domingo, 25 de septiembre de 2016

10 de marzo de 2010




La noche del domingo 28 de junio de 2009 fue amarga para el kirchnerismo.

Fue la noche de la derrota electoral de Néstor Kirchner frente a DeNarváez.

Algunos recordarán aquella madrugada en el Hotel Intercontinental.

Su primera reacción política tardó un día

perdedor de una elección, hizo lo que hace un peronista:

renunció al cargo del presidente del Partido Justicialista.

Menos de una semana más tarde, el sábado 4 de julio

Néstor bajó al llano y se mandó a una asamblea de CartaAbierta en ParqueLezama

la mayoría de los kirchneristas recuerdan aquella reunión

tono calmo, asunción de la derrota, esbozo de autocrítica.

Ahora un paréntesis y reencontrémonos la primera semana de febrero de 2010.

El 7 de febrero NK fue intervenido quirúrgicamente en la arteria carótida en Sanatorio Los Arcos

El 9 de febrero, dos días después de la operación se filtró una noticia desde la Terapia Intensiva del Sanatorio:

¿Bajar los decibeles? ¿Reducir el estrés? ¿Retirar el cuerpo de la contienda política? 

NO. La noticia era que NK volvía a la conducción del PJ

Un mes después, el 10 de marzo a las 22 horas, finalizada la reunión del Consejo Nacional del PJ en Resistencia, Chaco,

a un mes de su intervención quirúrgica

y exactamente 252 días después de aquella triste noche en el Intercontinental

Nestor hizo lo que un peronista con responsabilidad por un proyecto colectivo nacional y popular hace,

y se volvió a hacer cargo, con el acuerdo de todos los dirigentes presentes, de la conducción del partido.

3 días más tarde, las instrucciones para Accavallo, el intendente kirchnerista de Villa María,
eran que DeLaSota tenía que estar "adentro".

Y así con todos los que pudo.

El 14 de marzo, Néstor se hizo presente, junto a muchos otros en el Acto de Ferro, que muchos recuerdan como el punto de inflexión de la derrota de 2009 que nos llevó a la enorme, impresionante, victoria de 2011, ya sin su presencia física.

Muchos dijeron que la victoria kirchnerista de 2011 se debió a la muerte de Néstor; salames que no se dan cuenta que esa victoria no se hizo con su muerte sino que se hizo con su vida, con lo que tejió mientras estaba vivo.

Enfrentar la derrota, meter las manos en el barro y juntar todas las cabezas dispuestas a un país justo, libre y soberano. Las cabezas de los dirigentes y las del pueblo.

Ese domingo un amigo y periodista que fue "raleado" de los medios oficiales por encumbrados dirigentes de LaCámpora, @martinpique, publicó esta nota que describe maravillosamente la efervescencia que vivíamos en aquellos días felices

Por favor tómese unos minutitos para leerla:

Van más de 300 días desde la derrota electoral del 22 de noviembre de 2015.

Compañeros kirchneristas, no necesitan seguir las recomendaciones de Contradicto, ni las de Alejandro Dolina, ni las del pintor peronista Daniel Santoro, ni las del antropólogo Alejandro Grimson.

Alcanza con seguir los pasos del mismísimo Néstor Kirchner.

Todo lo demás, el empoderamiento, el antipejotismo, los pruritos progresistas y la nariz fruncida por el olor a transpiración y a choripán, son una sanata patética y peligrosa porque deja a esos que decimos defender en las fauces del neoliberalismo tilingo que nos gobierna.

El tiempo corre y los pobres, los invisibilizados, no pueden esperar.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Espérame en el cielo



El macrismo defaultea el presente. Esa es su marca de agua. Antes que gobernar, prefiere comentar que está gobernando. Porque gobernar implica una erosión a la que no está acostumbrado.

El anclaje del macrismo está en el pasado. Y en el futuro, simultáneamente. Viven allá. Y allá. El pasado es ese paraíso en el que el kircherismo era un infierno en el gobierno. El futuro será ese paraíso en el que el macrismo finalmente gobernará de una vez por todas esa Australia agroindustrial y de servicios en la que cualquier adolescente recién salido de la secundaria tendrá un lugar garantizado como empleado de un McDonalds o un call center, de manera que aprendan desde bien temprano en sus vidas que un self made man gaucho es, antes que nada, sobreviviente del capitalismo sin cepos.

Notablemente, cuando este gobierno ve sacudirse alguno de los pilares de su identidad, digamos por ejemplo 3 comentarios negativos en las redes sociales, dos tuits muy erosivos, a diferencia del resto de los mortales que sólo pueden fugar hacia adelante, tiene la opción de fugar hacia atrás. Eso explica por qué cuando el tarifazo pone a máximo el fuego conque hierve el malhumor social, la respuesta es el timbreo, ese pasado glorioso, que murió hace ya más de 300 noches.

Esta estrategia tiene una única gran dificultad: los anclajes de pasado y futuro están destinados a separarse, paulatina, irreversiblemente. El futuro nunca llega. Pero el pasado está cada vez más lejos. Y el PRO se convierte en el personaje de un dibujo animado que se estira, graciosamente, con música de fondo y risas. 

Y, Hooke lo permita, se estira. Y se tensa. Se tensa feo. Se ve en los humores crispados de su CEOcracia. Cuando el elástico está en su límite, las sonrisitas ganadoras de desdibujan, y el que le guiña el ojo a las chicas es Massa.

Las operaciones judiciales contra Cristina Kirchner son un intento de replicar una escenografía, cartón y madera, ahí atrás. Pero es escenografía y es cada vez más dificil ocultar terminaciones que no se hermanan, colores que no se complementan. Bonadío resultó ser tan mal escenógrafo como es mal juez. 

Entonces sólo cabe preguntarnos qué es el presente, qué lo materializa.

La respuesta es una y una sola, la misma de siempre. El presente, denso, tibio y maloliente, es de nuevo el peronismo. Puchero maldito del país barbecue. La Hidra de Lerna de la política argentina de los últimos 70 años, fija bulones y tirafondos al presente, recreando su propia identidad.

No es extraño, entonces, que los resultados contantes y sonantes de la cumbre davosiana sean paupérrimos en términos de anuncios de inversión pero exuberantes en términos de recado dejado por los amos de la globalización al cadete local: "Sólo pondremos el primer dólar cuando te construyas en el presente. Y sólo te consideraremos en el presente cuando controles al peronismo".

Una tarea nauseabunda la que le piden. Porque los mandantes no entienden que Macri y los suyos aborrecen al peronismo. Si les pidieran muerte y destrucción, incluso, sería más fácil.

Pero le piden que negocie, que pida y que conceda. A él. A quien los considera, sin contrastes, responsables de la decadencia argentina. El macrismo, que no es otra cosa que la oligarquía vacuna, no puede someter al peronismo por una simple razón: lo odia con un odio que anula cualquier estrategia.


Eso era lo sensual de Menem, oh Menem, lo que no pueden reeditar con el muchachito de ojos celestes posta: el menemismo controlaba al peronismo porque el menemismo era una hydra, otra más, del peronismo. Menem armaba el excel del peronismo en un rincón, y a ellos sólo les quedaba sacarse fotos con tapados, o mostrar el interior de casas que no eran suyas en José Ignacio, o coordinar y emprolijar el saqueo.

Cerremos esta nota, primera en meses en este blog, diciendo que si el macrismo defaulteó el presente, pues el peronismo, y en particular el kirchnerismo, defaultearon el pasado. Y el futuro.

Pero eso lo comentaremos más adelante.