En una nota en Crítica (que no linkeo por vagancia) dice el amigo Osvaldo Bazán, máximo exponente circunstancial del progresismo posta-posta por estos tiempos, admirador del Uruguay, su sistema político y su gobierno, de tinte progresista “en serio, no como acá que se afectan grandes intereses económicos”, tal dijera Lucas, en uno de sus bastante habituales raptos de genialidad.
Perdón, sigue lo que dice Bazán:
“Entre todos los periodistas que defenestraron los dichos de Maradona, figuró Gisela Marziotta en su noticiero de América 24. Lo que dijo no fue ni más ni menos fuerte, inteligente u original que los demás. Digamos que su voz no desentonó con lo que el establishment televisivo dijo al respecto. Al finalizar el informe, y después de que Sandra Russo calificase a Maradona como ‘el que más asusta a los burgueses’, se siguió con el tema del sexo oral. Entonces fue que Orlando Barone puso cara de pícaro y aseguró, como si estuviese en un asado varonero: ‘Entre los que hablaban estaba la chica Marziotta, se ve que conoce del tema, ¿no?’. Momento de desconcierto. Sí, como sonó. Barone dio a entender con media sonrisa que estaba hablando de las costumbres sexuales de Marziotta. Un periodista ‘bardeando’ a una colega desde el machismo más recalcitrante, desde la moralina más berreta. No se sabe qué reacción tuvo Carla Czudnowsky, ex cronista hot y habitual defensora de los derechos sexuales, porque la cámara no la enfocó. Sí mostró a Russo, quien ha hecho notablemente de la defensa de género una parte importante de su discurso. En este caso, Russo se limitó a tapar su cara, bajarla y negar con la cabeza. Se supone que reía. María Julia Oliván, sorprendida, miró a cámara y mandó al corte. Sí. Desde la televisión pública un periodista de los que dan cátedra de ética, de manera sibilina, se refirió a una colega en modos soeces. Seguramente otra vez el presidente del Sistema de Medios Públicos, Tristón Bauer, no tendrá nada para decir. Lo que será entendido como sigan mamándola”.
Yo estoy más o menos de acuerdo en reprobar los dichos de Barone, cuya intervención no fue del todo feliz.
Ahora, me gustaría detenerme en el énfasis que se hace (y que se repite muchas veces, en distintas situaciones) en el hecho de que la situación indeseada haya sido reproducida por el canal público.
Las empresas públicas, los canales públicos, no tienen que atenerse a ningún código de ética distinto, ni a ninguna normativa punitiva diferencial que los actores privados. El hecho de que una entidad sea de administración pública no debería adicionarle ningún tipo de obligación extra, respecto de las que deben afectar a las entidades privadas.
El tópico de pedirle a las entidades públicas responsabilidades adicionales, lejos de ser “progresista” (ya que les gusta tanto esta palabra) es absolutamente reaccionario.
Lo verdaderamente progresista, y hasta tal vez revolucionario, sería pensar que todo producto social es en última instancia de carácter público, y que sólo las ganancias pecuniarias devengadas de él son de usufructo privado (y con ciertas limitaciones).
El tópico de pedirle a las entidades públicas responsabilidades adicionales, lejos de ser “progresista” (ya que les gusta tanto esta palabra) es absolutamente reaccionario.
Lo verdaderamente progresista, y hasta tal vez revolucionario, sería pensar que todo producto social es en última instancia de carácter público, y que sólo las ganancias pecuniarias devengadas de él son de usufructo privado (y con ciertas limitaciones).
Y que, por lo tanto, a los entes administrados de manera privada, debe hacérseles cumplir con los mismos códigos que a los públicos, en vez de escandalizarse adicionalmente, porque alguna cosa no demasiado agradable ocurre bajo la tutela de alguna entidad de carácter público.
Pero bueno, así las cosas, valdría más empezar a rever si el término “progresista” tiene efectivamente el rasgo axiológico positivo que generalmente se le atribuye.
PD: tampoco me parece bien, Bazán, que llames a Tristán Bauer “Tristón”, en un medio de comunicación como si estuvieras comiendo sushi entre mariquitas.
Pero bueno, así las cosas, valdría más empezar a rever si el término “progresista” tiene efectivamente el rasgo axiológico positivo que generalmente se le atribuye.
PD: tampoco me parece bien, Bazán, que llames a Tristán Bauer “Tristón”, en un medio de comunicación como si estuvieras comiendo sushi entre mariquitas.
7 comentarios:
sI, LA VERDAD ES QUE BARONE SE HUBIERA GUARDADO SUS OPINIONES. SOBRE TODO, CUANDO A FANTASIAS SEXUALES SE REFIERE, ES MEJOR NO HERIR LAS SUCEPTIBILIDADES DE NUESTROS DELICADOS "PROGRES".
MARZIOTTA, SIN DUDA, ES UNA DE ESAS CHICAS QUE LA MAMAN CON MUCHA REPUGNANCIA Y LO AGARRAN CON LA PUNTITA DE LOS DEDOS, COMO SI ESTUVIESEN AGARRANDO UN ASQUEROSO SAPO.
ODIO A MARZIOTTA, LA ODIO CON TODO MI ODIO. ES UNA IDIOTA UTIL Y UNA ESTUPIDA. NO SE SI LE PRESTARIA MI PITILIN PARA QUE HAGA CON EL LO QUE DIEGO LES ACONSEJO QUE HAGAN.
SU BOCA ESTA LLENA DE "MIERDA" CREO.
PERDON, YO SI PUEDO DECIRLO, BARONE NO. O SI?
MA SI, DECILO ENZO, DECILO!
En lo que a responsabilidades penales se refiere no hay diferencia.
Pero hay cosas que son inevitablemente diferentes:
1) La responsabilidad política es del dueño o responsable político del medio. O sea que si se lo dicen desde TN, se responsabiliza al grupo Clarin. Si se lo dice desde canal 7, se responsabiliza al PEN. O sea que hay derecho a quejarse a toda la línea política desde el director del canal hasta Cristina por esos dichos.
2) Si Marziotta demanda a TN, la evenctual indemnización la pagan ellos. Si demanda a Canal 7, la indemnización la pagamos todos.
No, Tocayo. Los jueces "amigos", atemorizados por el control k del Consejo de la Magistratura y las patotas armadas de la "comandante" Sala, jamás nos harían pagar una cuenta de esas.
Si está todo abrochado por la dictadura. Le dicen "petera" a una periodista y nadie hace nada. Peor todavía, nadie puede hacer nada, porque no lo dejan.
Ojo, no tengo nada en contra de la libertad de expresión, pero con límites, che. Sobre todo en el canal estatal (o del Gobierno, bah).
Saludos
¿Comer sushi es de mariquitas?
No sabía. Pero yo no conozco del tema.
Aunque intuyo que un Puto es peronista y que un Mariquita es progresista.
Debe ser así, Perlongher detestaba que le digan maricón y se bancaba bien un "culiado".
Ni comer sushi es mariquita, ni comer asado es varonero, para usar el dicho de Bazan. Y creo que hay de todo en todos lados, lo cual es sumamente aconsejable, e incluso lo es más que no creamos que ser una cosa es mejor que ser otra (por ejemplo, "macho" mejor que "mariquita", y así).
No hagamos lío por la palabra "mariquita" que se la usa cariñosamente muchas veces (otras veces, no, es cierto).
Pero ojo, porque a veces la corrección política da pie al uso de un lenguaje afectado, que no es más que intolerancia mal disimulada.
Artemio ejemplificó con actitudes del "ladriprogresismo" esto mismo, cuando por ejemplo se metió con lubertino y su fijación con que a los hinchas de Boca no les dijeran bolivianos (porque parece que la palabra "boliviano" puede resultar ofensiva).
Saludos
Que Marziotta es una imbécil y panqueque, es algo ampliamente probado. También que no es muy buena compañera...Creo que la bronca de Barone viene por la facilidad con que la señorita de los labios rojos ha ido acomodándose en distintos momentos, canales y programas. Tiene mala fama la Marziotta, digamos...eso no justifica la grosería, pero si se dice lo mismo de una modeloide, todos se ríen, o no? Acá la cosa pasa más por una cuestión de corrección política y de defensa entre colegas. y por la impostura de Bazán. Le faltan asados al Osvaldo...
uy probado, y que haya escalado posiciones en los medios utilizando sus dotes femeninas,
Laura: igual lo de Barone es indefendible.
Equiparable al "vos sabés lo que es tenerla adentro" de Ventura a Maradona.
Saludos
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