El título del post alude, es evidente, a la manera en que se presenta la noticia de la (im)probable existencia de coimas a funcionarios, en las operaciones de exportación hechas por empresas argentinas a Venezuela, en el marco de los acuerdos bilaterales entre ambos países.
Principalmente a los pagos hechos (en blanco, con recibo) a las compañías Palmat International y Madero Trading. Estas compañías cobraron un 12% la primera, un 3% la segunda de "comisión" sobre el volumen exportado a Venezuela (sobre precio FOB, es decir, el precio sin incluir costos de seguro y flete) por empresas argentinas del rubro "maquinarias agrícolas".
Las supuestas comisiones, en realidad, técnicamente hablando no son tal cosa. Sino el pago de un servicio, conocido como trading. Hay una descripción del servicio pagado en esta entrevista de Página 12, a José María Alustiza, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola.
El primer punto controvertido del asunto, se descarta. Las operaciones de exportación pagan muy habitualmente (a cuenta del exportador) el servicio de trading. Si no lo pagan, los exportadores corren el riesgo incluso, de no poder completar la operación, o de quedarse con la mercadería varada en algún puerto.
Otro punto controvertido es el monto de las comisiones. Si la harina de trigo paga entre 5 y 10%, ¿no es lógico que una actividad de mayor valor agregado, para la cual el servicio exige muchos más elementos, pague un poco más? Por otra parte, en la misma nota ya citada de Página 12, se consigna claramente que entre 10 y 15% es el desembolso habitual que se paga en este tipo de operaciones (hay antecedentes, se puede rastrear).
Es decir, las "comisiones" no son irregulares.
Distinto sería que algunas de las empresas elegidas para el trading hayan sido montadas por gente cercana a funcionarios de uno u otro país, a los fines de operar en este acuerdo. La diferencia sería entonces, que el trading corriera por cuenta de otra empresa (que cobraría lo mismo), aunque por ahí las exportadoras no serían argentinas (en el caso de que Kirchner no hubiera firmado el acuerdo con Chávez). Alustiza sugiere que las denuncias podrían tratarse de una forma "heterodoxa" de lobby en favor de la FIESP.
Pero lo llamativo del tratamiento que se la da a la cuestión pasa por el hecho de que se intenta vincular este acuerdo comercial con operaciones de otra índole, que no tienen relación directa con el caso. Es lo que intenta hacer Pagni en La Nación, o Alcadio Oña en el artículo que comentábamos en un post anterior. Las maniobras financieras (y en negro) que pudieren haber llevado a cabo funcionarios venezolanos especulando con el spread entre el dólar oficial y el paralelo en su país, para lo cual incluso pudieron haber utilizado como instrumento los bonos que Venezuela le compró a Argentina cuando Argentina necesitaba financiación que nadie más le daba, no tienen nada que ver con este asunto.
No le hacen nada bien a la industria nacional del interior del país, al que tanto dicen defender, que la involucren en cuestiones que les son ajenas.
Las definiciones ideológicas de Pagni, con abiertas críticas a la intervención estatal, a la existencia de acuerdos bilaterales (que les permiten a algunas empresas nacionales exportar por volúmenes que nunca hubiesen soñado), y a los fideicomisos, que son la herramienta financiera que garantiza la posibilidad de que este comercio exista y se multiplique, dan cuenta de las verdaderas intenciones.
En el fondo, su crítica es a una concepción en que el estado dirige la posibilidad de desarrollo de ciertas actividades, más allá de lo que "dictamine" la ecuación de las ventajas comparativas. El "escándalo" de las "comisiones" es un adorno sesgado, que se saca ni bien éstas pasan a ser parte del corolario del comercio internacional "libre", sin intervención ni acuerdos distintos de los ALCA.
PD: Ahora, y teniendo en cuenta el estilo periodístico de Pagni, ¿se podrá saber alguna vez por qué criticó la metodología utilizada para vincularlo con el supuesto delito de tráfico de influencias? ¿Qué fue lo que le pareció tan grave? Digo, porque no era algo tan distinto de la forma que Pagni elige para denunciar desde las páginas de La Nación a funcionarios o empresarios.
Principalmente a los pagos hechos (en blanco, con recibo) a las compañías Palmat International y Madero Trading. Estas compañías cobraron un 12% la primera, un 3% la segunda de "comisión" sobre el volumen exportado a Venezuela (sobre precio FOB, es decir, el precio sin incluir costos de seguro y flete) por empresas argentinas del rubro "maquinarias agrícolas".
Las supuestas comisiones, en realidad, técnicamente hablando no son tal cosa. Sino el pago de un servicio, conocido como trading. Hay una descripción del servicio pagado en esta entrevista de Página 12, a José María Alustiza, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola.
El primer punto controvertido del asunto, se descarta. Las operaciones de exportación pagan muy habitualmente (a cuenta del exportador) el servicio de trading. Si no lo pagan, los exportadores corren el riesgo incluso, de no poder completar la operación, o de quedarse con la mercadería varada en algún puerto.
Otro punto controvertido es el monto de las comisiones. Si la harina de trigo paga entre 5 y 10%, ¿no es lógico que una actividad de mayor valor agregado, para la cual el servicio exige muchos más elementos, pague un poco más? Por otra parte, en la misma nota ya citada de Página 12, se consigna claramente que entre 10 y 15% es el desembolso habitual que se paga en este tipo de operaciones (hay antecedentes, se puede rastrear).
Es decir, las "comisiones" no son irregulares.
Distinto sería que algunas de las empresas elegidas para el trading hayan sido montadas por gente cercana a funcionarios de uno u otro país, a los fines de operar en este acuerdo. La diferencia sería entonces, que el trading corriera por cuenta de otra empresa (que cobraría lo mismo), aunque por ahí las exportadoras no serían argentinas (en el caso de que Kirchner no hubiera firmado el acuerdo con Chávez). Alustiza sugiere que las denuncias podrían tratarse de una forma "heterodoxa" de lobby en favor de la FIESP.
Pero lo llamativo del tratamiento que se la da a la cuestión pasa por el hecho de que se intenta vincular este acuerdo comercial con operaciones de otra índole, que no tienen relación directa con el caso. Es lo que intenta hacer Pagni en La Nación, o Alcadio Oña en el artículo que comentábamos en un post anterior. Las maniobras financieras (y en negro) que pudieren haber llevado a cabo funcionarios venezolanos especulando con el spread entre el dólar oficial y el paralelo en su país, para lo cual incluso pudieron haber utilizado como instrumento los bonos que Venezuela le compró a Argentina cuando Argentina necesitaba financiación que nadie más le daba, no tienen nada que ver con este asunto.
No le hacen nada bien a la industria nacional del interior del país, al que tanto dicen defender, que la involucren en cuestiones que les son ajenas.
Las definiciones ideológicas de Pagni, con abiertas críticas a la intervención estatal, a la existencia de acuerdos bilaterales (que les permiten a algunas empresas nacionales exportar por volúmenes que nunca hubiesen soñado), y a los fideicomisos, que son la herramienta financiera que garantiza la posibilidad de que este comercio exista y se multiplique, dan cuenta de las verdaderas intenciones.
En el fondo, su crítica es a una concepción en que el estado dirige la posibilidad de desarrollo de ciertas actividades, más allá de lo que "dictamine" la ecuación de las ventajas comparativas. El "escándalo" de las "comisiones" es un adorno sesgado, que se saca ni bien éstas pasan a ser parte del corolario del comercio internacional "libre", sin intervención ni acuerdos distintos de los ALCA.
PD: Ahora, y teniendo en cuenta el estilo periodístico de Pagni, ¿se podrá saber alguna vez por qué criticó la metodología utilizada para vincularlo con el supuesto delito de tráfico de influencias? ¿Qué fue lo que le pareció tan grave? Digo, porque no era algo tan distinto de la forma que Pagni elige para denunciar desde las páginas de La Nación a funcionarios o empresarios.
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3 comentarios:
jaime, los cuatro secretarios, capaccioli y demas ejemplos, todos muy cerca del poder.
Los "periodistas independientes", ese ejemplo de trabajo abnegado y meticuloso, han podido escribir libros de 300 páginas contra el kirchnerismo. Y han logrado sillazos durante las respectivas presentaciones en la Feria del Libro.
Pero ninguno, NINGUNO, ha podido presentar una prueba en serio, UNA, en siete años que implicara al monje negro de la TERRIBLE corrupción gubernamental, De Vido.
Periodismo Independiente o Periodismo Inoperante?
O la corrupción existe pero involucra a las empresas que los auspician?
Contradicto: no pude contactarlo por las vias acostumbradas, asi que le dejo un mje. acá, que seguro lo va leer: me dicen de la Jefatura de Gabinete que pase, que está arreglada esa diferencia que habia del mes pasado, que contaron mal los posts del blog, por eso el error en la liquidación.
Yo, de marzo, cobré chaucha y palito, porque anduve de viaje y no pude comentar muy seguido.
Ah, y me dijeron también que por posts contra Majul no garpan nada, "ese se pega solo", me batieron...es al pedo, son perucas, ergo: ventajeros.
Bueno, a ver si nos juntamos para repartirnos un poco el laburo, ché, porque con los comentarios solos no alcanza para parar la olla. Lo que pasa es que esta gente no me avisa a tiempo a quién hay que "caerle" en la semana, y por eso mis posts a veces atrasan un poco.
Un abrazo, saludos a la patrona y los chicos.
PD: ¿A Ud. también le pidieron que se desafilie de la UCR? Esto me huele ya a persecusión ideológica. Al fin y al cabo es un laburo, ché.
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