martes, 23 de junio de 2009

Pasó una vez




Algún analista político importante señala el hecho de que el kirchnerismo va a perder en tres de los cuatro distritos con un tono que uno no sabe si es de alarma o de esperanza, pero que sin duda es dramático.
Entonces, de repente, me vino el recuerdo de la que fue, a los 18 años, mi primera campaña electoral. No, no se asusten, no voy a aburrir con mis recuerdos de esa campaña. Pero me parece que la historia de aquellas elecciones de 1962 vale la pena de ser evocada.

A finales de 1961, el entonces presidente Frondizi pensó que podía abrir una ventana electoral al peronismo proscrito y derrotarlo en las urnas. La vía era permitir que el movimiento peronista utilizara alguna sigla política que no fuera la propia y ganarle las elecciones.

Santa Fe sirvió de laboratorio de esta alquimia. Dos listas electorales se presentaron para sacar votos al peronismo, por derecha y por izquierda. Las elecciones en esa provincia se adelantaron a diciembre y el peronismo perdió.

Alentado por este inicio favorable de su estrategia, Frondizi la puso en marcha en todo el país. Las elecciones se hicieron el 18 de marzo de 1962. En la provincia de Buenos Aires, el peronismo se presentó como Unión Popular y con la fórmula Framini-Anglada.

A la noche del domingo 18, los resultados quedaron en claro. La fórmula Framini-Anglada se impuso en la provincia de Buenos Aires. El peronismo perdió en la Capital y en Córdoba. Si se toman en cuenta las elecciones santafesinas adelantadas, el peronismo perdió en tres de los cuatro distritos más importantes.

Eso bastó para descalabrar la estrategia de Frondizi, poner en crisis a todo el régimen gorila y demostrar que no podía haber una democracia viable con la proscripción de la mayor fuerza política del país. Frondizi intervino cinco provincias ganadas por el peronismo y anuló las elecciones. Con eso, trató de recuperar la confianza de los militares, pero éstos lo derrocaron el 29 de marzo. Menudo terremoto, contando con el triunfo en uno solo de los mayores distritos.

5 comentarios:

Politico Aficionado dijo...

Notables analogías con el presente, esperemos que el pueblo sepa evitar los espejismos con que el sistema intenta confundirlo por derecha e izquierda, y que vote sin dudar al FPV.

Bernard L. Madoff dijo...

Muy valiosa la perspectiva. Sin embargo no olvidemos que aquél era un monstruo que se intentaba mantener oprimido y el de hoy es un monstruo que intenta mantenerse en pie. El resultado que para uno es esperanzador para el otro es desastroso.

Por otro lado, tampoco le regalemos a NK las banderas peronistas. Si las vamos a vender que no sea tan barato.

Un abrazo.

Sergio De Piero dijo...

Excelente recuerdo. De hecho lo que se pierde en todo caso es número de diputados, que no es poco, pero esas provincias ya estaban perdidas ( o las alianzas en esas provincias digamos)
Mis disculpas, le estaba debiendo un comentario en este excelente blog
Salutti

Unknown dijo...

Muy bueno, de verdad.


Hay, además, otros componentes; que se pasan de largo: con el actual sistema electoral; de un hombre un voto (y un peronista un voto)el padrón de la provincia de Buenos Aires es mayor al de la Ciudad de Bs As más Santa Fe más Córdoba.

Menudo detalle, además, que el kirchnerismo en estas provincias se presenta, digamos, "puro"; no asì el PJ de Schiaretti fuera de Còrdoba, el PRO fuera de la Capital, Uniòn PRO fuera de Buenos Aires y el Socialismo fuera de Santa Fe.

Andrés el Viejo dijo...

Político Aficionado: comparto su deseo de que sepa el pueblo votar (¿recuerda la frase?).
Madoff: no es mi intención forzar el paralelo. Las analogías sacadass de contexto son peligrosas. Lo único que me propuse fue mostrar que las consecuencias de un resultado electoral son complejas y que no conviene detenerse excesivamente en los aspectos numéricos. Son importantes, pero no lo son todo.
Avallay: es verdad que las provincias perdidas no lo serán el 28, sino que vienen perdidas desde hace meses. No por eso deja de ser importante el resultado. Gracias por su buen concepto, que atribuyo al trabajo de Contradicto y Mariano.
Lucas: ese es un buen punto. Ganar la provincia de Buenos Aires, en términos de votos, tiene un peso que necesita de varias provincias para ser compensado. Y también es verdad que la dispersión de las fuerzas opositoras hace un poco artificial la tentativa de sumarlas, ya sea en votos o en provincias.
Gracias a todos por comentar.