domingo, 26 de octubre de 2014

Delicias de fin de campaña

La revista Veja es un tradicional semanario de Editorial Abril que se distribuye en todo Brasil desde 1968. Es la revista política por excelencia en los hogares y los consultorios de dentistas verde-amarelos, y durante los últimos 12 años se ha convertido, junto a la gigantesca Red Globo, en la punta de lanza de los factores de poder brasileños contra los 3 gobiernos del PT.

Su línea editorial guarda un poquito más de recato que nuestra revista Noticias (al menos Dilma no ha sido dibujada teniendo un orgasmo o acusada de bipolar TODAVÍA), pero es una aceitada máquina de operaciones opositoras de una virulencia que nos suena familiar por estos pagos.

Veja sale los miércoles y en su edición del pasado 22 mostró en tapa un supuesto caso de corrupción del gobierno del PT, en la que un arrepentido que busca reducción de su pena sostiene que hubo un triángulo de transferencia de dineros con origen en Petrobras que pasaron a grandes empresas constructoras que a su vez lo usaron para donaciones al PT en la campaña presidencial del 2010. El delator alega que las constructoras disfrazaron la maniobra como legal para ocultar un fraude.

La tapa de la revista del miércoles 22, es decir la carnada de captar inocencias, es la que se muestra a continuación.

No es otra cosa que la vieja historia de destapar un caso de corrupción a semanas del final de campaña, buscando profundizar la erosión del prestigio de los candidatos que representan todo lo que los factores de poder brasileños quieren boicotear.

Hasta acá, nada del otro mundo, diría Fontanarrossa. Cuando decimos hasta acá, decimos hasta el viernes 24 pasado, a 48 horas de la fecha de las elecciones, cuando en una maniobra inédita en sus antecedentes (sólo quebrada frente a noticias de conmoción internacional o a un triunfo futbolístico mundial) la revista Veja saca una nueva edición en cuya tapa se observa un armado digital de las caras de Lula y Dilma con una acusación en rojo con letras negras: “Ellos sabían todo”, en obvia referencia a la denuncia de corrupción que la misma revista empujaba dos días antes.


La maniobra es tan grosera en la búsqueda de volcar votantes en favor del candidato del establishment, Aecio Neves, que las autoridades del PT decidieron no dejarla pasar. Y se presentaron ante el Supremo Electoral Federal en una acción de amparo urgente para pedir derecho a réplica en la versión online de la misma revista, a igual tamaño y en igual jerarquía que el capcioso título del viernes.

Tuvieron la suerte de ser recibidos favorablemente por el juez de esa instancia, que declaró la nota de Veja como “delito electoral” por encuadrarse como una acción encubierta a favor del resto de los candidatos (léase Aecio) sin consistencia de pruebas y sin espacio de defensa para los incriminados (Lula y Dilma) y dictó una manda para que tal derecho se ejerciera ayer sábado por la tarde. 

Recién esta mañana Veja publicó la nota emitida por Dilma Rousseff y reconoció su responsabilidad.
Mientras tanto el hashtag #VejaForaDaLei (Veja fuera de la ley) se convertía en trendtopic mundial desde ayer.


Por su parte el noticiero de horario central de TV Globo, el miradísimo JN (Jornal Nacional, la versión brasileña de nuestro TeleDiario) anoche presentó un especial de 7 minutos con estas denuncias, en tanto, blogueros y tuiteros favorables al candidato Aecio esparcían ayer a última hora por las redes sociales la información de que el garganta profunda del caso, Alberto Yourssef, había sido secuestrado e internado compulsivamente por la policía federal.

Interesantes lecciones que deja el proceso eleccionario brasileño, tanto para nuestra propia experiencia (para el salvaje poder local es mucho lo que está en juego, vayámonos preparando para este umbral de falsedades) tanto como para la mismísima Dilma, que ha tenido una actitud más que contemplativa y errática respecto de la concentración de poder mediático desplegada por estos gigantes mediáticos en su país, cuya principal tarea de los últimos años ha sido su incansable desgaste.



1 comentario:

Julia dijo...

ley de medios incluido lo audiovisual, no a las polleritas cortadas de marcelo hugo,