viernes, 31 de julio de 2009

La Pizzería Trucha de Bonatto



Puro servicio. Así es este blog. En base al post anterior y la imposibilidad del comentarista y colega bloguero Fernando Bonatto de agregar fotos en los comentarios, le solicitamos que nos enviara copia de su hiperputeadísima factura de gas.



Ahí está. Click para agrandar y hacer un poco de voyeurismo por la vida de la familia Bonatto. Lectores, comentaristas y acreedores podrán ahora hacer un detallado análisis de sus consumos. Y no faltará quien pregunte si marchan la especial "Bonatto con ananá y jamón".


Nobleza obliga, Fernando, y gracias por invitarme a la pelopincho, pero le tengo que confesar que el agua está como para tomar mate.

Algunas consideraciones sobre el aumento en la tarifa de gas



Inspirados en esta entrada de Conurbano, en la que se hace una reseña bastante completa del asunto, publicamos algunas reflexiones sobre el tema señalado en el título. Lo que sigue es la ampliación de un comentario que dejamos en dicha entrada. Las referencias a "doña Rosa" están vinculadas a la mención que Conurbano hace de esa figura.

Uno de los motivos identificados del aumento de las tarifas domiciliarias es la necesidad de importar gas de Bolivia (cosa que ocurre desde hace ya mucho tiempo) y adicionalmente gas licuado, cosa más reciente, y motivada en el incremento del consumo, producto del crecimiento de la economía de los últimos años.

Lo primero que se nos ocurre es que la necesidad de importar gas para cubrir la demanda interna, no se identifica solamente con un problema de oferta.

Me explico: los "lobbys" que vienen trabajando desde hace bastante para que aumente la tarifa de gas de los consumos domiciliarios, no tenían por objeto solamente permitirle a las empresas tener ingresos "internacionales" (que en parte lo conseguían vía subsidios), sino hacerlas funcionar en el nivel de eficiencia, para lo cual necesitaban un ritmo menor de crecimiento de la demanda.

Dicho en castellano: "doña Rosa consume demasiado gas, y en esas condiciones las empresas no pueden maximizar su eficiencia".

No faltaron inversiones porque invirtieron poco, sino justamente lo contrario: chillaban porque necesitaban reinvertir mucha proporción de sus utilidades para atender la demanda. Y así y todo, no daban abasto.

Más o menos lo tratamos de explicar en este viejo artículo.

En esas condiciones, era lógico que se generaran problemas de abastecimiento de la demanda por la generación de los famosos "cuellos de botella".

El dilema que tenía enfrente el Estado en ese momento era el de en qué sentido intervenir. ¿Para que "doña Rosa" usufructuara los excedentes, e incluso de modo indirecto tuviera pesos en el bolsillo con que acelerar el ritmo de crecimiento del mercado interno? ¿O para que las empresas cerraran sus balances a gusto, y pudieran remitir mayores utilidades a sus accionistas (del interior y del exterior), y no tuvieran que hacer colocaciones de bonos en condiciones menos favorables, por ejemplo?

No hace falta decir cuál fue la opción elegida durante la eternidad de 6 años.

El tema es (y se supo siempre, no se descubrió recientemente) que los subsidios son insostenibles en el largo plazo, sin retoques tarifarios, porque cada vez es necesario subsidiar más, y cada vez hace más falta sacar guita de algún lado para subsidiar. Hace un tiempo, en Artepolítica, discutíamos un artículo de Zaiat en el que se trataba esta cuestión de los subsidios universales, su sustentabilidad y su sentido de justicia.

Para resolver el problema del subsidio creciente y su insustentabilidad se pensó, entonces, en un ajuste tarifario.

En este caso, escalonando por nivel de consumo para cumplir con varios objetivos a la vez: que el aumento recayera sobre una porción relativamente baja de usuarios (creo que estamos entre 15 a 20% de los usuarios conectados a la red en GBA), entre los cuales se encuentran los más acaudalados (porque no todo el que consume mucho es rico, pero la inversa sí es verdadera), y que el enfriamiento de la economía, producto del ajuste de tarifas, recayera sobre los de mayor poder adquisitivo principalmente (por supuesto es lamentable que le toque también a algunos que no son parte de ese grupo).

El tema es que las opciones no eran ni son demasiadas: o se hace un ajuste de tarifas universal (es decir lo pagan todos), o se segmenta por nivel de consumo.

Probablemente, sin modificar del todo el criterio, hubiese sido más aconsejable (como señala Javier en uno de los comentarios al post de Conurbano citado), reemplazar el escalonamiento, por una pendiente cada vez más empinada. Es decir, los primeros 100 m3 de consumo, cobrarlos $0,05, de los 100 a los 200, aumentarlos a 0,10, y así sucesivamente (los números son arbitrarios). E incluso, a riesgo de complejizar demasiado el tema, diferenciar las tarifas geográficamente. Adoptar este mecanismo, seguramente, hubiera requerido de un análisis importante de las variables para ver en cuanto se modificaba el flujo de guita aportado por los usuarios al sistema. El mecanismo elegido, probablemente, haya sido más fácil de cuantificar.

La otra opción, para la cual ya es demasiado tarde, era que las tarifas no hubieran sido tan bajas (un 20% del precio internacional, o menos) durante 6 años. Aunque no hay que perder de vista que si el cuadro tarifario se armaba en relación a los valores internacionales del bien, hubiera implicado un cambio total de modelo económico. Para simplificar, a olvidarse de que el hijo de doña Rosa consiguiera un laburito en la fábrica de molduras, de Gerli.

No había (no hay) mucho más para elegir.
Y, por supuesto, gratis no había ninguna.


jueves, 30 de julio de 2009

Escuela Argentina Opositora Modelo

Egresados 2009
De izquierda a derecha: Gonzo Solá, el Doctor Danyeli, Peggy Carrió, "Tachuela" René, el Colo Figaredo, el pájaro Abelardo Cobos, Mauricio Gato, Igor Binner el asistente, Animal Reutemann




Consultado, el director de la escuela Don Hugo Monsanto Biolcatti, "off the record" confesó que es una de las peores promociones de las que tenga memoria.




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Siete Tribus


La costumbre de las tribus consistía en avanzar hasta encontrar un lugar apto para protegerse, alimentarse y abrigarse. Cuando la región empezaba a agotar sus recursos, la tribu levantaba sus tiendas en busca de un nuevo destino, nunca definitivo. Descendían de los mongoles, por lo tanto el caballo era la piedra fundamental de su cultura.
No sólo como medio de transporte, irreemplazable en aquellas interminables llanuras, sino también como protagonista fundamental de su modo de vida: transporte, leche, carne, piel y, fundamentalmente, arma de guerra. Cualquier niño de la tribu viviría innumerables días y semanas arriba de un caballo mucho antes de caminar o de hablar correctamente. Por lo tanto no es de extrañar que desde niños ya fueran excepcionales jinetes.

Uno de estos jovencitos, alrededor del año 430, heredó de un tío el liderazgo y la responsabilidad de conducir el destino de su tribu, a los 12 años.

Pocos años antes había sido capturado por las fuerzas del pueblo hegemónico de la época, los Romanos, que lo convirtieron en prisionero y lo enviaron a cumplir trabajos forzados junto a sus compañeros a Roma. Habiendo observado con cuidado la vida y las costumbres romanas, percibió rápidamente que su tribu contaba con ventajas críticas en el aspecto militar. Las pondrá en acción más adelante, cuando el espacio vital que su tribu necesitaba, se veía amenazado por Romanos y Visigodos.
Dichas ventajas residían, justamente, en el uso del caballo. A pleno galope podían liberar riendas, empuñar el arco, cargarlo con flechas y acertar sobre blancos en movimiento. Habían desarrollado unos arcos especiales de forma asimétrica que permitían apoyarse a la montura para ganar precisión. Su eficacia era altísima y las bajas, muy pocas.

Su avance se estabilizó en las llanuras de Panonia, región que hoy comprende parte de Austria y Hungría, al norte del Danubio. Desde este punto levanta un verdadero imperio “móvil”, trashumante. En el que, entre otras tareas impescindibles para garantizar sustentabilidad, organiza un ejército de elite conformado por unos 60.000 jinetes.
Jinetes que respondían, en realidad, a las siete tribus, pero que durante su reinado se rindieron ante su capacidad estratégica y su habilidad política y operativa para maximizar las recompensas que obtenía del enemigo en la victoria y minimizar el tributo en la derrota.

El fruto de los botines que recoge y las compensaciones con que fuerza a sus enemigos pasaban a engrosar la riqueza de las siete tribus de manera equitativa. No obstante él practicaba la austeridad: seguía comiendo en vasijas de madera y vistiéndose con piel de caballo.
Actitudes como esta, su dedicación a los heridos y un respeto reverencial por los muertos en batalla, como así también sus habituales recorridas por el campamento mostrando preocupación por temas domésticos e impartiendo justicia para los más débiles, le aseguraron liderazgo indiscutido, además de mantener la cohesión y el espíritu de cuerpo entre sus congéneres. Liderazgo que mantuvo hasta su muerte.

Sin embargo su tribu desconoce la escritura. De manera que, inevitablemente, delega su Historia y la de sus Siete Tribus en la pluma del enemigo. No es necesario aclarar que estará llena de calumnias e imprecisiones. Las que sean necesarias para mancillar su reputación de manera insalvable e interponer una lección de conformidad a quienes pretendan iniciar un camino parecido.

Quién, si no, se encargaría de bautizar a Atila con el rótulo de “Azote de Dios”?





Foto: "Los líderes de las siete tribus" en una plaza de Budapest, lugar donde la propaganda devaluatoria romana se confrontaba con los beneficiarios directos, contantes y sonantes de aquel que, por donde su caballo caminaba, no volvía a crecer la grama

miércoles, 29 de julio de 2009

Buenos momentos, good fellas

Aunque no comparto ni la ubicación de las comas, considero al blog El Abuelo Económico como uno de los de mayor nivel, sobre todo por su conocimiento de la economia agraria argentina.



Por eso, me parece importante responder cuando El Abuelo publica una entrada como la que se puede leer hoy, bajo el sugestivo título Buenos momentos.



Recomiendo leerla, es corta. Pero, de todas maneras, la resumo. Reproduce dos artículos del decreto Nº 2284/91, en los que se suprimen todas las "restricciones que distorsionen los precios de mercado evitando la interacción espontánea de la oferta y de la demanda", así como las "estricciones, los cupos y otras limitaciones cuantitativas a las importaciones y a las exportaciones ".







La fecha del decreto es octubre de 1991, cuando la convertibilidad cumplía seis meses y empezaba a sacar los dientitos, que en pocos años se convertirían en esos terribles colmillos que desagarraron el tejido social y económico del país. Los firmantes, por supuesto, eran Menem y Cavallo, los "buenos muchachos" que sonríen desde la foto de al lado.




Sería un error y una ingenuidad, inadmisible en personas de más de cinco años, limitar el análisis de este decreto al simple deseo de eliminar distorsiones en el "libre juego del mercado". No porque uno sea un creyente de esa religión: ni existe ese libre juego, ni el mercado es transparente, ni los que intervienen en él tienen la misma información, ni nada de nada de los supuestos liberales. Así que no hay nada que lamentar cuando el Estado interpone sobre las distorsiones propias del mercado otras distorsiones de signo opuesto, destinadas a proteger a los más débiles, ya sea como trabajadores o como consumidores.

Pero, además, el decreto era parte de un conjunto de medidas, un verdadero plan destinado a producir modificaciones profundas y duraderas en la economía nacional. Es como parte de ese conjunto que se debe considerar las medidas y es a partir de los resultados del plan que se debe evaluar si puede aplicarse al expresión "buenos momentos" a octubre de 1991.

El decreto 2284 resume bien el espíritu del plan. Se trataba de reducir el papel del Estado a un par de funciones: facilitar los negocios privados, asegurar un fuerte movimiento de la timba financiera y la ausencia de una inflación que carcomiera los rendimientos financieros y reprimir la protesta social. Los instrumentos privilegiados fueron la libertad de precios, apertura librecambista al exterior, ancla monetaria mediante la paridad fija, desmantelamiento de la legislación protectora del trabajo, privatización de las empresas públicas y privatización gradual de los servicios sociales.

Con crecimiento del producto, comenzó a crecer la desocupación. La economía nacional quedó a la intemperie, con déficit del comercio exterior, cierre de industrias y endeudamiento enloquecido. Abiertos (de piernas, diría algún grosero, pero acá no lo diré) a los vientos de la especulación mundial, bastó una crisis financiera en México para que la Argentina entrara en recesión. Y, si bien la recesión fue breve y no demasiado profunda, la desocupación se disparó a niveles sin precedentes (por lo menos, desde 1934), niveles que mantuvo por casi una década.

Al cimbronazo del tequila siguió un par de años de recuperación. Pero la lógica inmanente del plan comenzó a operar cada vez con más fuerza, cada vez más imparable. El predominio de la valorización financiera continuó castigando a la economía mundial (Sudeste asiático, Rusia Brasil) y la Argentina estaba crecientemente a la intemperie. A mediados de 1998 comenzó la recesión más profunda y prolongada de la historia argentina (en todo caso, disputa el primer puesto a la de 1914-18), llegando a niveles de desocupación que no se vieron ni siquiera en la crisis de 1930 y niveles de pobreza impúdicos.

El final de la historia ocurrió estando de nuevo Cavallo en el Ministerio de Economía. Con una deuda de dimensiones monstruosas, vencimientos incumplibles, el Estado en quiebra, el comercio exterior desfondado, la industria fundida, los campos en remate, la situación social desesperante y los pocos dólares existentes remando afanosos rumbo a Montevideo, el ilusionista probó un nuevo truco: el corralito. El colapso económico y social era completo.
La reacción popular y el tan postergado cambio de la política económica son parte de otra historia.

La que se preparó con medidas como el decreto 2284/91 es la historia de horror que el neoliberalismo hizo triste realidad en la Argentina. Llamar a eso "buenos momentos" es una burla sangrienta.


El link para el decreto ha sido afanado a El Abuelo Económico. Perdón, Abuelo.

Viernes, otra vez...

Periodismo anticipación. Por eso usté lee nuestro blog. Porque siente que vamos un paso adelante del resto. El pescado podrido y las operaciones se los dejamos a los grandes medios. Acá informamos con la verdad.

Hay una reunión el viernes. Grosssssa. Sin powerpoint ni boludeces. Los fierros y las facas arriba de la mesa, a la vista de todos. Y nosotros tenemos la foto 48 horas antes. Por algo somos cartoneros.

La foto, sí. Lo que no tenemos es la data.

El lector nos ayude a identificar a Roca, a Runciman... Ah! Y a don Lisandro también.




Foto: Talleres Gráficos Cartoneros

Indicador de variación salarial



Para seguir el éxito del camino que iniciara Contradicto con su DCD (o al menos con esa intención) instauramos ahora un indicador que nos sirva de aproximación al problema de la variación salarial.

Para ello tomamos un caso práctico, pero que se rige por patrones de variación identificables en determinados colectivos.

El caso es el de un trabajador registrado, en relación de dependencia bajo convenio colectivo, de la categoría más baja de su convenio, que realiza sus aportes a una obra social que le brinda asistencia sanitaria a través de una empresa de medicina prepaga.

El mecanismo se completa de la siguiente forma: el trabajador y su empleador aportan a la obra social que, con el 100% de dicho aporte, cubre un porcentaje del valor del Plan de la prepaga. El excedente se le factura directamente a nombre del trabajador.

Al inicio del vínculo, en el período de facturación mayo de 2006, el trabajador abonó la factura correspondiente al excedente del costo del Plan respecto de sus aportes, por $51,13.

Para el período correspondiente también a mayo pero del 2009, la facturación por el mismo concepto alcanzó los $52,88.

Es decir una variación de 3,42%.

Como en la factura se imprime el detalle de cómo se llega a ese monto, nos encontramos con que la cuota completa del Plan para mayo 2006 era de $146,55, y para mayo 2009 fue de $285,67. Entonces, llegamos a la conclusión de que el valor del Plan registra un aumento acumulado del 95%.

Esto implica que necesariamente los aportes a la obra social crecieron proporcionalmente más que la cuota del Plan de Salud de la Prepaga.

La conclusión secundaria es entonces, que los salarios de los trabajadores registrados les ganaron cómodamente la carrera a los servicios de salud, en el período detallado.

Así y todo hay que decir que se verifica, en algunos meses, diferencias mucho más importantes en la facturación. Estas se deben principalmente a que el aumento de la cuota de la Prepaga se efectiviza en marzo, mientras que los aumentos salariales por convenio se traducen en aportes con dos meses de diferencia. Es decir, si el convenio nuevo rige desde marzo, ésto se traduce en aportes a la Seguridad Social recién en mayo. Esta característica siempre genera un excedente en favor de la Prepaga, y en detrimento del trabajador, durante unos meses.

Aún así, la facturación, en la comparación interanual nunca mostró diferencias mayores a +65%, lejos del 95% acumulado que registra la cuota del Plan de Salud.



Notas: Tomamos mayo arbitrariamente, pero teniendo en cuenta al mismo tiempo que no se tratara de un mes en que interfiriera la liquidación del aguinaldo (o SAC).

Los incrementos de haberes registrados pueden sufrir una pequeña distorsión por el incremento del concepto antigüedad.

Las prestaciones del Plan son las mismas. Los cambios que pudieron observarse atañen al carácter administrativo - organizativo del mismo. En la escala de Planes, el Plan en cuestión sigue ocupando al mes de mayo de 2009 el mismo escalafón para el grupo etario del beneficiado que ocupaba en mayo de 2006.

La entrada no intenta ser demostrativa de nada. Es simplemente un detalle, en medio de una situación de extremada complejidad para el análisis, como es el nivel del salario, y la distribución del ingreso.


martes, 28 de julio de 2009

Postales II



  • Una de las ciudades más pobladas de su continente y la ciudad más importante de su país: fue su capital hasta 1991, cuando se trasladaron las funciones administrativas y ejecutivas hacia el centro del país, a una nueva ciudad diseñada y construida a ese efecto: Abuja. Con todo, nuestra ciudad sigue siendo, económica y comercialmente, la más importante del país.


  • Tiene 8 millones de habitantes y crece a una de las tasas más altas del planeta.


  • Está situada sobre una laguna de la que tomó el nombre, formada por la desembocadura de varios arroyos sedimentarios que dan lugar a varios islotes y largos brazos costeros que entran al mar paralelos al continente y se convierten en atractivas playas.


  • Fue fundada por un colonizador portugués que buscaba un lugar para establecer un puerto desde donde traficar a Europa las riquezas del continente, prioritariamente pensaba que esas riquezas eran los mismísimos hombres de piel negra que encontraba en la región.


  • Fue el lugar desde donde se promovió la desvinculación con el Imperio Portugués que la fundó para convertir a su país en “Colonia y Protectorado” bajo control inglés, qué otro? Casi como las Invasiones Inglesas, pero sin gesta reconquistadora.


  • Vivió un boom petrolero en el último tercio del siglo XX, que la convirtió en el principal puerto exportador de dicho producto en la región. Así, la ciudad experimentó un crecimiento demográfico que fue subsumiendo a los pueblos y localidades que satelitaban a su alrededor. Hoy su Municipalidad, que debe convivir con otras 20 divisiones administrativas, es la más importante de una gran metrópolis que se suele denominar con su nombre.


  • En la actualidad es un centro comercial y financiero que no envidia a los de otras ciudades, primermundistas y más conocidas: rascacielos, grandes centros comerciales, construcciones masivas, obras de infraestructura, etc. Allí se nuclea el corazón económico del África central: bancos, entidades financieras y de seguros, empresas petroleras, gasíferas y carboníferas, grandes traders metalúrgicos y agropecuarios, firmas textiles y petroquímicas, fabricantes de zapatos y de alimentos procesados, y un largo etc. Dos terminales automotrices también se asientan en la periferia de la ciudad.


  • La ciudad cubre un amplio espectro de distribución de la riqueza entre sus habitantes: va desde los indigentes a los varias veces millonarios, y como las de su tipo, con enormes heterogeneidades y agujeros. Están quienes, como nosotros, empujan un carro cartonero y quienes son conducidos en vehículos fuertemente blindados y custodiados.


  • Sin dudas ofrece el estándar de vida más alto de su país y probablemente uno de los más altos de su continente.


  • Tiene un excelente sistema de autopistas urbanas que se combinan con bellos puentes y autovías aéreas que mojan sus pilotes en las aguas de su laguna, pero no puede evitar las enormes congestiones de tráfico que surgen en los horarios pico.


  • Un interesante sistema de transporte público cuyo actor estelar no es ni el bus, ni el metro ni el tren ni el ferry, sino unas motos que cumplen funciones de taxi y se llaman "Okadas". A pesar de sus bajas condiciones de seguridad, el gobierno municipal nunca las combatió porque reconoce que son una importante fuente de trabajo y una fuente de alivio a los problemas de transporte público.


  • La cultura musical que emergió de la ciudad es muy vasta e incluye el origen de ritmos como el highlife, el jújú y el afrobeat. Desde el punto de vista musical y de expresiones artísticas asociadas, es altamente probable que la música que conozcamos con origen en África haya nacido o haya sido editada aquí.


  • Es el centro de la industria cinematográfica africana, y existe un barrio de la ciudad que en los reductos fílmicos se conoce como Nollywood (hollywood nigeriano).


  • También es sede del Teatro Nacional de las Artes, centro neurálgico de las actividades culturales de la ciudad y el país.


  • Al nigeriano le gusta mucho el fútbol y esta ciudad, además de varios equipos muy populares como el Julius Berger y el First Bank, todavía contiene a la Asociación Nigeriana de Fútbol (NFA) y de la Asociación Estatal de Fútbol. La selección del país, las Águilas, que tantos malos ratos le hicieron pasar a nuestros albicelestes, juegan como locales en el Estadio Nacional, en el barrio de Surulere. Aunque algunos partidos últimamente se corren a jugarlos a Abuja.


  • Cuenta con una larga lista de institutos educativos y culturales, muchos de ellos de raíz extranjera, la mayoría bi e incluso trilingües. Se encuentran representaciones culturales y educativas de países de Europa como la Dante Alighieri y la Alianza Francesa, en los barrios más selectos de la ciudad.


  • En 2006 una iniciativa que se materializó cuando Nigeria canceló en un solo pago su deuda con el Club de París, por 12.000 millones de dólares, tuvo origen aquí.


Hablamos, amigos, de Lagos, en Nigeria.

Después de pasear un rato por sus calles empujando el carrito de la imaginación, nos damos cuenta que a pesar de infinitas diferencias, muchos más son los puntos de contacto con nuestra propia ciudad, con nuestro barrio.

Una ciudad portuaria, fundada por hombres que venían de Europa, cuyo destino era convertirse en un enclave desde el cual remitir a la metrópolis las más preciadas riquezas que ofrecía la región, utilizando como herramientas para convencer a la población local en primer lugar una cierta persuasión que bien podía ser hija de la corrupción de sus clases dominantes. Y cuando esta persuasión se hiciera difícil o imposible, el necesario convencimiento iba a llegar en la punta de bayonetas.


Eso. Una ciudad brillante en un marco de pobreza y explotación sin límites. Una perla en el barro. Una capital más del saqueo y la devastación, qué sólo es sustentable en el tiempo si las elites dominantes perciben que la retribución que perciben por el yugo que imponen a sus compatriotas es, de algún modo, justa.


Como dijimos, las más preciadas riquezas que ofrecía Lagos y los territorios bajo su control eran a su vez las más innobles: Lagos exportó fuerza de trabajo que se subió a los barcos negreros en contra de su voluntad. Podría haber sido cualquier otro producto. Buenos Aires, por ejemplo, exportó primero oro y plata, luego carnes, harinas, durmientes, lanas y linos. Pero los centros de poder europeos no medían la mercancía que recibían con el fiel de la moral sino con el de la utilidad y la renta.


Y, como siempre me pasa en mis recorridas nocturnas, no puedo dejar de preguntarme por qué vivimos obnubilados por París, por qué nos desvela lo que pensarán de nosotros en Madrid o lo mucho que nos parecemos a Milán. Cuando nuestro destino está, profunda, inextricablemente, unido a Lagos, a Nigeria...




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lunes, 27 de julio de 2009

Postales I



Llega a nuestra redacción cartonera una carta sin firma ni remitente, conteniendo la postal que ilustra este post. Nuestra acotada autonomía, nuestra dificultad para subir un carrito a un cordón, nos impide identificar de qué lugar se trata.


Por ese motivo les preguntamos a nuestros queridos lectores, cultos y bellos, de qué ciudad se trata. O de qué país. O de qué continente, en fin.


Detrás de la Ley de Medios...


Muchos compañeros se preguntan por la suerte de la Ley de medios audiovisuales, después de la derrota del oficialismo en las elecciones del 28 de junio.

Probablemente, el desvío en el foco de atención que estoy proponiendo implique un viraje desde el aspecto cultural, hacia el ámbito de los negocios. Es lo que de alguna manera hacemos siempre los que seguimos pensando que la relación de propiedad con los medios de producción es lo que define al menos los posicionamientos desde donde cada actor afronta los conflictos sociales.

Desde hace un tiempo vengo observando (con más vocación de curiosidad que capacidad analítica ni conocimiento exhaustivo de la materia) un conjunto de movimientos llamativos en torno al despliegue de fuerzas que varios grupos económicos de diverso origen vienen llevando a cabo para posicionarse en el campo del nuevo negocio que se abre: el triple play.

Sobre este particular, recomiendo enfáticamente la visita al blog de Carlos Blanco, donde se puede encontrar entradas muy interesantes sobre este tema, algunas con detalles técnicos que exceden la capacidad de comprensión de un aficionado, probablemente, pero que dan una idea cabal de la diversidad de conflictos que se establecen en torno al asunto, algunos de los cuales requieren de verdaderos trabajos de ingeniería para destrabarlos.

Señalo algunos puntos, de todos modos, que me parece importante resaltar:

-Fibertel había obtenido permiso para operar como proveedora de telefonía. La numeración asignada por la SECOM a través de la Resolución 146 era exigua. Crítica utilizó esta situación para chicanear a Kirchner, como si se le estuviera haciendo al Grupo Clarín una concesión importante.

Dos detalles: para poder operar Fibertel debía utilizar la infraestructura de las telefónicas, tenía que arreglar con ellas las condiciones. Por otro lado, ciertas deficiencias legales y técnicas, exponían al Estado a la posibilidad de recibir juicios en contra, por no cumplir con la propia reglamentación, vigente desde el 2000 para otras realidades, pero nunca modificada. Allí residía probalemente el mayor interés en cumplir con el otorgamiento de la numeración a Fibertel.

Paralelamente se realizaba la apertura del pliego para proveedores de TV por cable, para incorporar a bajo costo, nuevos jugadores en el sistema.

Finalmente, el otorgamiento de numeración a Fibertel fue suspendido a instancias de los reclamos de las telefónicas, al menos hasta tanto se "aclare" la situación accionaria de la empresa (?).


-Otro momento en que se ve la cantidad de cuestiones que están en juego, es el de las telefónicas negociando la posibilidad de acceder como mayoristas al servicio de TV por cable, a pesar de que por contrato de privatización tienen vedada tal posibilidad. El COMFER estudia esa instancia como salida alternativa, ante el reclamo de las telefónicas, en el que incluyen las tarifas bajas que están cobrando en relación a las de otros países.

Es decir, las tarifas telefónicas pisadas, es prenda de negociación para el ingreso de Telefónica y Telecom al triple play, para lo cual sólo les falta poder operar como proveedoras de TV por cable. Hacerlo como mayoristas significaría que podrían alquilar su soporte a empresas que provean directamente el servicio al usuario final.

Al mismo tiempo, todavía no están resueltos dos problemas: el futuro de las acciones de Telecom (comprada Telecom Italia por Telefónica de España a nivel mundial, en Argentina constituiría monopolio) y la fusión Multicanal-Cablevisión, que opera de hecho pero sin dictamen final.

Los conflictos de intereses son múltiples, en torno a este asunto, como se puede observar, y a eso le asignan prioridad, incluso, los mismos grupos económicos aludidos por la nueva Ley de Medios.

Es que sin el negocio no les es tan fácil librar la "batalla cultural" por la apropiación de sentido.


Imagen tomada de aquí.


domingo, 26 de julio de 2009

Galería VI - Pintura

Liebre (1502)
Albert Dürer (1471-1528)
Se dice que pintó el pelaje del animal pelo a pelo, con un pincel de un solo pelo.


sábado, 25 de julio de 2009

San Pugliese

"Recuerdo de mis amigos", hoy conocido como Recuerdo, es un tango que Don Osvaldo creó en el año 24, que fue grabado por primera vez por Pollet y Marciano. Cedió la autoría a su padre Adolfo para que este pudiera cobrar los derechos y mejorar así la difícil situación económica que atravesaba la familia en ese momento.






Este blog, en el 14º aniversario de la desaparición física del Maestro, tiene el gratísimo honor de declararlo su Santo Patrono Protector. Estaremos mejor protegidos que nunca.

viernes, 24 de julio de 2009

Cartón for espor VI: Retenciones

Se hicieron esperar (además de sucio y vago, el cartonero es charlatán), pero siguen a continuación algunos comentarios que nos pareció interesante hacer a la luz de la siguiente tabla que armamos en base a los datos que se fueron extrayendo de la estructura de exportaciones industriales, presentados en capítulos previos de esta zaga (aquí, aquí y aquí)






click para agrandar



Puede verse en ella el tratamiento que reciben partidas representativas de exportaciones industriales significativas, en términos de derechos y reintegros por exportaciones. La tercera columna indica lo que se conoce habitualmente como “retenciones” (técnicamente Derechos de Exportación) que se cobran sobre valor FOB. En la columna siguiente aparecen los reintegros por exportaciones, que aunque pagados en instancias bien distintas del proceso exportador, deben netearse de retenciones para dar cuenta del verdadero coeficiente conque el Estado promueve o castiga determinadas exportaciones. Dicho neto figura en la columna siguiente, como “Neto Retenciones”. A continuación el valor FOB exportado en 2008 para las partidas o grupos de partidas y a continuación el monto neto de retención (o reembolso si el signo es negativo) que afecta a cada grupo.

Técnicamente se habla de grupos cuando algunos productos similares presentan variaciones menores que generan encuadres en partidas arancelarias distintas: los unimos bajo una raíz común, que denominamos grupos (e.g.: polietileno en pellets, polietileno alta densidad y polietileno baja densidad, bajo partidas diferentes que tienen en común los cuatro primero dígitos de la partida polietileno, 39.01).



El orden de la lista es según FOB total exportado en 2008, de mayor a menor.

Rápidamente se pueden sacar las primeras conclusiones: una es que las retenciones para estos productos (recordemos que nos circunscribimos a MOI, manufacturas de origen industrial), con la única salvedad del biodiésel, están afectados por un coeficiente único y plano del 5%. No importa si usted fabrica bobinas de poliestireno en bruto o yates de lujo, glifosato a granel o motores de automóvil, su venta al exterior se verá afectada por el mismo factor en sus exportaciones industriales.

De manera que si uno intentara conocer las preferencias de desrrollo industrial de nuestro Estado, a través de cómo premia (o penaliza) el espectro de exportaciones industriales, podría decir que no presenta ninguna sensibilidad.

Por ejemplo frente a la capacidad generadora de mano de obra que una producción puede representar frente a otra (cuántos empleos, directos e indirectos, afecta la producción de chapa de acero frente a la producción de automóviles por dólar exportado?), el Estado dice “no importa”.

Por ejemplo frente a la importancia estratégica que una actividad industrial representa frente a otra (es lo mismo que se exporte plomo en lingotes que baterías de automóviles o teléfonos celulares?) El Estado dice, nuevamente, “no importa”.

Por ejemplo frente al estadío madurativo que una industria tiene o necesita para alcanzar una determinada productividad, calidad y estabilidad frente a competidores internacionales (es lo mismo una empresa que ha alcanzado la frontera tecnológica en su rubro y hace productos que son considerados los mejores del mundo en su nicho que una empresa que es pionera en su sector pero que está en un estadío previo, menos maduro del proceso de aprendizaje y por lo tanto es mucho más vulnerable a la competencia extranjera?). Nuevamente el Estado dice “da lo mismo”.

Digámoslo ya: tener un coeficiente de retenciones fijo y plano (across the board) para las MOI es sinónimo de NO TENER política industrial.

Los coeficientes aplicados como retención a las exportaciones no sólo son un mecanismo de obtención de recursos, sino la herramienta por excelencia para promover (o penalizar) producciones que tengan un mejor efecto multiplicador de mano de obra, que dicha mano de obra sea más o menos calificada, que el producto le garantice al país participar en una determinada carrera tecnológica con perspectiva de futuro (aeronáutica, espacial, farmacéutica, biogenética, informática, naval, automotriz, etc.)

Alguien podrá decir es que la columna de reintegros la que cumple esa función. Mírela bien: premiamos la producción de tubos sin costura y la producción de alambres de acero; el mismo tubo y el mismo alambre de hace 20 años; las mismas plantas (Siderca y Acindar); la misma cantidad de operarios (o menos en la medida que ciertas tareas van reemplazando al hombre con robots); las mismas amenazas de despidos masivos cuando llega la crisis y cuando empieza la época de paritarias). Esos reintegros se parecen mucho más al resultado de prebendas específicas y capacidad de lobby por parte de determinados capitanes de la industria que al producto de una política industrial selectiva e inteligente.

No jodamos. Política industrial de en serio se hace con el bolsillo.

Entonces, Contradicto devino opositor???

NO. De ninguna manera. Por dos motivos.

Primero. No escuché a ningún opositor presentar una idea a este respecto. El Coro de Niños y Jóvenes Cantores que suele acompañar a la Orquesta de Cámara de la Mesa de Enlace no tiene idea de qué estoy hablando.

Segundo. Este post es una demostración (creo que cabal, pero le voy a dejar los calificativos a los comentaristas) de que las retenciones son mucho más que una herramienta recaudatoria. Esto incluye también las retenciones agropecuarias. Frente a los datos expuestos a lo largo de esta zaga de posts que incluyen este mismo, la pretensión de reducir a cero las retenciones agropecuarias, solapada por la Mesa de Desenlace, es lisa y llanamente una burla al sentido común, además de una idiotez. Como regla general, en Argentina, el piso de las retenciones para productos primarios y manufacturas de origen industrial, salvo excepciones perfectamente justificadas, no debe perforar el techo de las retenciones industriales.

No sólo eso, la aplicación y la capacidad de discriminación del esquema general de retenciones debe ser prerrogativa fundamental y discrecional del Poder Ejecutivo. Esto se llama política económica. Y la movida de llevar esa discusión al Congreso no parte sino de la intención solapada y perversa (denunciada en este blog) de ahogar al Gobierno desde lo fiscal para dar lugar a un escenario de caos y eventual cletización del sillón de Rivadavia.

En el próximo y último post de esta zaga discutiremos la viabilidad de la una política como la que aquí se sugiere.









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jueves, 23 de julio de 2009

Lycaon pictus

O perro salvaje africano.

Lo definen algunas actitudes que tiene hacia adentro de la jauría. Se ha observado en algunas instancias, mientras comparte ocio con sus crías y sus congéneres, que se retira del grupo unos tres o cuatro metros, se sienta y con una pata trasera se rasca enérgicamente el cuello. Es una señal de educación y de respeto. Busca proteger a los suyos de sus propios parásitos.

Cuando el hombre decide monitorear ejemplares al azar, lo más usual es que decida instalarle un collar de seguimiento, para lo cual debe adormecerlo. La tarea se realiza en terreno. Y la víctima elegida nunca es abandonada por los ojos de sus compañeros de jauría, que monitorean con angustia lo que le ocurre al hermano dormido. Apenas los humanos abandonan el lugar, sus compañeros vienen a buscarlo y lo arrastran de vuelta hacia el terreno en el que se concentra la jauría. Van tirándolo del mismo collar que acaban de instalarle los humanos y habitualmente dos o tres machos adultos tratarán de morder y dañar ese extraño dispositivo hasta abrirlo o romperlo, defendiendo al compañero de esa pieza extraña y ajena que le han montado al cuello. Los primeros collares eran de cuero y, por cierto, resultaban verdaderos manjares. Luego el hombre los perfeccionó y ahora son inviolables.

Una jauría puede estar compuesta por seis o siete adultos, pero solo el macho alfa y la hembra dominante se encargan de la procreación. Eso no genera rivalidad con los restantes. Ellos pasan sus días asistiendo y ayudando a criar los cachorros "sobrinos".

Cuando una hembra está amamantando a sus crías pequeñas, que no pueden valerse por sí mismas, y llega otro adulto, ella se levanta y abandona todo. Va hacia el recién llegado e introduce su hocico en la boca de aquel emitiendo un aullido especial, al que él responde con una contracción de su abdomen seguida de regurgitaciones. Es regla de la jauría, cuando uno come, todos comen.

Esa es la forma en que ella se alimenta durante los meses de amamantamiento. Cuando pueda, volverá a cazar. Y es normal que una hembra no dominante, que ha sido preñada, mate a sus propias criaturas apenas nacen o deje que lo haga otro adulto. Es la escasez de la sabana la que impone estos códigos de conducta.

Pero la idea es simple: los mejores cazadores, afuera cazando; los cachorros alimentándose rápido para dejar pronto el lugar de demandantes y convertirse en oferentes; el resto con la jauría, ayudando en lo que sea necesario.

Los métodos usados durante la cacería son perfectos. Mucho más eficaces que los del resto de los carnívoros. Trabajo en equipo. Paciencia incansable. Subordinación a las órdenes del líder y una voluntad a prueba de todo. Una vez que la cacería tuvo lugar, como en todas las sociedades animales, la jerarquía prevalece, pero el nivel de solidaridad es alto. El primero que come es el primero que parte hacia el lugar en el que se encuentran los débiles, para regurgitar parte de lo ingerido. Otros siempre quedan cerca del lugar de almuerzo y realizan tareas fundamentales, seccionar el cadáver y defenderlo de los “clepto-parásitos”, las hienas, los chacales y los buitres.

Hasta hace sólo 20 años, los guardaparques de Botswana y Sudáfrica tenían permiso para matarlos. Hace 10 años las autoridades cayeron en la cuenta de que quedaban en pie sólo cinco mil.

Ocurrió porque los perros salvajes fueron etiquetados con saña: el método que usan para dar muerte a sus víctimas es destriparlos vivos. Y esto le parece cruel a los humanos, pero la muerte es inmediata y prácticamente indolora. Atacan directamente el abdomen de su presa, que usualmente presenta las capas de piel más finas, y no se detienen hasta desollarla. En la sabana esto no es más cruel que los filosos dientes de una leona en la yugular de una cebra. O un chita sacudiendo salvajemente un antílope por los cuartos traseros hasta desnucarlo. Pero fue suficiente para que nunca se convirtieran en efigie de un escudo medieval, símbolo de una ciudad o marca de un automóvil.

Mala fama, que le dicen. Se la impusieron los mismos que los exterminan.

miércoles, 22 de julio de 2009

Acumulación




"La intervención de Guillermo Moreno ha sido totalmente ineficiente. Fíjese sin ir más lejos la situación de los productores de leche, o de la producción cárnica. El kilo vivo de carne se paga al mismo precio desde hace varios años, y en las góndolas la realidad es otra".



No viene al caso mencionar al emisor de la frase. Lo que sí me importa, a mí en particular, es desmenuzar el contenido de la misma. Más allá de los énfasis y de los nombres propios, lo que se describe en esa simple alocución es la lógica misma de la acumulación del capital.

Es tendencia secular, y por la misma lógica de la acumulación del capital que ya mencionamos, que la variación del precio de la materia prima en bruto sea, en el mediano plazo, menor a la que se produce al final del proceso por el cual el producto pasa por los distintos eslabones de la cadena de valor.

Los procesos de agregación de valor en cadena se vuelven cada vez más complejos, de lo cual resulta que el valor que se agrega encima de la materia prima sea cada vez mayor. En el producto terminado, y a partir de la complejización de la producción, la materia prima tiene un peso relativo cada vez menor. Este proceso tiene un correlato representativo en la conformación del precio.

Al mismo tiempo, otra tendencia ingobernable es la del aumento de lo que Marx llamaba composición orgánica del capital. En aras de obtener mayor rentabiliidad, el capitalista mejora su posición de capital, lo que le permite mejorar la productividad, o sea captar mayor plusvalor.


En este marco, el productor de materias primas sólo sobrevive equiparando por cantidades. Para compensar, debe vender más. La clave de la supervivencia es la escala de producción. La concentración se vuelve inevitable.

La forma de evadir esta tendencia tiene que ver con un cambio significativo de concepción. El INTA propone la integración vertical del productor a la cadena de agregación de valor, a través de ciertas formas eficientes de asociativismo. Acá, un artículo que habla sobre el tema.

De esta forma, la asociación de productores adquiere escala en la producción de materias primas, y agrega valor obteniendo para sí el plusvalor que le retacea la intermediación. Esta nacionalización y regionalización de la cadena, en una primera etapa, significaría un incremento de capital nacional, reemplazando capital y trabajo extranjeros.

Por supuesto que hablamos simplemente de una primera etapa. El que quiera ver en esto un paso directo hacia la socialización de los medios de producción se confunde. El capitalismo y su lógica de acumulación, una vez establecidos, comenzarán a operar reproduciendo el mismo funcionamiento que describíamos más arriba, en detrimento del salario, y en favor de la concentración.


Más allá de los nombres propios, ni Cristina, ni Moreno, ni Biolcatti presidente, podrían evitar lo inevitable, ni aún proponiéndoselo.


martes, 21 de julio de 2009

Cartoneros cumple, Sirinivasa dignifica

Hace pocos días lanzábamos nuestro DCD, herramienta con la que pretendemos realizar un muy sesgado análisis del comportamiento de precios respecto del desarrollo de los hechos políticos en el país.

La receptividad de nuestros lectores fue mucho mejor de lo que esperábamos, pero un comentario dejado por el gran blogger Sirinivasa, guía espirtual virtual de este blog y el mismo que hizo una oferta hostil por el pase de Mariano, sin ir más lejos, caló profundo en nuestras conciencias.

Y no pudimos con nuestro genio: comparamos nuestra canasta básica cartonera cotizada en Coto Digital con dos reconocidas cadenas de la hermana República Oriental: Multiahorro y Tienda Inglesa. Buscamos los mismos productos, en cantidades y presentaciones similares a las que teníamos y las cotizamos del otro lado del río. Como teníamos dos cadenas, en cada caso elegimos el mejor precio de los que ofreció cada cadena.

Hacemos algunas salvedades antes de ofrecer los impresionantes resultados: cuando un producto no viene en el packaging con el que se presenta en Argentina, presentamos el precio unitario en pesos uruguayos por el producto en Uruguay en la penúltima columna y el precio convertido en pesos argentinos Y AFECTADO por el cociente proporcional de cantidades para asimilarlo al producto nacional. Por ejemplo, en Uruguay no pudimos conseguir un desodorante aerosol por 125 gramos. Conseguimos uno de la misma marca pero por 165 gramos (seguramente producto de la mayor amplitud de las axilas orientales) que salía 72 pesos uruguayos con 50 y lo convertimos a pesos argentinos a razón de un tipo de cambio de 6 con 10 pesos uruguayos por nacional, para luego reducir el envase a 125 gramos a través del factor 0.7575.

Tratamos siempre de replicar marcas cuando esto fuera posible. Cuando no pudimos, elegimos el producto uruguayo que manteniendo presentación y cantidad, fuera el más barato, como todo buen cartonero debe hacer, cualquiera sea su posición geográfica respecto de Mar Dulce que nos separa.

Quedamos locos: la misma canasta en el país de Artigas, Benedetti y Francéscoli CUESTA 64% MÁS. Impresionantes diferencias en carnes, harinas (y derivados) y leches (y derivados), que son medulares a la canasta alimenticia de las familias rioplatentes.

Mire la lista con calma y tranquilidad (click para agrandar). Y disfrute no trabajar en Uruguay, donde el salario mínimo es de $U 4.441 desde el pasado febrero (convertible a $ARG 728 comparado con los actuales $ 1200 que Moyano ya quiere retocar).


Y para despedirlo, una pastillita: el lomo de ternera en Uruguay, por kilo, 490 pesos orientales...

Cuánto?...
Tiene calculadora a mano?...
Ya dividió?...
Sí?...
Cuánto?...



Siiiiiiiiiiií... OOOOOOOOOOCHENTA pesitos. Un verdadero enchastro.

Abrazo latinoamericano.

Potosí



No vamos a repetir acá el dignísimo trabajo de Galeano. Muchos de nuestros lectores habrán decidido transportar, en algún momento de sus vidas, esta piedra en el zapato de la literatura, que no se lee sino que se sufre, pero que como pocas pone en verdadera dimensión nuestra realidad, la de pertenecer a una tierra hija de la explotación y el saqueo. Debe ser ese estado de comprensión al que nos transporta su famoso libro, el que más nos oprime y más nos duele.

Pero también , acaso hoy mismo, alguna de las hijas de Obama, parada sobre la autoestima de ser la hija del presidente del país más poderoso del mundo y merced al regalo que le hizo a su papá un dictadorzuelo latinoamericano, también estará sorprendiéndose por las peripecias de otros abuelos esclavos, que vivieron bien al sur del suyo propio. Ojalá.

Para nosotros Galeano queda ahí, faro insoslayable para nuestra barcaza más módica y sencilla.

Potosí.
Si hubo “Venas Abiertas de América Latina”, esta fue la yugular. No paró de desangrarse durante casi 300 años, dando testimonio del tamaño y la generosidad de su corazón mineral.

Si el desvelo de los conquistadores españoles era encontrar La Ciudad de los Césares, El Dorado, la Trapalanda, podríamos decir que nunca lo lograron. Que tuvieron que construirla con sus propias manos. O mejor dicho las de los indios. Y le dieron por nombre Potosí.
Pudo ser en cualquier momento, pero fue en 1545 que alguien le contó a los hombres de Pizarro dónde estaba el lugar del cual se extraían los brillantes metales que llegaban al Cusco para adornarlo y para rendirle pleitesía al Inka y a su madre, la Tierra.

Solo necesitaban eso. El rumor de la existencia del Sumaj Orko, el cerro hermoso. Sólo un rumor. Para 1570 ya vivían en Potosí alrededor de 120 mil personas. Todas revestían esta categoría desde poco tiempo antes. Los originales habían dejado de ser infrahumanos hacía 33 años, cuando Paulo III promulgó la bula papal Sublimis Deus que reconocía la naturaleza humana de los indígenas a los ojos de Dios y de la Santa Iglesia. Eran la mayoría que trabajaba durante días sin ver la luz del sol y que desde entonces podían ser bautizados y comulgados.

Eran más habitantes que los que vivían en París, Madrid o Roma. Potosí ya era “Villa Imperial” bajo el nombramiento real de Carlos V (junto a Madrid, Toledo y Viena) cuando Nueva York no era ni siquiera eso, era Nueva Amsterdam.

Apenas nació, ya daba forma a la orgía de despilfarro y exageraciones que iban a escribir su historia. Las fiestas de coronación de Felipe II tuvieron en Potosí un costo de 8 millones de pesos fuertes y duraron 24 días. En comparación, el sistema de acueductos de Potosí, que se hacía imprescindible para que las enfermedades no diezmaran las legiones de indios mineros costaría, 21 años más tarde, la faraónica suma de 3 millones de duros.

Un censo que ordenó el gobernador en 1650 registró 160 mil personas y la convertía por lejos en la ciudad más grande de América. Buenos Aires en esa época alcanzaría con suerte 10 mil habitantes y Boston no sabía si podía superar con éxito el próximo invierno o el próximo ataque de los iroqueses. Una casta rica y despreocupada controlaba la Villa Imperial, viviendo una vida despreocupada y licenciosa. Para fines del siglo XVII, aventureros afortunados y criollos ricos que buscaran algo de diversión en la ciudad, iban a encontrar 14 salones de baile, treinta y seis casinos y un teatro. Algunos años más tarde un gobernador de la ciudad decidió festejar el día de San Juan instalando en la ciudad un circo traído de Europa del que se decía que tenía una variedad de animales igual al Arca de Noé. Para que los transeúntes no sintieran sequedad en la garganta, decidió instalar tres fuentes en lugares clave de la ciudad, de las que surgían tres chorros permanentes y, por supuesto gratuitos, de agua, vino y chicha. No alcanzaban los dedos de cien manos para contar las “Casas Venéreas”, según contaba el sacerdote Antonio de la Calancha. Todos imaginamos que no se refería a lugares de retiro espiritual.

Pero siempre había lugar para el arrepentimiento y la contrición: treinta y seis iglesias espléndidamente ornamentadas luciendo ricos tapices, cortinajes, blasones y obras de orfebrería, algunos importados de los lugares más exquisitos y otros hechos por los indios, sus mujeres y sus hijos, rindiéndole culto a un Dios que nunca daba la cara y que, cuando hablaba, sólo decía culpa, sólo decía temor.

“De los balcones de las casas colgaban damascos coloridos y lamas de oro y plata. Las sedas y los tejidos venían de Granada, Flandes y Calabria; los sombreros de París y Londres; los diamantes de Ceylán; las piedras preciosas de la India; las perlas de Panamá; las medias de Nápoles; los cristales de Venecia; las alfombras de Persia; los perfumes de Arabia, y la porcelana de China. Las damas brillaban de pedrería, diamantes y rubíes y perlas, y los caballeros ostentaban finísimos paños bordados de Holanda. A la lidia de toros seguían los juegos de sortija y nunca faltaban los duelos al estilo medieval, lances del amor y del orgullo, con cascos de hierro empedrados de esmeraldas y de vistosos plumajes, sillas y estribos de filigrana de oro, espadas de Toledo y potros chilenos enjaezados a todo lujo” nos cuenta Galeano.
La contabilidad del Tesoro Real, en Cádiz, debe haber sido sencilla: 65 mil toneladas de metales preciosos en casi 300 años. La que nadie se encargó de llevar dice que entregaron su vida 8 millones de indios en las entrañas del Cerro Rico durante esos años. Mi contabilidad es sencilla: cada tonelada que cruzó el mar dejó a su paso 123 muertos.

Por supuesto que cuando la riqueza del mineral que le daba sentido a la Villa Imperial comenzó a empobrecerse, el conquistador no sintió ninguna atadura para dejar atrás el lugar y volver a casa. Los únicos que no se irían serían los que nunca habían llegado, los que vivían allí desde mucho antes de Huayna Capac.

Pensar que la historia posterior y la independencia boliviana iban a ser más contemplativas con su gente es una utopía. El Cerro Rico de Potosí continuó con su insaciable hambre de gentes.

Poca plata albergan hoy los túneles que recorren las entrañas de este monte asesino. Pero aún quedan estaño y zinc, que son el motivo principal de su explotación. Eso sí, ya no hay más fiestas interminables ni orgías deslumbrantes. Sus protagonistas se fueron. Desde finales de los años 50, las minas potosinas se explotan de forma estatal. Los beneficios que obtienen los mineros, organizados en cooperativas, no van mucho más allá de lo indispensable para su subsistencia diaria. Todavía continúan muriendo hombres y niños, muchos de ellos hijos de trabajadores que entran al corazón del infierno con 12 años. Masticar hoja de coca en grandes cantidades les ayuda a mantener el ritmo de trabajo y a engañar al hambre. El alcohol casi puro propicia el olvido. Y todo por 150 dólares al mes.

El turismo funciona. Esa forma moderna de mantener presente el color de piel y el aspecto de quienes hace algunos siglos vinieron a arrebatarles la dignidad. Se acercan tímidamente, en procesión, a agradecer el amable capitalismo que hoy disfrutan en sus países a costa de este cerro y de estas almas. Holandeses, españoles, austriacos, ingleses, belgas.

Sin embargo la ciudad colonial, bella hasta la decadencia, perdona y olvida infinitamente. En la Casa de la Moneda, donde se imprimieron los que “valían un potosí”, una placa recuerda con orgullo la visita realizada por los Reyes de España en el año 2000.
Quizás ya los hayan perdonado.

Muchos de quienes nos leen se compadecerán por el pasado y el presente del Tiwanaku. En lo personal no puedo dejar de observar los lazos de contacto que aquel Potosí tiende con nuestro presente.
Qué pasaría si el glifosato efectivamente envenena nuestros campos y nuestra gente. Dónde ubicaríamos la placa que honre a quienes lo diseñaron y lo introdujeron en nuestras tierras para crear nuestro oro verde.

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lunes, 20 de julio de 2009

IPC



A través del amigo de la casa Mauri k, llegamos al debate suscitado en el gran blog de Olivera, entre el responsable del blog y el comentarista Ricardo Natalucci, sobre el IPC.

La tecnicidad de los conceptos debatidos excede en mucho lo que podamos decir desde acá.
Sin embargo, nos parece apropiado sacar alguna conclusión lateral, para hacerle honor a la feracidad del aludido debate.

En realidad, vamos a reafirmar lo que veníamos diciendo desde hace un tiempo bastante largo.

No es una casualidad ni un capricho de quienes intentan "desviar la atención" (tal lo expresado en algún comentario) que los debates sobre este asunto, el IPC, adquieran carácter técnico y de difícil abordaje para quien no tiene acceso al "saber" en el cual se inscribe el problema.

El IPC (y, por consecuencia, las discusiones sobre su confección) es un número técnico, que tiene finalidades técnicas, que responde a una metodología de carácter técnico, y que suscita debates técnicos.

Entonces, volvemos a hacer hincapié en la existencia de un sesgo fundacional de los debates en torno a él.

Desde los medios de comunicación (sí, tienen responsabilidades los medios de comunicación, no son entes pasivos) se instaló la base sobre la cual se apoyan todas las discusiones sobre el IPC, y que determinan inexorablemente el destino de las mismas. Y este campo discursivo se constituye en torno a la idea, aceptada como parte del sentido común, de que el IPC tiene que ser una descripción exacta de la "sensación térmica" del bolsillo de cada uno de los consumidores. O más y peor aún, que tiene que satisfacer la mala predisposición psicológica de la que queda rehén un consumidor al que le aumenta sustancialmente el precio de un bien a cuyo consumo le asigna una alta utilidad.


Nos detenemos a explicar este punto mediante un ejemplo autobiográfico. En mi dieta personal es altamente valorada la presencia de cantimpalo. Un aumento subrepticio de un (digamos) 30% en el precio del mismo en el local en que habitualmente lo compro me convierte inmediatamente en un ser irreflexivo incapaz de entender explicaciones acerca de que los precios de la economía en su conjunto se movieron en torno a un coeficiente del 0,4%. "No puede ser", exclamo a los gritos. "Vengo del almacén, de comprar 200 gramos de cantimpalo y me lo cobraron a $18 el medio kilo".

Decíamos, entonces, que el debate público está ganado a priori por Olivera, en tanto el mismo se inscribe sobre un campo discursivo que le da al IPC un carácter y una valoración que nunca tuvo antes, no debería tener, y no podría tener nunca. El elemento decisivo, entonces, es apriorístico y desleal.

Todo esto no va en detrimento de los argumentos de Olivera. Pero sí de la traslación que se hace de los mismos hacia ámbitos que no son los adecuados, y que hacen que un debate se cierre antes aún de haber empezado.


Brest Litovsk

Inmediatamente después de las elecciones del 28 de junio, el compañero Sirinivasa publicó una entrada que era sólo un título: Brest Litovsk. La sugerencia era clara para quien estuviera familiarizado con la historia de la Revolución Rusa. Hagámosla explícita para cualquier lectora o lector.

La revolución se produjo cuando Rusia estaba envuelta en la Primera Guerra Mundial.Uno de sus objetivos declarados fue poner fin a la contienda. Sin embargo, para la paz, como para el tango, hacen falta dos. Y Alemania, que venía sacudiendo de firme al endeble ejército ruso, pretendía continuar su avance y, en caso de aceptar la paz, sacar de ella el mayor provecho. El ejército ruso estaba minado por el descontento y el hastío de los soldados. En la afortunada expresión de Trotsky, los soldados “votaron con los pies” a favor de la paz inmediata, abandonando el frente y volviendo a sus hogares. Las fuerzas alemanas siguieron su marcha hasta poner en peligro a la cuna de la revolución, Petrogrado.

Las negociaciones de paz se realizaron en la ciudad de Brest Litovsk. Después de idas y venidas que no vienen al caso en este momento, el naciente Estado soviético ruso aceptó las durísimas condiciones impuestas por los alemanes. Estos conservaban las conquistas territoriales y trenes cargados de trigo y oro debieron marchar hacia Alemania. Era necesario ceder y se cedió. Una sola cosa era innegociable: la subsistencia de la revolución y del Estado nacido de ella.

Hasta aquí los hechos históricos. Volvamos ahora a la analogía sugerida por Sirinivasa. Luego de la derrota electoral, nos dice el compañero, es necesario ceder. Y tiene completa razón. Mi admiración por el Che se detiene ante una de sus frases: ni un paso atrás, ni para tomar impulso. Es un error. En la política, como en la guerra, a veces es necesario retroceder y ceder lo secundario para salvar lo esencial y para retomar la ofensiva en mejores condiciones.

Comprender esto es fundamental, en dos sentidos. Primero, en la necesidad de retroceder todo lo que sea necesario. Segundo, fijar con claridad hasta dónde se puede ceder sin que las concesiones signifiquen la derrota total.

La analogía de Sirinivasa apunta correctamente a establecer la primera cuestión. Es indispensable pensar con mucho cuidado en la segunda.


Foto: no tiene nada que ver pero es decorativa, ¿no? Encontrada en la bolsa de residuos de http://www.visitingargentina.com.ar/

domingo, 19 de julio de 2009

Galería V

El saltador cubano Alex Copello finaliza uno de sus saltos en los Juegos Olímpicos de 2008. Con este salto Copello quedó fuera de la clasificación por 2 centímetros.
Beijing, China - 2008


Autor: Franck Robichon
Medio: European Pressphoto Agency

sábado, 18 de julio de 2009

Seby


A Sebastián le gustaba que le dijeran Seby. Tenia 5 años. Quería ser presidente para pagarle mucha plata a los jubilados. Así le dijo un día a su maestra. Era muy charlatán, pero le daba vergüenza ser abanderado.


Una vez, en el almacén, acompañando a su mamá Rosa, se les acerca una amiga que, en broma, le dice:
- Che pibe... Y nada.
- Che pibe, insistía la mujer, y nada. Seby seguía mudo. Al tercer “Che pibe”, reaccionó y le dijo: “Yo me llamo Sebastián. Además porque me decis che pibe. A vos te gustaría que yo te diga che vieja?”


Era, como todos los pibes de 5 años, maravilloso. Adoraba las Tortugas Ninja y andar en bici. Pero a quien más quería eran Lara y Pamela. Lara era su hermanita, de 10 meses. Pamela era su perrita
Un dia preguntó: - ¿Mamá, dónde esta el abuelo Julio?- En el cielo- Ah, igual que el abuelito José. ¿Y cuándo se van las personas al cielo?- Y... cuando la gente es grande. Se va haciendo viejita y despues el alma se sale del cuerpo y se va al cielo. Pero para irte al cielo tenés que ser muy bueno. -Mamá, y vos...nunca te vas a ir al cielo, no? -No sé, Seby, cuando sea muy viejita, pero falta mucho para eso. -Entonces en ese momento yo voy a estar al lado tuyo, te voy a agarrar el alma y no la voy a dejar subir al cielo y te la voy a poner otra vez en el cuerpo. Así te quedás conmigo.

Hoy 18 de julio, hace exactamente 19 años, Seby se fue al cielo. Cuando caminando por Pasteur al 600 de la mano de su madre, camino al Hospital de Clínicas, fue, junto a otras 84 personas, una víctima más del atentado a la AMIA.

19 años después. Todo el dolor. Ni un sólo condenado. Ni una pista o prueba que haya podido mantenerse a salvo del macabro trabajo de destrucción llevado a cabo por la justicia y las fuerzas de seguridad al amparo de los gobiernos de turno. 




Masturbación en el gobierno porteño

Un decreto del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, dispone que las empresas radicadas en la Capital Federal deberán proveer una cantidad de informaciones sobre sus empleados.


La ilustración muestra una parte del cuestionario (publicado en el Boletín Oficial) que pregunta, para cada integrante del personal, sobre sus adicciones.

Las alternativas: tabaquismo, alcoholismo, drogadependencia, ludopatía y otras.

No se sabe qué admirar más en estos tipos que gobiernan la ciudad de Buenos Aires: si admirarse de lo hijos de puta o de lo pelotudos que son.

En lugar de ocuparse de resolver alguno, uno aunque más no sea, de los múltiples problemas de la ciudad y sus habitantes, ahora pretenden meterse en la vida privada de los trabajadores en relación de dependencia. Con la mentalidad de buchones que tienen, impulsan a las empresas a hacer lo mismo.

Sería interesante que los funcionarios políticos macristas, sus legisladores locales y sus diputados nacionales contestaran a este mismo cuestionario. Nos enteraríamos de algunas cosas interesantes.

¿Por qué no se preocupan por el irrefrenable onanismo de la administración macrista? ¿Esa no es una adicción?

viernes, 17 de julio de 2009

Inflados: lanzamos el DCD

Lo dicho. Queremos tratar de seguirle los pasos a los precios de canasta básica. Saber si nos pueden decir algo respecto de cómo maduran estos nuevos bellos tiempos políticos de diálogo y consenso. Pero somos cartoneros, unos ratones. No tenemos un mango para contratar una consultora que ponga en la calle 40 encuestadores que releven precios de 800 productos en 150 bocas de expendio a lo largo de todo el ispa. Otros pueden darse ese lujito. A nosotros sólo nos queda la aproximación sesgada y tangencial. Decimos que nos gusta el Audi y juntamos para un viejo Gacel chocado, porque nos dijeron que tienen “el mismo motor”. Damos lástima.




Análisis Metodológico (tomá, eso quería decirlo hace años)




Agarramos 43 productos del sitio de venta virtual del Coto (chivo de carácter gratuito, total les vamos a contar las costillas) con un nivel de arbitrariedad que da vergüenza. Y armamos una listita que el mismísimo sitio cotiza automáticamente (en nuestra vagancia reside nuestra eficacia). Click abajo para ver y agrandar. Pusimos carne, fruta, verdura, almacén, limpieza, higiene personal. Un poco de todo. De nuevo, ningún criterio. Ni en pedo evaluamos cómo se conforma la familia tipo que queremos alimentar ni cuántas calorías consume. No ponderamos cantidades, que fueron tomadas de manera unitaria: 1 paquete de papel higiénico (este trae 4 rollos), 1 sobre de jugo en polvo para preparar, 1 kilogramo de yerba, uno, uno, uno...

Otro factor no medido: el canal virtual de Coto es utilizado por un sector de clase media urbana que tiene los medios y la capacidad para usarlo (banda ancha, espalda financiera para bancar compras grandes, medios de pago acorde, etc.) Por ese motivo los precios del canal virtual podrían estar inflados respecto del canal habitual. Lo que sí es seguro es que esos precios no representa ni de cerca los que paga una familia humilde. Porque las familias humildes compran los kilos de harina de a uno (y que además no van al Coto que te cobra 5 mangos por el delivery) en el almacén del rioba.

La lista de sesgos que propone nuestro método es más larga que el tren blanco y podríamos seguir. Pero no queremos aburrir. Nuestra intención es saber, de primera mano, qué pasa con los precios ahora que la cosa está dialoguista y consensual. Maomeno. Sin grandes aspiraciones. No nos queremos erigir como fiscales del INDEC ni de las consultoras que hacen sus propios relevamientos y estimaciones. Todos muy prolijitos ellos.

Lo nuestro es construir chalecitos con ladrillo de barro: queremos ver qué pasa con los precios de una manera fácil y directa.



La lista al 15 de julio dio 159 mangos con 58 centavos. La actualizaremos quincenalmente (a menos que las condiciones exijan cambiar la frecuencia, vemos).


Ya tenemos los guantes calzados. Deséenos suerte.




Inflados

Pizza con champagne

Los poderes fácticos disfrutan las mieles de una victoria que les es propia en total derecho. Pueden verse algunas caras de sus representantes mediáticos, pletóricas de gozo. Se siente esa sensación de triunfo en algunos titulares de diarios y revistas. En declaraciones públicas de sus adláteres. Y hasta en los comentarios irónicos, minimalistas, de algún que otro habitué de la blogósfera.



De cualquier manera son absolutamente conscientes de que la derrota electoral kirchnerista del 28J es sólo un paso en el derrotero que los conducirá a retomar los hilos de un control social que perdieron el día mismo que Tachuela decidió, dadas las mínimas cosquillas que le hacía De La Sota a las encuestas y los elefantes rosados que Reutemann veía pasar volando después de una apretada secreta, que sus únicas chances de contener el proyecto de dolarización y extranjerización definitiva (que venía a herir de muerte cualquier perspectiva de control del quehacer político y social por parte de la oligarquía diversificada) encarnado por su mascarón de proa La Rata, consistían en favorecer al ignoto gobernador de Santa Cruz.




Sangre y asfalto
Ese derrotero que mencionamos está en pleno desarrollo y pensado para ir directo al corazón del proyecto kirchnerista, al cual buscará aplicarle un electroshock (aunque de objetivo antagónico al de retornar a la vida que le conocemos habitualmente) que efectivizará una eutanasia cuyo costo social, político o económico no desvela en absoluto a quienes lo delinean. Tales factores son parte del costo hundido que representa recapturar el mango de la sartén del proyecto de país exportador de productos agropecuario e industriales primarios que puede contener en su seno, en condiciones aceptables, no más que 15 a 18 millones de personas. El resto de la sociedad está pensado como ejército de reserva de la maquinaria productiva pero aportará, de manera silenciosa y pasiva, el necesario efecto disciplinador que ejerce sobre el trabajador el hecho de saber que detrás suyo se alistan decenas de compatriotas en condiciones laborales contingentes que resignarían mucho de lo que tienen por un conchabo estable que le dé de comer a sus hijos.





Y en el caso que esos ejércitos masivos de invisibles decidieran que el futuro propio y el de sus hijos reside en la acción mancomunada del piquete o, en el peor de los casos, en la acción individual de la delincuencia, entonces y en una carrera contra reloj llegarán las siempre leales fuerzas de seguridad y la justicia adicta, a bajar el rasero de la edad de imputabilidad, a probar los nuevos chalecos y los nuevos escudos anti-revuelta comprados a algún civilizado país europeo, a construir más cárceles, a programar la forma que adquirirá la represión generalizada.

Los poderes fácticos argentinos han demostrado que no tienen escrúpulos a la hora de materializar sus objetivos:



  • son los autores intelectuales de la desaparición forzada de 30 mil compatriotas en la década del 70: el derramamiento de sangre no les preocupa;

  • son los causantes de la hiperinflación del 89, mucho más objetivada en enseñarle las reglas de juego a un candidato presidencial que hablaba de revolución productiva y salariazo que en sacar el pañuelo para despedir a quien se había traicionado a sí mismo en las fiestas pascuales de 1985: la destrucción de la cohesión social tampoco les preocupa;

  • son el núcleo duro del proceso de desguace y robo de las joyas que lenta pero firmemente acumuló la abuela peronista-desarrollista de las décadas previas: el latrocinio y la estafa están entre sus deportes favoritos, no les preocupan sus consecuencias;

  • son los árbitros y principales partícipes del proceso de fuga de capitales que organizó Cavallo en su segundo mandato al frente de la cartera económica, en 2001: les gusta ser los primeros en todo y no les importa violar el reglamento de juego.

Por lo tanto, difícilmente esconderán algún prurito a la hora de cargarse un gobierno que no les gusta, que no eligieron y que preferirían ver recorriendo los estrados judiciales de nuestro país: la única limitación que se autoimponen es la de no soliviantar de manera irrefrenable a la población, a la que quieren ver más preocupada en aumentar la propia productividad que involucrada en la acción política directa de reponer en su sitio una presidente democrática, siguiendo las lecciones que dejó un ya lejano abril chavista en Venezuela y tomando debida nota de lo que ocurre hoy mismo en Honduras con el neo-populista Zelaya.



La victoria que consiguieron el 28J les corresponde. Lentamente, producto de un trabajo fino que incluyó herramientas mediáticas como así también económicas y sociales, van logrando que amplias mayorías que apoyaron al gobierno en su momento vayan cambiando sus preferencias y vayan guardando en un cajón la foto autografiada de los Kirchner, responsables a su vez de una importante lista de errores no forzados que contribuyeron (algunos persisten de manera inentendible) cada día a ese amargo eclipse.



La derrota oficial del 28J, eso sí, impone una dinámica acelerada a los acontecimientos destituyentes que se vienen, algunos de los cuales ya observamos en franco desarrollo. Fundamentalmente apuntar a la base económica del proyecto: la inédita performance de la economía argentina durante los gobiernos K se estructura sobre los así llamados “superavits gemelos”. La destrucción de este eje central como paso previo a la derrota política definitiva del gobierno es el objetivo inconfesable del establishment.



En ese sentido los reclamos por reducción en la alícuota de retenciones agrícolas o su versión más actualizada y con toques de maquillaje: “discutir modificaciones sobre el código aduanero”, que para la oposición se entiende como quitarle al PEN una de sus herramientas fundamentales de política económica para llevarlas al difuso seno del Congreso; la discusión por coparticipación del impuesto al cheque y la declaración de la emergencia agropecuaria que proponen algunos personajes ahora abiertamente opositores; el debate por los “superpoderes” que criteriosamente Mariano comenta en un post previo y otros recortes al superavit federal son, a pesar del supuesto sentido común y republicanismo conque se presente la mordida, medidas tendientes a ahogar al gobierno en materia económica, anularle su capacidad operativa y así, abrir la puerta para un escenario de caos convenientemente amenizado por saqueos y corridas. Nada más deseable para un gobierno no querido que una caída estruendosa, no sólo por el carácter revanchista de la misma sino por las insoslayables señales que irradia en los cuadros políticos que hubieran pensado en un camino soberano y solidario que no tuviera en cuenta a los dueños de la Argentina.



El “programa de desestabilización” enunciado no obsta sino que debe adicionarse a la continuidad del indispensable proceso de erosión de la imagen presidencial, buscando que una parte importante de los más de 5 millones de votantes que apoyaron al proyecto kirchnerista a fines de junio vayan reviendo posturas a lo largo de los próximos meses. Por eso seguirán los títulos de diarios, los zócalos de noticieros televisivos y los conductores radiales mañaneros persignándose ante la orgía diaria de populismo, crispación y porfía que propone el gobierno, sea por un supuesto enriquecimiento producto de la venta de terrenos que ingresan a una declaración jurada a valor fiscal y se realizan a valor de mercado, sea por el número de muertos producto de la Gripe A, sea por las misiones pro-democráticas que emprende la primera mandataria en países del hemisferio.


Inflar la inflación


En este sentido es interesante, por lo paradójico, observar el relato social que ofrece el fenómeno inflacionario: independientemente de las trapisondas imperdonables que puedan ejercerse sobre los índices del organismo a cargo de las estadísticas, gravosas per se, está instalado de manera irreversible en la sociedad un viejo relato que indica que la inflación es responsabilidad intrínseca del gobierno. Sin profundizar mucho en el asunto podemos rápidamente decir que esto es cierto cuando se da una serie de fenómenos simultáneos ninguno de los cuales está presente actualmente en la economía. De manera que si la administración ofrece cuentas claras y especialmente superavitarias, la inflación podrá tener varios otros causales no estrictamente relacionadas con desmanejos gubernamentales.

La complejidad técnica de la cuestión, que está alejada del hombre de a pie (el que encuentra en los gobernantes y en los políticos la causa primaria de todos sus males), es la principal causa de que la inflación sea una herramienta metodológicamente óptima para la desestabilización, en especial cuando los mercados tienen las características de tamaño, concentración y oligopolio que presenta el argentino. Con muy poco esfuerzo, una agenda telefónica actualizada, un poco de sincronización y una dosis de mala leche se puede lograr un efecto en la variación de precios al consumidor, que el votante medio, desconocedor de los intrincados mecanismos del mercado y sometido a incesante propaganda des-explicativa, atribuirá a desmanejos de la administración central. Muchos gobernantes del mundo pueden dar pruebas de los nocivos y directos efectos de la inflación sobre la gobernabilidad.



Si la administración se empeña en ofrecer como imagen defensora del castigado bolsillo del consumidor la de un fantasma largamente perforado por los oligopolios, que la próxima vez que levante un teléfono para putear a un empresario será ninguneado por un pañolero de mantenimiento de planta, la cosa se agrava.

Conocedores de esta realidad, del pasado reciente y tan intuitivos como nos lo pide la lleca, los Cartoneros que escribimos en este blog queremos aportar nuestro granito de arena, para lo cual desarrollamos una herramientita pobre y sencilla con la que pretendemos inaugurar una suerte de “desestabilizómetro cuantitativo digital*” o DCD, que nos ira dando algunas señales de nuestro diagnóstico.

Mientras tanto lo dejamos que vaya a buscar protector bucal, guantes y casco. Nos vemos en el próximo post. Suerte.




*digital porque ingresamos los datos con el dígito índice de cada mano