miércoles, 3 de marzo de 2010

Nuevos apuntes sobre inflación



De tanto ponernos en analistas del fenómeno inflacionario (aunque sin muchas herramientas científicas a disposición, vale aclarar), empezamos ahora a mirar algunas herramientas posibles de acción.

Para no hacer demasiado larga la cosa, vamos a apuntar ahora a dos herramientas de política fiscal que podrían tener efectos pro y anti inflacionarios. La idea es desmenuzar los posibles efectos que podrían generar o hubieren generado estas medidas.

La primera tiene que ver con la reducción del IVA para productos de la canasta básica.En algún momento hemos tomado partido por la idea de que en un contexto con presiones inflacionarias, reducir IVA sin poder implementar efectivos controles de precio a lo largo de toda la cadena de producción y comercialización de los productos, alentaría, más que a una reducción de los precios al consumidor, a la recomposición de márgenes en uno o más eslabones de la cadena. Digamos, alguno se quedaría con la diferencia entre el precio anterior (con IVA) y el supuesto precio de equilibrio sin IVA (o con menos IVA). En la góndola el precio no baja, y el estado deja de recaudar. Resultado: transferencia de recursos íntegra desde el Estado a los eslabones de la cadena de producción y comercialización.

Podría haber, sin embargo, algunas ideas de ingeniería impositiva que permitieran, a lo mejor, tener una eficiencia mayor en la consecución del objetivo de bajar precios al consumidor. Pero, de hecho, la medida, aunque no consiguiera una baja de precios inmediata en la góndola, pero permitiendo de algún modo una recomposición de márgenes para la producción y la comercialización, al menos terminaría cumpliendo el objetivo de contener las presiones inflacionarias.

Llegamos a esta conclusión, por supuesto, si aceptamos la influencia de la puja distributiva en el proceso de alza de precios. El productor, el comerciante, recompone márgenes a costa de recaudación fiscal(con efecto no muy relevante, aunque requeriría un ajuste presupuestario), por lo cual por un tiempo dejaría de pensar en la variable del aumento de precios a tales fines. El problema es que la influencia de este fenómeno tendría un alcance corto. No hago juicios sobre la justicia del asunto, intento describir lo que creo que pasaría.

Ahora, no podemos obviar que el IVA cumple una "función social" bastante distinta del motivo por el que fue implementado. Hay que decirlo sin miedo: es un factor fundamental para equilibrar precios entre comercios chicos y supermercados. El supermercado (Coto, etc.) no vende en negro nunca. El comercio chico, con las ventas en negro por las que no paga IVA, equilibra la diferencia de costos que tiene el super (que compra más barato al mayorista o incluso abarca la cadena verticalmente, obtiene financiamiento barato, los costos fijos, por escala, le influyen mucho menos en el precio de lo que vende, etc.).

Por eso, no se puede bajar el IVA sin ser consciente del problema que se compra por ese lado.

El otro tema es el del Impuesto a las Ganancias. Específicamente, lo que se conocía como "tablita de Machinea". No sé si alguien se preocupó por el tema, y no sé si vale la pena hacerlo, pero capaz que algún económetra tiene ganas de buscar correlaciones entre la eliminación de la tablita y el comportamiento de los precios.

Yendo a un análisis más fino (pero de sentido común apenas), podemos decir que se puede atender a distintas hipótesis respecto de la influencia de la eliminación de la tablita en las presiones inflacionarias. Por un lado, el Estado resigna recursos de recaudación, y se pone esa plata en el bolsillo de potenciales consumidores: macroeconómicamente, expansivo, y sumado a otros factores, inflacionario. Ahora, cuánta de esa plata va a consumo efectivamente? Es muy difícil de determinar. Uno puede imaginar, por ejemplo, que varios de los pesos que no se pagaron al fisco terminaron en Punta del Este, o en dólares "fugados" a Uruguay o al colchón. Y, como todos sabemos, la "fuga de capitales" es una política anti-inflacionaria.

Más allá de eso, aunque sus efectos anti-inflacionarios no fueran demasiado importantes, la progresividad de la alícuota de ganancias debería ser reestablecida, por una cuestión de justicia. No sé si la misma tablita, a lo mejor se le podrían corregir algunas distorsiones que generaba. No sé, que se arreglen los técnicos. El problema sería la base de consenso político para llevar a cabo la medida: uno de los que más se opone es la CGT.



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6 comentarios:

Lic. Baleno dijo...

Una linda truca es la devolucion del 4,13% que se podria ampliar, Algunos compañeros indican que el chino (o el almacen) de la otra cuadra no tiene posnet pero sino tiene posnet que no cobre iva (porque seguro que lo evade) y baje todos sus precios un 21% o un 10,5% segun corresponda.
O que no venda. Bancarizar es un gran negocio para los bancos, sin duda, pero tambien es una instancia de control del estado.

Comandante_Papafrita dijo...

y eliminar los subsidios a la clase media? al menos en forma gradual.

Mariano dijo...

Baleno: sí, es cierto. Pero es reafirmar lo que digo en uno de los párrafos.
El comercio chico (dejemos de lado los chinos que están cartelizados en su mayoría o todos), o sea los almacenes de barrio, necesitan el IVA.
El super paga IVA, lo cual lo obliga a mantener más altos los precios. El almacén de barrio no lo paga, y gracias a eso compensa la diferencia de costos, que por posición dominante de mercado tiene el super.
Sacás el IVA y mandás a la banquina a esos comercios. Qué se yo. Hay que saberlo, y si pasa hay que bancarlo.
Saludos

Comandante: lo de los subsidios, sí. Es otro tema muy complejo, en realidad, pero sí habría que empezar a hacerlo.
Saludos

Anónimo dijo...

Hay que cobrar el IVA a la canasta basica y devolverlo.
Eso tambien forzara a bancarizar a todos y tambien a vender en blanco a los comerciantes.

Si te devuelven 20%, no pedirias factura??

Anónimo dijo...

Ah, y a regular los precios de los productos bancarios, que no se zarpen.

Mariano dijo...

elgrancayman: hay muchos comerciantes que no es que sean evasores de puro hijos de puta que son (no es excluyente, tampoco eh). Hay una realidad. Coto, Carrefour tienen una posición de mercado muy ventajosa que les permite acceder a ventajas que dan como resultado precios más bajos. Esa diferencia se compensa con iva. Si devolvés el iva y bancarizás a mansalva, dejás en el horno a los comercios chicos que no pueden sobrevivir si no evaden. Porque cobrando 21% menos venden por debajo del costo. Y cobrando 21% más no les compra nadie.
Y también, por supuesto, a los que no tienen tarjeta (si la asignación por hijo anda bien, estos van a ser realmente muy pocos).
Saludos