Nos llega el siguiente cable que compartimos con ustedes:
Buenos Aires, may6 (EFE)- Después de declarar frente al Jefe de Gobierno por más de 5 horas se complica la situación del juez Oyarbide en la causa de las escuchas ilegales a políticos, familiares y empresarios que sacudió su juzgado. El juez federal negó en una conferencia de prensa que brindó posterioremente, ser parte de un complot para destituir a Mauricio Macri.
Fuentes allegadas al Jefe de Gobierno aseguran que Oyarbide no supo qué responder y actuó de manera bastante sospechosa cuando, de manera imperativa, el Jefe de Gobierno lo inquirió “no sé qué estoy haciendo acá ni de qué se me acusa”. Este último incluso estuvo a punto de incurrir en prejuzgamiento cuando, en la rueda de prensa posterior, sentenció: “el señor Oyarbide está escondiendo un modus operandi que pone en riesgo la democracia. Detrás de él está el señor Kirchner, que creé que el poder se administra con absoluto sometimiento. Oyarbide ha sido funcional al kirchnerismo de manera permanente, como en la causa por enriquecimiento ilícito”.
Según se supo, el único momento de la declaración en el que Oyarbide pudo sentirse distendido fue el instante en el que Macri se puso a hablar de su familia, de su hermana amada y de su querido cuñado querido, de todo lo que bailó en su fiesta de casamiento y de que no encontraría una explicación certera a por qué alguien querría espiar y perseguir a su propio hermano político”. Oyarbide pudo zafar de este difícil momento con una leve sonrisa.
Poco tiempo le duró la paz porque minutos más tarde Macri volvía a la carga con preguntas durísimas, como había hecho ya en varias oportunidades anteriores a lo largo de la tarde: “muestreme una, sólo una prueba de por qué estamos acá” se dice que dijo para espolear al juez y hacerlo perder la línea argumental de su coartada.
Después, Macri fue más allá y puso a Oyarbide en una situación embarazosa: “dígame qué tengo yo que ver con los jueces misioneros. Qué? Por que estuve viviendo en Misiones y me hice amigo de Puerta tengo que ser cómplice de ambos jueces? Ahora tengo que hacerme responsable de cualquier decisión que tomen los jueces de misiones?" preguntó con signos de irritación que aumentaban mientras veía que el acusado Oyarbide no respondía, con el obvio objetivo de no autoincriminarse.
A pesar de la firmeza en la estrategia seguida por Oyarbide y su equipo de defensores, voces cercanas al juzgado que tramita la causa le comentaron a este cronista que la situación de este juez acusado de estrecha vinculación con el gobierno federal es realmente difícil y que el Jefe de Gobierno evalúa seriamente procesarlo en la causa.
Ante la inminencia de esa posibilidad y buscando despegarse del gobierno, Oyarbide estaría pensando seriamente en procesar al ex Secretario de Transporte Jaime y embargarlo por más de 40 millones, además de aprovechar el fallo de la Cámara Federal que le solicita que profundice la investigación en una causa de escuchas.
Nosotros, arrebatados como pocos, ya emitimos nuestro juicio: culpable, Oyarbide es culpable.
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