viernes, 5 de abril de 2013

Respuesta


Hay una forma creativa y elegante de replicar a la descortesía del Pepe Mujica con la Presidente.

Fraternal, ejemplar, irrefutable.

Cambiar el nombre de la Avenida Rivadavia, en toda su extensión desde Casa Rosada hasta Luján, por el dignísimo nombre Avenida General José Gervasio Artigas.


Poniendo así fin a 200 años de rencores por la desidia y el maltrato que Buenos Aires ejerció sobre la república hermana y su más honroso hombre.


Luego, para evitar confusiones y en tren de cambio, a esa callecita de Flores que se llama Artigas cambiarle el nombre por el de Estanislao López, o el de Juan Bautista Bustos o el de Ángel Vicente Peñaloza.

Y que ese monumento a la perfidia en el medio de Plaza de Miserere, no se aburra de recibir el sol de cada mañana pegado a una hermosa avenida con el nombre de aquel al que tanto despreció.

Viva la Santa Federación!
Mueran los Salvages Unitarios!


Nota: puede que al Jefe de Gobierno de la Ciudad y a su colectivo amarillo la ideíta no le guste mucho. Son numerosos e inesperados los disfraces de gestión, diálogo, consenso y modernidad detrás de los que se esconden los unitarios.

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