Perseverancia y Obstinación

Nuestro carro se detiene en los lugares inesperados y el cartoneo nos acerca a cosas inesperadas.

Esta semana nos tocó pararnos en la esquina de Godoy Cruz y Paraguay, donde está ubicado el nuevo Polo Tecnológico que hoy alberga a la Agencia de Promoción Científica y el Instituto Max Planck y en un futuro incluirá la sede del Ministerio de Ciencia y el Conicet. Pequeños mojones arquitectónicos que va dejando el proceso denominado “kirchnerismo”.

Allí, mientras la presidente, en Tecnópolis, le presentaba en sociedad a la nueva firma denominada YPF Tecnología S.A., una comitiva de personas con un objetivo muy claro hacía una presentación técnica frente a un Comité de Evaluación internacional compuesto por científicos y especialistas prestigiosos.

El proyecto que estos hombres y mujeres estaban presentando estaba íntimamente ligado a lo que la presidente le mostraba al país: un consorcio formado en un 51% por la sociedad anónima de control estatal YPF y en un 49% por el CONICET, ese que hace escasos 15 años tenía lavadores de platos de altísima excelencia académica, le solicitaba fondos a la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica, el brazo ejecutivo y financiero del Ministerio liderado por Barañao, para iniciar una investigación conjunta sobre mecanismos y procesos destinados a extraer el petróleo caracterizado como “shale oil” acumulado en el yacimiento Vaca Muerta, uno de los 3 más grandes del planeta.

Este petróleo se encuentra asentado en el seno de lo que se conoce como roca madre, a más de 3 mil metros de profundidad y su extracción  significa un verdadero desafío multidisciplinario para los científicos y tecnólogos argentinos: es como sacar de agua de una enorme esponja dura de cocina que está recubierta por mantos superpuestos de sustrato geológico de los más diversos tipos. Por supuesto que geólogos, químicos y físicos se debatirán en los cientos de caminos, callejones sin salida, frustraciones y buenas noticias que les esperan, pero también se requerirá la asistencia de ingenieros nucleares, biólogos, ingenieros y técnicos de alta calificación que requerirá el proyecto.

Algunas magnitudes pueden ayudar a entender de qué estamos hablando: poder extraer sólo el 5%  de las reservas en Vaca Muerta equivale a DUPLICAR la producción petrolera argentina.

Qué hace YPF Tecnología en la Agencia? Las mayores petroleras a nivel mundial (con la sola excepción de Exxon) han conformado un consorcio de investigación básica sobre shale gas en el que cada una aporta para totalizar fondos por un monto de anual de 1 millón de dólares. Lo que la Agencia argentina, esa entidad marginal y tercermundista le ofrece a los proyectos aceptados alcanza los 8 millones de dólares en 4 años. Usted hace las cuentas.

Decir, como dijo Cristina, que YPF Tecnología debe convertirse en la INVAP del petróleo no debe ser tomado como una expresión de deseos, como una frase motivadora dentro de un discurso. Por el contrario, debe ser tomado como un objetivo inexcusable y como la garantía de que podremos desarrollar una herramienta que resuelva uno de los problemas centrales en el mundo de hoy, el problema de la energía.

YPF Tecnología es recomenzar a andar juntos un camino sin marcas, sin hitos y sin carteles, que algunos perversos enemigos internos borraron hace años.

YPF Tecnología está llamada a convertirse en el cerebro funcional de YPF. De otra manera sólo seremos dueños de un gigante manso y trabajador que nos proveerá lo que buenamente pueda conseguir hasta que finalmente se acabe.

No hay nada que temer porque nada nos falta, YPF Tecnología está conformada por los Messi, los Higuaín, los Agüero de cada disciplina involucrada.

La clave sólo reside en nuestra persistencia y determinación. En no bajar los brazos frente a la primer derrota. Ni frente a la segunda. Ni frente a la centésima.

En no repetir el error del pasado, ese de dejarnos encantar por los cantos de sirenas y por discursos llenos de un sentido común siniestro y taimado.

A este Cartonero el miércoles pasado le tocó firmar favorablemente ese dictamen. Y, créanme, fue uno de los mejores dictámenes que le dejo al país de nuestros hijos.