Este domingo, la lectura (tan desagradable e inevitable como un jarabe para la tos) de los comentarios políticos dominicales deja la sensación de que los tres mosqueteros del domingo anti K atraviesan horas de dolor y frustración.
Sus ya rutinarias quejas sobre la ineptitud de la oposición no encuentran consuelo. Una vez más, comprueban (ahora, a propósito de la votación del presupuesto) que los frutos que esperaban cosechar de la jornada electoral del 28 de junio siguen estando verdes y que amenazan pudrirse antes de madurar.
No me meteré con el doctor Grondona, pero es demasiado fuerte la tentación de recomendar a los que gustan del humorismo involuntario la lectura de sus lamentaciones y recriminaciones morales a propósito de la ya famosa exhortación de Maradona. Esa evocación del sexo oral resume, en la opinión del doctor, la decadencia ética de la sociedad argentina. Nada menos. Por cierto, para apuntalar semejante conclusión, no falta una mención al gol con la mano.
En el lastimero recorrido de Eduardo van der Kooy, vocero del Grupo Clarín en estas lides del comentario político dominical, encontramos un detalle muy significativo:
"La oposición pareciera estar viviendo esta transición como un calvario. Falló en el intento de modificación de las retenciones al agro. Tuvo inarmonía en Diputados y en el Senado en las discusiones por la ley de medios. Tampoco acertó cuando pretendió tumbar el tarifazo del Gobierno para disminuir subsidios y atenuar su déficit."
¡Epa! Hay que mirar con atención esta última frase. Economistas y periodistas han condenado desde hace mucho la política de subsidios al consumo de energía. En algunos casos, con argumentos deleznables; en otros, con argumentos sólidos. Los propios medios del Grupo Clarín han señalado problemas serios de esa política de subsidios: inequidad en favor de la clase media porteña y conurbanera, peso excesivo de los subsidios sobre las cuentas del Estado o desestímulo de la inversión en la producción de energía.
Nadie, o casi nadie (perdón, Bonatto, lo incluyo con el "casi") niega que esa política de subsidios es imposible de mantener, como mínimo en la misma forma que tiene actualmente. El intento de disminuir esos subsidios respondió a corregir esa situación insostenible.
Eso es lo que la oposición, los medios opositores y los que lucran con la "defensa de los consumidores" han llamado tarifazo. A pesar de reconocer que no era prudente ni posible seguir con esos subsidios, se propusieron "tumbar el tarifazo" con el único objetivo de golpear al Gobierno y con indiferencia a los daños que eso provocara a la economía nacional y a las cuentas fiscales.
Por mi parte, los entiendo. Son la oposición, quieren "tumbar" al Gobierno y obran en consecuencia. Lo bueno es que lo pongan en claro castellano, como lo hace van der Kooy. Así sabemos a qué atenernos. Así sabemos con quién y en qué términos tenemos que contender.
1 comentario:
Tal cual. Yo también cuando leí ese párrfo de Van Der Koy no sé, pensémque se había equivocado, o que no tiene claras ni sus propias ideas, qué se yo, todos somos contradictorios, pero es de cuarta blanquearles la línea a la oposición para que se aglutinen, como mandamás de no se qué.
Digo yo, los opositores, porqué no lo mandan a la mierda a este charlatán de feria?
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