domingo, 23 de agosto de 2015

Inversión



Lo que viene va a ser delicado, en especial su instrumentación.

Empezamos por decir que lo que falta para retomar el crecimiento no es consumo.

De ese ya tenemos bastante. Y consolidado. Incluso el exceso de C, en nuestra coyuntura, puede ser peligroso.

Lo que falta es Inversión, I como Ícaro.

La Inversión es la volátil. La fugaz. Es la figurita difícil del álbum.

Atenti:

Si dejás a la ortodoxia económica dominar el discurso, perdés.

Para ellos la inversión sólo es la privada y sólo se logra si generás el mentado "clima de negocios".

Clima de negocios, seguridad jurídica, horizonte de inversiones, es eso que el colectivero y la maestra conocen como "hacé lo que yo quiero y recién entonces, si tengo ganas, pongo la tarasca".

Hubo un montón de "clima de inversión" en los 90. Esto parecía un ClubMed de la Inversión". Y sin embargo nadie puso una fábrica ni una línea de producción nuevas.

En el argot, nadie hizo "greenfield". Todos hicieron "brownfield". Significa que compraron lo que ya estaba.

Todos metieron guita porque el cashflow daba. Pero buscando hundir la guita en negocios ya existentes, con retornos más o menos garantizados.

Con "clima de negocios" lo único que quiere la ortodoxia es torcerte el brazo.

La Inversión en un ecosistema puramente ortodoxo debería ser la privada.

Y ya conocemos cuán lejos están nuestros "capitanes de la industria" de ser "burguesía" genuina. Estos que tenemos son y serán rentistas. Gente que antes de poner 100 mangos te pregunta cuándo cobra la primera cuota.

El abordaje debe ser heterodoxo y la inversión en nuestro país debe ejecutarse con un cierto grado de control estatal.

Cuánto?
Bueh, el estrictamente necesario para convertir "clima de negocios" en "clima de negocios a patadas en el ojete". Es decir un poco de sano Nestorismo para incentivar a los muchachos que la pongan.

Hemos tenido muchas buenas noticias en estos últimos años y cambios culturales significativos. Pero eso faltó. Y mucho. Es responsabilidad de nuestros economistas heterodoxos, nuestros Axeles que no asesoraron adecuadamente al poder.

No obstante, podemos ilusionarnos y pensar que ese proceso quizás ya empezó.

Veamos. Una noticia pasó desapercibida en estos días en los que la estrella es el Gigoló
(no, no hablamos de Macri).

La mencionó Zaiat en su nota de hoy. YPF compró la mayoría accionaria de Petroken y se mete en el mercado del propileno. Es una fenomenal noticia de cómo el Estado ingresa al negocio de
insumos básicos.

No nos daremos cuenta, todavía y por un tiempo, de lo significativa que es esta compra.

Y una auténtica patada en el culo al ahora accionista controlado, que ahora tiene que responder
a las demandas y estrategias de Galuccio, que es José Estado.

Tardamos un poquito. Y entramos demasiado tarde.
Pero parece que finalmente estamos entendiendo. También nosotros a patadas en el culo.

Hago una lista mental porque soy perverso:
siderar chapas
acindar acero construcción
el cartel de las cementeras
aluar aluminio
polisur otros polímeros
las mineras cupriferas
ledesma azúcar
alto paraná papel

puedo ser malo, puedo seguir

viernes, 21 de agosto de 2015

Timetes el Débil



Vamos a postear poco y nada sobre Grecia para decir que lo que finalmente ocurrió, quizás también le pudo pasar a Varoufakis, ese personaje que suponemos ideológicamente un par de pasos a la izquierda de Tsipras.

Creemos que la explicación en el resultado es que nadie en Syriza entonces (y lamentablemente pocos HOY) entienden la verdadera naturaleza del adversario q enfrentaban.

Que no era un ministro de finanzas alemán discapacitado y perverso, tan perfecto para una película de Mel Brooks; el enemigo era (y es) el bloque de poder financiero que gobierna el planeta desde masomeno Reagan / Thatcher.

Cuando se enfrenta a esos muñecos uno tiene que estar dispuesto a jugar todas las cartas, sin escrúpulos. Ese purismo pan-europeísta, casi dogmático, ese "nuestro pueblo votó no al ajuste, pero si a la eurozona" sólo acusa hasta dónde llegan tus cartas. Y te auto-limita. Definir tus fronteras, en una negociación como esa, sólo sirve para abrir un flanco en tu defensa. Hasta allí te llevará el adversario.

Tanto Tsipras como Varoufakis insistieron con la tesis "no nos vamos del euro". Y lo siguen haciendo. El plan que Varoufakis mostró como su alternativa una vez renunciado, también se apoyó en la tesis "seguimos en la eurozona y repartimos papelitos".

Finalmente, quien verdaderamente los estuvo bluffeando durante todas las negociaciones fue Schauble (ese ministro inventado por Antonio Gasalla), que llegó al punto de "filtrar" que "su preferencia" era la salida griega (el temido Grexit), como diciendo "hasta eso tengo contemplado".

Acá seguimos pensando lo mismo: el mayor perjudicado en un escenario de divorcio entre Grecia y la Eurozona hubiera sido Merkel, quien no hubiera podido revertir el efecto dominó en la alicaída Europa mediterránea.

Quizás lo aprendimos de Néstor: cuando negociás con el mayor (y más perverso) poder de tu tiempo no hay lugar para pruritos ni purezas. Cualquier prejuicio, cualquier límite, cualquier non-plus-ultra que uno se imponga opera sólo como debilidad propia. Como esa debilidad que mostró Timetes, cuando cedió la puerta de Troya para la entrada del Caballo de Madera.



domingo, 16 de agosto de 2015

O travesaño




Luis Nassif es, probablemente, uno de los periodistas más agudos y de mejor formación intelectual de Brasil. Si bien sostiene posiciones claramente de izquierda y ha sido un defensor de las principales políticas del PT en el gobierno, en especial durante la Administración Lula, en las últimas semanas se ha convertido en un banderillero de pista que le avisa al partido, casi con desesperación que, de seguir por el camino elegido y a esta velocidad, a Dilma sólo le espera un accidente catastrófico.

El que sigue es un post reciente. Abajo algunos comentarios desde nuestra redacción para entender mejor la coyuntura brasileña. No pierda de vista el tono de Nassif, cuyos textos suelen ser lejanos del dramatismo y la adjetivación.

Ambiente sin nubes después del paquete Renán Calheiros. De hecho, el paquete es una suma de propuestas de Joaquim Levy y Delfim Neto. Como se suele decir en Brasilia, los profesionales entraron a la cancha, sólo falta que el PT quede a remolque de Renán.

Ahora se entra en una fase de muchas incógnitas a la espera de algunas definiciones, en un marco en el que hay una gran cantidad de información no revelada por el LavaJato.

En los círculos más próximos al Palacio, se espera que la iniciativa Renan convenza a Dilma Rousseff a salir de su inercia.

Hoy en día, el gobierno está completamente paralizado. Hay buenas iniciativas en los distintos Ministerios, paralizadas por la inacción de Dilma.

La presidente se aisló aún más, inclusive de su círculo cercando, el Jefe de Gabinete Aloizio Mercadante.

El aislamiento de Dilma ha producido un festival de operaciones internas de los miembros del primer escalón enviando globos sonda sobre sus colegas.

Dilma sigue una estrategia propia de tiempos de guerrilla, segmentando las informaciones que le pasa a los asesores para identificar las fuentes del drenaje. Cuando la encuentra, disciplina al comitente, pero no frena la guerrilla.

Las fugas de información no tienen relevancia en sí misma, son pequeños chismes que hacen la gloria de los lobbistas de Brasilia. Pero son signos elocuentes de falta de dirección y liderazgo consistente, cuyo efecto es que cada ministro busque protegerse usando a los periodistas que cubren su área.

Hay un enorme conjunto de temas en espera de definiciones.

Por ejemplo, el programa Brasil Cariñoso tiene como objetivo proporcionar un ingreso mínimo de R$ 77 por persona a las familias en pobreza extrema. Con la inflación, este valor se ha erosionado, pero no se pueden discutir ajustes.

El MEC (Ministerio de Educación) está prácticamente paralizado, sin avanzar en la planificación y rehén de la llamada bancada BBB (Biblia, Bala y Boi) (1). La Secretaría de la Presidencia creó un Comité de Costumbres para revisar todo el contenido de los programas de los Comités de educación y salud.

Recientemente, una Comisión vetó el proyecto Escuelas Sin Homofobia. Todo por las amenazas de la bancada evangélica a bloquear otras leyes en la agenda gubernamental.

Es notable cómo Dilma se entregó por completo a los argumentos de Levy que respaldan su posición de no revisar las metas de superávit fiscal, cuando todas las señales indican la caída de ingresos fiscales debido a la recesión.

Por todos estos factores, se espera que llegue pronto un cambio de gabinete, con el que Dilma pueda rodearse de una estructura más profesional de asesores y analistas y dejar este aislamiento abrumador.

(...)Cada día, el Lava Jato desmonta la imagen del PT como un partido diferente. Sin la bandera de la ética, a la izquierda sólo le queda la bandera social. Si esto no se defiende, Dilma será vista en la situación de la doncella que cambió su novio, fue al baile con otro pretendiente, este la abandonó y la doncella no atina a recuperar a su primer pretendiente.

(1) La denominada bancada BBB (traducible como biblia, caramelos y vacas), compuesta por miembros de las teleiglesias evangélicas brasileñas -entre otros-, tiene una cantidad de diputados crítica para el quorum y la aprobacion de leyes oficialistas.

sábado, 1 de agosto de 2015

Opus Magna



Hoy proponemos como tesis que las construcciones y la arquitectura gubernamental son una de las formas más irrefutables de caracterización del perfil y de la genética de un gobierno pero también de eso que los alemanes denominan zeitgeist, el clima de época.

Cada gobierno suele y puede ejecutar muchas obras en lo que dura su administración. También recibe algunas inconclusas como herencia y deja otras para que su corte de cinta lo realicen sus continuadores. Pero están, por supuesto, esas obras a las que un gobierno y su líder le dedican un tiempo y recursos especiales. Creen que son importantes y que debe garantizarse su completamiento antes del final del mandato.

Y también hay otras que no revisten esa centralidad, y sin embargo se convertirán, habitualmente gracias a la sarcasmo de los pueblos, en el “elefante blanco de Fulano”, siendo Fulano un gobernante malogrado, caracterizado como corrupto, o también uno con final trágico, que no atinó a dejar tal o cual predio finalizado.

Pero no siempre esa Opus Magna, aquella a la que el Príncipe aboca horas y sudor, es la que perdura y la que lo simboliza frente a las generaciones siguientes. El pueblo y el tiempo suelen ser los dos fiscales más implacables en el juicio de una época y a veces ocurre que el resultado es totalmente contrario al esperado.

Esto no sólo vale para nuestro presente y para nuestro país, podríamos pensar en otras geografías como el nazismo y la  Berlín de Speer, o la San Petersburgo del zar Pedro el Grande, o en otras escalas, como la Mar del Plata del intendente socialista Bronzini. Como este blog pretende hablar de Argentina y de la actualidad, hacia allí vamos.

La dictadura
Tomemos la dictadura militar que rigió a sangre y fuego los destinos de los argentinos entre 1976 y 1983. Si tenemos que elegir su nave de bandera  es casi inevitable quedarnos con la Autopista 25 de Mayo. En la medida que la analicemos, podremos ver con qué potencia se expresa el ADN de la dictadura: para construirla el gobierno expropió y demolió todo lo existente en la larga línea que va entre Liniers y el bajo San Telmo, avasalladoramente, sin lugar para el reclamo ni el pidogancho.
Así, partió a la ciudad literalmente en dos. Un norte rico y pujante que visita poco y nada lo que ocurre en un sur pauperizado e invisibilizado. Los restos de esa demolición fueron arrojados al Río de la Plata para formar lo que hoy se llama Reserva Ecológica.

Por esa autopista difícilmente viaja transporte público, no fue pensada para que ni una vía férrea ni un colectivo la aprovechen (si bien algunas líneas incluyen en su recorrido un ramal “rápido por autopista”, viajan como uno más). Sólo viajan autos, autos que para estar ahí, pagaron el peaje. Es decir, sólo la pueden usar aquellos que accedieron a ese umbral mínimo: un pobre no sabe qué hay arriba de la autopista.

La autopista no puede disimular problemas de diseño: yendo hacia el oeste, quien no se baje en Avenida Jujuy ya no podrá bajarse hasta Alberdi, varios kilómetros más adelante. Una suerte de cárcel móvil de clases medias.

Y para darle un último derechazo de volea a esta metáfora,  la autopista 25 de mayo nace alegremente en el mundial (la cancha de Vélez fue una de las dos sedes porteñas del mundial 78) y tras muchos desatinos, termina muriendo en un Centro Clandestino de Detención, el que años más tarde se identificó como Club Atlético, en Paseo Colón y Cochabamba. La defensa descansa, su señoría.

La democracia alfonsinista

Es difícil decirlo, porque si bien la referencia más fuerte al gobierno de Alfonsín pudo ser el juicio a las juntas, no hubo herencia arquitectónica que la represente. Acá elegimos, arbitrarios como somos, el Mercado Central de Buenos Aires. Ese intento trunco por domar a los oligopolios dueños del bolsillo de los argentinos, ofreciendo un enclave desde el cual conectar de la manera más directa posible a productores y consumidores. Intento trunco, decíamos. 

El Mercado Central terminó siendo un elefante blanco obsoleto y anacrónico al que se enquistaron pequeños grupos cuyas actividades y objetivos podrían no ser del todo lícitos. Pregúntele el lector de estas crónicas al encargado del edificio, a la mucama, al pobre que tenga a mano, si conoce, si alguna vez fue al Mercado Central. Dicen que es una suerte de lugar maravilloso, con precios de fantasía. Del alfonsinismo algunos dicen lo mismo. Sólo puede comprobarlo una clase media provista de un camionetita y un sábado libre por mes. 

Pero ahí estaba cuando llegó un secretario de comercio kirchnerista para darlos vuelta.

El menemismo

El menemismo no hizo nada. Y sin embargo le aparecieron una constelación de edificios en condominio, doques, veleros invaluables, anchas avenidas, plazoletas y mujeres de tetas recreadas paseando costosas mascotas en nuestra Little Miami, que nos haga olvidar por un rato el tremendo calor de South Beach. 

Para lo cual hubo que crear una corporación que se denominó Puerto Madero, sin que uno sepa bien para qué arco patea. Eso sí, el diseño justo para que sea el mercado quien asigne los recursos, en lugar del puto Estado.

Habría tanto para escribir sobre Puerto Madero, pero no sería escribir sobre el menemismo. O sí.

La alianza

Seguramente algún plan tenía esa gente tan ilustrada. No nos creemos que hayan llegado hast

El kirchnerismo

Durante los primeros años de mandato de Néstor asaltaba en nuestra redacción la idea de que podrían haber pasado los primeros cuatro años sin siquiera señales de una construcción representativa. La perspectiva que le pone el tiempo a la salida del infierno justifica esa ausencia. Nestor no tuvo un minuto para pensar en grandezas. Y probablemente semejante idea no estuviese en su ADN. Luego vino ella y quizás allí la cosa haya vuelto a sus carriles típicos. Apareció Tecnópolis: primero una feria de fin de semana en los bosques del feudo opositor porteño. Gracias a una oposición genial que creé que oponer significa decir NO, Tecnópolis se convirtió en idea encarnizada de Cristina. Y a los pocos meses tendríamos satélites y cohetes sobre piso de tierra.

Eso también es el kirchnerismo, negros choripaneros mirando al cielo y rezando sus 20 verdades. En el conurbano, pero el conurbano primer cordón, recuerdo que en sus comienzos, cuando estaba en construcción, para meter un tornillo, una maqueta de un cohete o un tinglado completo, había que hablar por teléfono con un veintiúnico tipo que te habilitaba a acceder. Eso era el kirchnerismo, un club de pocos. 

Luego la sensación de lo efímero de desvaneció, la idea del Parque del Bicentenario prendió y el piso de tierra con piedra encima para no embarrarse se convirtió en una citadella amplia y abierta en la que abrevan familias, escuelas, skaters, rapperos, seminarios de filosofía y partidos de tenis de la Davis. La combinación del denigratorio “Negrópolis”, ese maravilloso “vivaelcancer” de nuestra época, y los millones de personas que la visitan cada año son, quizás,  su mejor definición: millones de negros nuestros, sanos, regordetes, felices de hacer la cola para entrar en la Cámara del Agua a hacer quién sabe qué.

En Tecnópolis hay ciencia, hay tecnología, hay entretenimiento, hay consumo y, razonablemente, no hay industria, no hay UIA, no hay ADIMRA, no hay SMATA. Eso también son estos últimos años en los que supimos preocuparnos por todo, excepto por lo más importante. En los que recurrimos a la fórmula del consumo cuyos efectos mágicos aparecen atenuados.


Quizás lo que viene sea una continuación virtuosa y expansiva de lo que falta. O quizás debamos conformarnos con dos, tres, cientos de Estadios Únicos de La Plata.