la bendición, o por lo menos la autorización de Cristina...De otro modo, de haber pretendido ser el "nuevo líder rebelde" (como se postula en el post), nada le impedía anotarse como precandidato e ir contra viento y marea y competir contra Scioli en la PASO.

Gabriel dijo...

Creo que es fundamental que para la construcción de un nuevo liderazgo (de verdadero cuño K, no Scioli) de cara a la sociedad, hubiera sido importante haberse independizado de la declamación pública a la obediencia a un liderazgo vertical y absoluto a Cristina por parte de casi todos los integrantes del gabinete, así también como de los candidatos. La construcción de liderazgo ante la sociedad supone que uno tiene un criterio propio, y la voluntad para imponerlo. La frase repetida hasta el hartazgo "como dijo nuestra líder la presidenta..." ante cada exposición pública, dinamita la posibilidad de que el votante de a pie suponga que quien la dice tenga un mínimo de autonomía. Es simple: un títere no es un líder, le mueven los piolines. Ojo: Amo a Cristina, es uno de los cuadros políticos más importante que hay en este país (lo estoy poniendo en presente), pero la pleitesía, - que no creo que haya pedido Cristina - abona a la idea de que sin el liderazgo de ella este modelo político es inviable. Obviamente esto no ha sido determinante pero si de cierto peso en los resultados. Es imposible que cualquier odiador de Cristina, pero beneficiado por el modelo, haya considerado al FPV en este marco.

Felipe dijo...

coincido con el anónimo. Matar a la madre pasa por venir con un relato novedoso y propio, no hacer la plancha como Scioli.
Randazzo vino con el relato del gestor militante y de alguna manera "mataba a la madre". El nuevo mensaje era de alguna manera : basta de militantes rentados que no sirven al pueblo sin por ello caer en la visión neoliberal del político gestor.
Una manera de decirle a la sociedad que el kirchnerismo va a dejar de hacer la plancha.
Scioli era todo lo contrario. Un gestor mediocre, un kirchnerismo achanchado y cómodo en su certeza de superioridad electoral.
Sin embargo Scioli pudo haber "matado a la madre' de haber acentuado su relato industrialista. El problema es que ese relato llego muy tarde y no se pudo instalar.
Scioli sabía hace 8 años que era el candidato, además de instalar el naranjodialoguismo, debería haberse convertido desde tiempo en el campeón de la industrialización.

Felipe Martel

Anónimo dijo...

Notable
antes justificabas todo, militabas la causa nacional y popular, veias a La Campora como el recambio
Ahora decis que para ganar habia que sacrificarla en el altar de Scioli para la 2da vuelta, sin haber dicho que en la 1ra estaban en todos los lugares de candidatos, sacando un monton de votos, menos eso si que Filmus.

No de te diste cuenta antes de eso, despues, lloras sobre la leche derramada.

Perdiste, que lastima, podes dar mil vueltas semanticas y usar la semiologia, pero, la unica verdad es la realidad, perdiste, no se vos, perdieron tus candidatos.

por? lo energetico, por inutiles, y la lista podria seguir, si te hace falta, mira el anterior,

No se como me ira, quizas igual como hace desde 2 años, o peor, pero, espero que el 2017 ecuentre a los peronistas recuperando algo, a los peronistas, no a este triste conjunto de arribistas.

saluti

ayj

Mariano T. dijo...

Si aceptamos que a mucha gente que podría haber votado a Scioli Cristina le caía mal, como una patada en los huevos, la estrategia de Scioli estos 15 días me parece que el único mensaje que le dio a esa persona, fue: "Macri es el cuco, y yo soy más cristinista que nadie"
A esa gente si no le creía a pies juntillas la primera parte, la segunda bastaba para descartarlo.
Siendo Scioli, que nunca habla mal de nadie y no sobreactúa su cristinismo, y que otros hablaran mal de Macri, tal vez hubiese captado esos votos massistas que le faltaron.

horca dijo...

Está mal el planteo de este post. Cristina es la líder y no hay forma que deje de serlo solamente porque la constitución le impide reelegirse. Creo que esta serie de posteos (muy interesante en general, con la que comparto muchas cosas) parte de la premisa de que los liderazgos son producto del cronograma electoral. No. Es lo mismo que Perón. Con Perón vivo, ningún liderazgo es posible, salvo el suyo. Y cualquiera que juegue a "bueno, pero ya está viejo / está fuera del país" se aleja del pueblo (Montoneros o Vandor).

Sin la traba constitucional, la candidata era Cristina, y ganaba. Con la traba, tiene que ir otro. Fue Scioli, para mí, mal candidato: recorrió menos provincias que Macri. Si perdió, tratemos de no decir estas cosas de matar a la madre, salvo que la madre sea la liga de gobernadores que pide por él desde hace 4 años.

Discrepo absolutamente con que Scioli tenía que gritar su alejamiento de La Cámpora. Esto directamente es una pavada dictada por Julio Blanck. La Cámpora forma parte del peronismo con tanto o más dercho que cualquiera de los espantosos intendentes que NO MILITARON EL BALOTAJE, como lo prueba cualquier recorrida por los distritos de la PBA. Y querer echar compañeros jóvenes, a ver, ¿desde qué lugar? Basta de repetir lo que dice la derecha.

Pablo dijo...

Contradicto,

de acuerdo en casi todo. Cristina perdió imagen en una parte considerable de la sociedad) y poder dentro del Peronismo, y Scioli debería haberse convertido en el líder que no fue. Creo que recién en los últimos días de campaña hizo suyo el discusro Nac & Pop y mostró algunos atisbos interesantes de liderazgo, que a mi me esperanzaron, cuando ya era tarde. Pero también creo que un alejamiento de Scioli de La Cámpora hubiera sido una muy mala señal hacia adentro, y probablemente hubiera espantado votos propios. Contando los posts en los que te llaman traidor, es claro que muchos compañeros se niegan a aceptar la pérdida de poder de Cristina.

Respecto del futuro, en el momento de la elección creia que lo mejor era guardar las banderas para intentar seducir al electorado opositor. Como viene la mano ahora ya no estoy tan seguro. Creo que ahora lo mejor es aggiornar el discurso, y presentar las banderas como beneficiosas para quienes no nos votaron, ya que ahora se va a ver más claramente que nunca el contraste entre una gestión K y una Macrista.

Andrés dijo...

Buenas Contradicto,

"No alcanzaba con ofrecer los nombres de un potencial gabinete sin presencias de LaCámpora. Se necesitaba gritarlo. Patear escritorios. Romper todo."

Bueno... para mí, se necesitaba una buena gestión en la PBA, y con eso se aseguraba un estilo propio e independizarse del complejo de "matar a la madre". Patear y romper es escénico, pero no práctico, y eso el elector lo iba a notar igual.

El sucesor de CFK tenía (tiene) que cumplir con los requisitos siguientes:
1) Gestión exitosa
2) Amplio conocimiento público
3) "Aura" que represente las diversas vertientes del peronismo-kirchnerismo (sindical, progresía urbana, consevadurismo popular provincial, etc.)
4) Posicionamiento claro, original y único
5) Capacidad de intuir el futuro posible

Scioli encarnó 2, 3 y 5. 1 y 4 estuvieron deficientes, y por eso no funcionó.

Capitanich podría haber presentado 1, 4 y 5, pero hubiera quedado pagando en 2 y 3. Urribarri hubiera representado 1, 4 y quizás 5, pero 2 estaba en inmensa ausencia.

Necesitábamos un goberna de PBA, Córdoba o Santa Fé con gestión exitosa y muchos puntos de coincidencia con el proyecto Nac&Pop (no necesariamente todos). No lo teníamos.

Paciencia.

Saludos,

Andrés

Alejandro Gómez dijo...

Tu
Racional
Análisis
Ideológicamente
Descristinizante
Omite
Realidades:
Los muchachos que estaban enfrente, dueños de la tarasca, hicieron lo posible y lo imposible, empezando por comprar "justicia" adentro y afuera, para que al país le vaya mal. Estos fueron los rivales de Cristina, que ya voltearon y mataron varios "narcisistas y amontonadores de adulones"