Delivery

- Piiip...piiip... piiip...
- Hola?!?
- Cotillón Durán Barba, buen día. Mi nombre es Jaime, en que lo puedo ayudar?
- Qué tal? Francisco me llamo. Es para una fiesta que estoy organizando...

- Una fiesta...ahá! Y digamé, de cuanta gente estamos hablando?
- Y, unos cuarenta millones masomenos...

- Ta bien, y ya se le ocurrió alguna idea?
- Idea? Para la fiesta? No, la verdad que ni pensé que tenía que tener una idea; lo que yo quiero es hacer una fiesta, que la gente se divierta, que la pase bien, que se entretenga sin pensar mucho que garpa a la salida.

- Entiendo. Pero... alguna idea, una consigna para convocar, no sé... puede ser la clásica fiesta de disfraces o puede ser algo más chic, más exclusivo... ahora se está usando mucho la fiesta colorada. La venimos vendiendo bien en zona norte. Por ejemplo se adorna con mucho rojo, luces rojas, carteles rojos, mozos con un detalle rojo en la ropa, se le pide a la gente que venga con alguna prenda roja, los platos y la bebida se busca que contengan algo rojo, por ejemplo pizza de morrones con champán rosé, qué se yo... se reparten pelucas rojas, si hay pileta en el lugar se pinta el agua con colorante rojo, se reparten pastillitas rojas, entiende?
- Parece piola...

- Lo importante es lo conceptual. Pocas ideas pero fuertes en lo conceptual
- Lo conceptual...

- Y dígame, cuánto está dispuesto a gastar?
- Por el presupuesto no se preocupe. Yo adelanto parte de la guita ahora, pero una vez que la fiesta termina pagan los invitados.

- Bárbaro. Le decía, lo importante es transmitir imagen, para que la convocatoria sea mayor. A la gente no le gusta ir a la fiesta organizada por un tipo muy rígido por ejemplo, creé que se va a aburrir; en cambio ustéd con ese tatuaje en el cuello gusta, da un aire cool. Pero ojo!, tampoco le gusta la incerteza de ir a un lugar en el que el organizador es un informal. Usted tiene que transmitir presencia, una idea, un concepto... ya está, que usted tiene “un plan”, para la fiesta digo.
- Un plan? Pero si yo no tengo un plan...

- Y quién le va a preguntar? Olvídese, a nadie se le va a ocurrir. Usted tiene un plan. Arma un sitio web. Y es padre de una linda familia. Todo eso junto mide muy bien.
- Ok. Pero tendría que conversarlo con Felipe, mi socio.

- Ah!
- Mire, justo acá viene, lo tengo al lado mío. Es vocal del club Banfield, él pone las instalaciones del club...

- Pere, pere un cachito! Yo le estoy hablando de una fiesta cool y usté me viene con llenar la fiesta de barrabravas del conurbano... me está jodiendo?!?!
- Pero Felipe pone el salón. Mire que es mi socio.

- Bueh, mire, si me va a dar pelota a mí, pues que su socio y los muchachos se queden en la cocina y cuando la fiesta termina y ya se fue el último invitado, ahí salen y le pasan una repasada a lo que haya quedado de las bandejas, de los platos, los culitos de botella. Pero si anda exhibiendo esas caras con anticipación le garantizo que no viene nadie. Además Banfield es muy lejos.
- Bueh, lo hablo con él. Y qué más me recomienda?

- Un jingle musical piola, entrador. Que dé para bailarlo. Dos o tres “ideas – fuerza” para transmitir durante la fiesta
- Y usted puede armarme todo eso?

- Si, en un santiamén. Laburo de eso, imagínese...
- Espéreme un segundito que acá hablo con Felipe, mi socio...
...
...
... bueh, todo bien. Ya hablé

- OK. Usted no tiene un celular, un nextel donde llamarlo? Por si se corta la llamada, vio?
- Tenía un nextel pero lo perdí.
- Qué cagada!!
- Si, no sabe el quilombo que me está trayendo.
- No me imagino

- Ah, Jaime... se llama Jaime, no? Espere...

...

... acá me dice Felipe que los treinta y cinco mil fiscales para la fiesta me los consiga usted... se lo nota algo cabreado.
- Cuántos?!?!
- Treintaycincomil
- Pero yo no tengo!!! De dónde quiere que los saque?
- Eehh!!!...