jueves, 4 de marzo de 2010

Kelpers III



El ninguneo británico sobre el pedido argentino, decíamos, se basa en su capacidad de veto de Resoluciones de la Asamblea General de ONU derivada de su asiento permanente en el Consejo de Seguridad.

Mientras tanto, como cualquier potencia colonial usurpadora, Gran Bretaña, va diseñando un set de criterios históricos, políticos, administrativos y legales sobre los cuales construye el argumento y la justificación de su posición. Estos argumentos nunca han sido expuestos públicamente, puesto que nunca existió una negociación por la soberanía (esa mesa sería el único lugar en el que el Foreign Office debería mostrar esas cartas). Pero sí existen indicios que permiten identificar algunos.

Los cito abajo, en negritas. A cada uno le sigue un argumento más o menos chicanero, a suerte de refutación cartonera.

Los británicos fueron los primeros en reclamar las islas en 1690 y nunca han renunciado a ese reclamo.

Perfecto. Debemos mirar dos aspectos: el de ser los primeros y el de haber sostenido el reclamo en el tiempo.

La antigüedad y la precedencia del reclamo tienen algún tipo de peso? Porque en dicho caso habría que devolver Gibraltar no ya a los españoles, con quienes la une una clara integración territorial, sino a romanos, o mejor dicho a griegos, o mejor aún a fenicios (qué hacer, dos de dichas civilizaciones se han sumido en el mestizaje invasor y solo nos quedan los griegos modernos: quizás haya cesado su reclamo del promontorio ibérico). Respecto del mantenimiento del reclamo, estamos en ese caso en igualdad de condiciones: Argentina tampoco renuncia a su reclamo que se inicia a días de producida la invasión británica de 1833.

Hablando seriamente: la antigüedad y mantenimiento del reclamo tienen algo que ver?

Las islas han sido ocupadas pacífica y permanentemente por GB desde 1833, con la excepción de dos meses de ocupación ilegal por parte de Argentina.

Es inexacto que la invasión británica a las islas de 1833 haya sido pacífica: existen pruebas históricas que demuestran que se trató de una invasión hostil aunque sin derramamiento de sangre, debido al reconocimiento por parte de la minoría argentina residente de la asimetría de fuerzas a la que se exponían.

No obstante, la permanencia de GB en las islas desde 1833 ha sido, en efecto, pacífica. Esto es producto de la voluntad de paz por parte argentina, que sólo se ha roto durante dos meses de un fatídico 1982, producto de la lamentable decisión de un gobierno de facto. Es decir que un gobierno armado no democrático argentino ha roto nuestro reclamo pacífico durante dos meses sobre un total de dos mil ciento veinticuatro (escuchó bien, 2.124 ó sea 177 años).

Delo que surge otro detall no menor: que GB haya ocupado durante 177 años las islas de manera pacífica demuestra que los supuestos colonizados nunca lo fueron estricto sensu. Ningún país sojuzgado a soportado el yugo colonial durante ese tiempo sin que mediaran intentos exitosos o fracasados de algún tipo, aunque sea mínimo, de autonomía y libertad. Lo que demuestra ese argumento es que la posición argentina es cierta: la población malvinense actual es producto de una inmigración deliberada y ordenada desde Gran Bretaña.

Los intentos de Argentina de colonizar las islas entre 1820 y 1833 fueron esporádicos e inefectivos.

Sólo 3 años después de la declaración de la independencia, en años en que la Argentina estaba envuelta en una serie de guerras intestinas que años más tarde darían lugar a su organización administrativa y constitucional actual, las Provincias Unidas del Río de la Plata ya habían efectivizado su reclamo soberano en las islas y enviado un gobernador. En los mismos años Argentina no tenía control total de muchas de las regiones que hoy componen su territorio continental, por ejemplo la Patagonia. Pero existieron avanzadas históricas efectivas para mantener población y administración en las islas, que fueron expelidas por Gran Bretaña como resultado de una invasión armada en 1833.

No sólo eso, Argentina se abocó a proteger los recursos naturales de las islas y por tal motivo mantuvo una acción armada con Estados Unidos por la actividad predatoria de lobos marinos que cazadores y pescadores norteamericanos llevaban a cabo en el lugar.

Las islas no tenían población indígena o asentamientos antes del asentamiento británico.

Antes de cuál asentamiento británico, el de 1690? En ese caso, so what? O antes de 1833? En ese caso volvamos a la respuesta anterior: existía un asentamiento argentino que fue obligado a retornar al continente.

En un plebiscito inspirado por la posición Argentina en 1994, el 87% de los isleños rechazó cualquier forma de discusion de soberanía bajo cualquier circunstancia.

Ese plebiscito se encuadra bajo la tesis de ocupación colonial, la cual es espuria. En 1994, la población, hija de inmigración británica ordenada y deliberada, era vasalla de la Corona Británica y mantenía estrictos vínculos económicos, políticos, personales y sociales con aquel país.

Eso sí, nos encantaría conocer a ese 13% que no rechazó la posibilidad de una discusión.

Las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas llamando a negociaciones (desde la 2065 en adelante), “son espurias porque no hacen referencia al derecho de los isleños a elegir su propio futuro”.

Estos ingleses me van a hacer llorar (ver aquí y aquí).



.

No hay comentarios: