viernes, 29 de enero de 2010
Clase: Breve Historia Ilustrada de la Crispación
Pero acá ya quedaba poca. Se estaba terminando.
Acá la crispación se había olvidado.
La gente decía "viste que crispados que están en Bosnia? Tremendo, no?"
"Menos mal que acá estamos tranqui..."
Acá la crispación se había eliminado del diccionario. Si alguien le decía a otro: “che, estás crispado”, el otro pensaba que se le había volado el gato con el viento, o que le habían descubierto un chanchullo de importación de autos en la Aduana, no tenía idea.
Pero acá la cosa se puso rara. No era crispación. Nadie sabía bien qué mierda era. Pero no era crispación. Era todo raro, qué se yo...
Pero crispación no. Crispación no era.
Como que el tipo crispaba. Pero la verdad, no, la verdad era que el tipo te pisaba los callos.
Era calentura. Que es algo bien distinto. Mirá.
Crispados? no...jodidos. Que es distinto.
Hasta que la cosa se volvió a crispar. Inesperadamente.
Mirá.
Bueh... ya está. A esta altura del partido ya aprendiste sobre la crispación.
Ahora te vamos a tomar una prueba. Sacá una hojita.
Decime, acá hay crispación????
Ni un poquito, no? Más bien hay moderación, institucionalidad, urbanidad, armonía...
...
...
Claro, mirá...
Bien, pibe. Tenés un nueve.
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miércoles, 27 de enero de 2010
Olor a muerto
Chismes farandulezcos del ambiente rocker. Columnas tan geniales como aburridas, escritas por tipos que tienen un supuesto nombre. Una nota homenaje a Mercedes Sosa, infaltable. El éxtasis llega con una producción fotográfica de seis páginas de Scarlet Johansson y su chongo del momento: fotos que hacen foco en ella (más buena que mojar el pan en el tuco, no descubro nada) y tres líneas de texto abajo a la derecha que dicen frases geniales creadas por el equipo creativo de la revista y rematan con indicaciones del tipo “Ella: camisa conquer, pantalones bidú, zapatillas converse. El: sombrero guayaba, anteojos rayban, chaleco azimut, pantalones levis”. Igual que la Para Ti. O sea, hasta las pelotas.
Rebusco y veo que la edita La Nación. Si a la revista Rolling Stone la edita La Nación, el rock está en un problema (la RS es, ahora, un folleto de Jardín de Paz).
Si la gran sorpresa del rock de los últimos dos años es Pomelo; y a Pomelo no le conocemos ningún tema, el rock está en un problema.
Si la rebeldía del rock sigue siendo Mario Pergolini y sus boys, bajando de sus 4X4 para intentar empatía con el cadete de una oficina en la zona de Once, tras el único objetivo de venderle entradas para Coldplay (mamita!!!!!), el rock está en un problema.
Si el glam del rock es ese premio MTV Latino con forma de lengua, entregado en una superfiesta en México, el rock está en un problema.
Y el problema es el frío de la morgue
Porque, me parece a mí o están todas las condiciones dadas? Digo...
- La política volviendo a tensionar, mínimamente, una cuerda ya aburrida de laxitud.
- Un negro presidente de la mayor potencia mundial.
- El resto de las expresiones artísticas en un callejón sin salida, más preocupadas por la aceptación de una galería de arte que por romper todo.
- Latinoamérica reencontrándose a sí misma como nunca antes.
- Una galaxia de gentes domesticadas por el último puterío televisivo.
- Pibes y pibas, con poca guita en los bolsillos pero muchas ganas de encontrar un lugar donde hacer el bien, sin éxito.
- El velo corrido, mostrando como nunca antes la cara del verdadero poder domesticador.
Qué le falta al próximo gran fuego joven? Sí, ya sé que a su tiempo será inevitablemente tragado por la máquina, pero qué le falta? O también es culpa de los K?
...
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Por suerte, por suerte, viene Richard Clayderman.
martes, 26 de enero de 2010
A desalambrar
La Tribuna de Doctrina nos informa sobre la situación en Venezuela. En su edición online titula la nota “Nuevas protestas tras la muerte de dos jóvenes”.
La volantea con “Estudiantes universitarios emprendieron una marcha en medio de los reclamos contra la suspensión de la señal de cable”.
Y luego, para rematar la escena, en el primer párrafo de la nota resume:
“En medio de un gran despliegue policial centenares de universitarios emprendieron una marcha en la capital venezolana, luego de que dos estudiantes murieron ayer en una jornada de violentas protestas callejeras contra la suspensión de la señal de cable de Radio Caracas Televisión Internacional (RCTV).”
La foto que ilustra corresponde a unos opositores vestidos con remeras blancas que muestran la inscripción “No al cierre” (de RCTV, se entiende).
Después de leer esta nota, uno podría suponer un montón de cosas. Excepto que uno de los muertos del lunes era un joven militante del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), que con ese nombre no podía ser otra cosa que oficialista, es decir chavista.
Yosinio Torres, así se llamaba, tenía 16 años y fue ultimado con un tiro en el pecho, en un acto atribuido a un autodenominado “Movimiento 13” y a factores de la oposición que rondaban la zona donde se llevaban a cabo actos a favor y en contra del levantamiento del aire de RCTV.
El Ministerio Público ha designado a cuatro fiscales para analizar las causas de los 2 decesos y los motivos que expliquen que, de los 9 policías heridos durante las tareas de prevención y represión de los desórdenes, cuatro presenten heridas de bala (?).
RCTV fue sacada del aire acusada de no respetar lo estipulado para medios audiovisuales nacionales respecto de la emisión en cadena nacional. Sus propietarios la etiquetan como “cadena internacional” (lo que la exceptuaría de tales obligaciones) pero CoNaTel, una suerte de Comfer venezolano ha dictaminado que más del 70% de sus producciones son locales (y este hecho sería suficiente motivo para que la cadena se ajuste a las regulaciones locales).
Como se ve, la situación en Venezuela es confusa y es difícil poder escuchar las dos caras de una noticia. La gritería impuesta por una de ellas, sistemáticamente la de la elite reaccionaria, replicada prolijamente por colegas de países vecinos, confunde y difunde. Por ejemplo, ABC de España, El Espectador de Colombia, El Mercurio de Chile y, por supuesto, en el top de la desinformación, el diario del inefable Andrés Oppenheimer, el Miami Herald.
Todo esto nos deja picando una última pregunta: estudiantes universitarios que se rebelan al levantamiento de una señal de cable? Qué daban? MTV? El canal del reggaeton? Peter Capussotto?
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Déjà Vu
Lamentamos informarles a quienes compraron en la librería del barrio o el puesto de diarios playero el best seller del verano, "Master and Lord", protagonizado por Martín Redrado y Arnaldo André, que se trata de un total y definitivo plagio.
Es una remake barata de aquella genial obra protagonizada por Pedro "tengomáscausasquevos" Pou.
Sí. Lamentamos desilusionarlo, querido chichipío. Esto ya ocurrió.
Destitución siestera.
Causas judiciales y corrupción a granel.
Llenar los estrados judiciales de cautelares.
Reclamo de legítima defensa en juicio.
Incógnitas por su reemplazante.
Y hasta amenazas públicas a sus ocsionales verdugos.
Hasta la escenografía se parece. Por ejemplo el dólar.
Si, ya sé. Me van a recordar que cada uno de aquellos dólarcitos en el BCRA tenía un hermanito pobre en la lleca y le llamaban peso (por cierto yo no querría ni pensar que hubiera sido de aquellas crisis con un tipo de cambio flotante, no?)
En esta oportunidad hicieron unos cambios de maquillaje para que no lluevan los juicios por derechos de autor, al estilo Bucay.
Por ejemplo el Riesgo País, morsa con la que nos tenían bien agarraditos para implementar cosas como el Megacanje y el Blindaje (acá puede persignarse y rezarle su oración a San Expedito). Durante la fulgurante despedida de Pou creció un 90%. En esta oportunidad bajó un poquito (por cierto, la mayoría de la gente que por estas horas moja las patitas en las playas de San Bernardo ni sabe cuánto vale)
O las tasas de interés. Entonces subían hata pagar 25% anual en una economía que se hundía. Ahora se mantienen con leve tendencia a la baja.
Nos queda preguntarle a nuestro agudos lectores... qué pasó?
Se confirma la hipótesis de Marx, Groucho Marx, la del pasado repitiéndose como farsa.
O será que el poder financiero está perdiendo imaginación y capacidad de fuego?
Notas a los gráficos: el eje inferior cuenta en días y ha sido ordenado a escala para que coincidan en el día cero los eventos de destitución de Pou (25-IV-2001) y Redrado (15-I-2010). Días en negativo son previos y en positivo posteriores.
lunes, 25 de enero de 2010
Por qué me quedo en Buenos Aires
Cuánto dolor y cuanta frustración pueden acumular en un hombre un régimen militar como el que vivimos entre el 76 y el 83. Es una pregunta difícil de responder y mucho menos mensurar.
domingo, 24 de enero de 2010
Reservas excedentes y política económica
Sin embargo, lateralmente se alude a un argumento bastante repetido en distintos ámbitos, al calor de las discusiones sobre el Fondo del Bicentenario. El argumento indica que con el criterio de “reservas de libre disponibilidad” al gobierno le alcanza con tomar la decisión de devaluar para aumentar las reservas en dicho concepto.
Me parece que la sentencia es falsa, o al menos, simplifica demasiado. Si no me falla la intuición, la devaluación implicaría en el corto plazo una tendencia a la generación de pasivos monetarios para el banco central. Se aceleran los precios al tiempo que se genera una tendencia expansiva de la base monetaria, que sólo se puede revertir con un ajuste monetario fenomenal que podría traer como consecuencia una absorción de liquidez altamente recesiva.
Este esquema, que complementaría la decisión cambiaria de devaluar con la decisión monetaria de restringir la emisión de pasivos monetarios del banco central, es bastante parecido a lo que proponía la UIA a principios de 2009, con objetivos bastante distintos a la “obtención” de mayor cantidad de reservas de libre disponibilidad.
La relación entre los pasivos monetarios del banco central y sus activos no se modifica con tanta facilidad, al menos si no hay una decisión de política monetaria que complemente la decisión cambiaria.
Y esto conlleva que un proceso como el descripto, puede desarrollarse independientemente de la utilización o no del concepto “reservas de libre disponibilidad”.
De alguna manera, es imposible sostener que el fuerte crecimiento de las reservas del BCRA en estos años no estuviera directamente relacionado con la decisión cambiaria de mantener un tipo de cambio elevado, que complementada con decisiones de política comercial definieron el objetivo de mantener un amplio superávit de cuenta corriente. Modificar este proceso, dándole un sesgo inverso o corrigiendo los objetivos, es de alguna forma disponer de las reservas del banco central, ya sea para atender la demanda de un público incentivado a la compra de divisas baratas o bienes importados baratos (que se compran con divisas), o cerrando el margen para la compra de reservas en el futuro próximo.
Las “reservas de libre disponibilidad”, y la “codicia” del Gobierno (éste u otros) por hacerse de ellas, no tienen la influencia que se sugiere al enunciar el argumento.
El concepto “reservas de libre disponibilidad” es una herencia del esquema de tipo de cambio fijo de la convertibilidad, pero la influencia que tiene en el esquema actual es limitadísima, casi nula, al punto que corregirlo o erradicarlo es prácticamente irrelevante.
Porque, en definitiva, cuando se define los lineamientos de un esquema económico integral, siempre se toma la decisión, explícita o implícita, de definir un nivel óptimo de reservas. Y por acción u omisión, siempre las decisiones que se toman, influyen en que se disponga de las reservas excedentes, sea cual fuere la definición de las mismas. En torno a esa definición se discute en la nota de Ismael Bermúdez, entre posiciones más laxas (entre las que se cuenta la política monetaria del actual gobierno) y posiciones más conservadoras, como las que levanta la nota de Castillo Carrillo o Raúl Cuello (que son inseparables de la decisión de mantener a raya la expansión de la demanda agregada).
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viernes, 22 de enero de 2010
Far West (no tan far)
Algo me hizo ruido cuando el lugareño me contó la historia. Me llegó, como le debe haber llegado a él, edulcorada, waltdisneyzada. Con buenos y malos. Sin grises. Sólo le faltaba una historia de amor imposible entre el muchachito y alguna moza del lugar, comprometida a algún terrateniente gordo y caprichoso.
Pero algo repicaba en mi cabeza: malos muy malos, pistoleros, pendencieros, cuatreros. Pero más de 500, armados y con caballos.
Inquieto como soy, me aboqué a averiguar si no había una historia atrás de la Historia. Y encontré esto.
La lucha por la independencia chilena fue un poco distinta que la rioplatense. La diferencia esencial radicaba en varios factores. Uno de ellos es que el país está mucho más expuesto que nosotros a la acción marítima: muchas de las grandes ciudades chilenas se ubican sobre la costa y esto confrontaba con el hecho de que España, la Metrópolis, era una potencia claramente superior en el mar. Defender Talcahuano, Valparaíso, La Serena, Antofagasta y los cuatro mil kilómetros de costa mediantes del asedio realista hizo que la guerra de la independencia fuera más larga y las intervenciones de aquellos más gravosas. El otro factor importante era la cercanía con el principal reducto militar de España en Sudamérica, Lima. Cercanía puesta en términos de la velocidad para unir Lima con cualquier puerto chileno que mostrara algún grado de rebeldía.
De manera que vivir en el Chile de la segunda década del siglo XIX era vivir en un lugar donde la identidad nacional todavía estaba en juego, nadie quería dejar de vindicarse como español al tiempo que muchos querían la independencia. Y la malaria era importante.
Así aparecen estos hermanitos, cuatro hombres y dos mujeres. José Antonio, el mayor, había formado parte de las fuerzas realistas, en particular frente a San Martín en Maipú, pero siendo casi un niño. Esta posición realista no lo abandonó cuando convenció a sus hermanos de iniciar una especie de acción foquista al sur de Santiago. Y por supuesto que rápidamente logró el acuerdo de estancieros españoles, terratenientes y la inefable Iglesia, temerosos todos de los resultados inciertos de un gobierno revolucionario y criollo.
Todo empezó siendo una acción armada detrás de ideales, pero pronto sus condiciones de liderazgo, de poder económico y político y de lealtad para con los suyos, convirtieron a la banda de los Pincheira en la verdadera avanzada española al sur del Bío-Bío, zona todavía no conquistada por los criollos y en plena disputa con los pehuenches.
En los valles del Varvarco (actualmente Neuquén) establecieron un villorrio de no menos de 6 mil habitantes, para lo cual establecieron pactos de paz y convivencia con los más importantes caciques de la región, como Neculman, Canumilla y Toriano. Y desde allí pronto exprimieron mecanismos de aceptación con los lugareños. Por ejemplo, ante la grave ausencia de alimentos como carnes y harinas, cuatrereaban y saqueaban del lado cuyano para luego cruzar la cordillera con las mercancías y seguir ganando adeptos a su causa. Durante un largo período de la década del 20 fueron amos y señores del norte neuquino, el sur mendocino y la araucanía chilena. Tenía su propio código de justicia interno y leyes básicas de convivencia. Llegaron hasta San Rafael y Bahía Blanca.
Pero para 1830 este pequeño grano en el sur de nuestras libertades empezaba a ser muy molesto y se dispusieron muchos recursos a ambos lados de la frontera para ponerle coto. Fueron cayendo uno a uno los hermanitos, a sangre y fuego, producto de traiciones y emboscadas.
Salvo José Antonio, que pactó su entrega y fue indultado. El presidente chileno Prieto, viejo zorro, supo aprovechar la experiencia del perdonado y le ofreció conchabo para cuidar y controlar sus extensas tierras en el sur chileno. Y en ellas, muchos años después, terminó muriendo como un viejo noble y bueno quien fuera el terror de los ejércitos patriotas y los pueblos liberados.
La foto que ilustra este post es de los Castillos de Pincheira, reducto donde solían guarecerse los hermanos después de alguna incursión.
Y lugar adonde anduvo el carrito cartonero de Contradicto hace algunos días, cerca de Malargüe.
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jueves, 21 de enero de 2010
Dónde está Wally? Y dónde está Julieta?
El Tema de la Triguería
miércoles, 20 de enero de 2010
Tirar la soga
Se acuerdan? Lo divertido no era ganar, era conspirar y ver caer al contrincante. Y, paradójicamente la receta la trae el mismísimo Clarín:
Cristina "cede" y el que cae es Redrado. Los cartoneros nos estamos riendo por anticipado.
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Pero ya nos preguntamos: y cómo cae Cobos?
La movida de suspender el viaje a China fue buena: hacer más visible a las sobrecalentadas cabezas veraniegas hasta qué punto es inviable un Poder Ejecutivo con un Vice abiertamente opositor. Pero es difícil hacerse oír entre los altoparlantes mediáticos opositores.
Y usar la retórica: cuántas inversiones se perderán por la suspensión de este viaje? Y de los siguientes? Tenemos una presidente rehén del capricho personal del vicepresidente?
Creemos que ella está en el buen camino, el de la política Jiu-Jitsu, pero es probable que todavía no alcance. Ya hay que pensar la próxima movida.
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El feo
Desde acá nuestro sentido homenaje, en manos de su hijo.
Yo nací en un conventillo
de la calle Olavarria,
y me acuno la armonía
de un concierto de cuchillos.
Viejos patios de ladrillos
donde quedaron grabadas
sensacionales payadas
y al final del contrapunto
amasijaban un punto
pa' amenizar la velada.
Cuando quise alzar el vuelo
piante del barro al asfalto.
Pretendí volar tan alto
que casi me vengo al suelo.
Como el zorro perdí el pelo
pero agarre la manía
de logiar la gileria
y al primer punto voliao
con algún fato estudiao
dejarlo en Pampa y la vía.
Una vez un tal Loyola
me embroco en un guay fulero,
batida, bronca, taquero,
celular, biaba y gayola
di concierto de pianola
manyando minga y solfeo
y aunque me llaman EL FEO
colgué mi fotografía
donde esta la galería
de los ases del choreo.
Hoy que estoy en los 40
en el debe de la vida
chapé una mina raída
que tiene más de la cuenta.
Anda en un auto polenta
diqueandome noche y día
sin manyar la gileria
que me esta envidiando el brillo
que nací en un conventillo
de la calle Olavarria.
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martes, 19 de enero de 2010
Voltaire re-loaded
Vacuna
Michelle, la gran Michelle, saludó ayer al triunfador del ballotage presidencial ocurrido el domingo, el dueño de LAN, Sebastián Piñera en una puesta en escena cuidada y medida. Demasiado.
La presidente, dueña de la mitad izquierda del televisor, con un elegante teléfono blanco convenientemente lustrado para la ocasión y con escenografía en alguna coqueta oficina en La Moneda, leía disimuladamente una salutación fijada detrás de cámara, lo suficientemente formal y pacata (“fome”, diría un hermano trasandino) como para dormir al más excitado seguidor del empresario presidente que todavía estuviera revoleando su banderita partidaria en el bunker de Apoquindo.
Sobre la mitad derecha de la pantalla se observaba a este nuevo Berlusca sudamericano, rozagante por la victoria, tratando de exponer el rictus que mejor combinara su íntima alegría con el saludo de la jefa espiritual de los perdedores y la mirada fisgona de millones de chilenos testigos de un cambio que más temprano que tarde estaba por darse.
Michelle deja la presidencia de Chile con niveles muy altos de popularidad. Hace cinco años todo el mundo se preguntaba cómo iba a poder gobernar esta petisa carismática, a la sombra del estadista que también dejaba el gobierno perforando cualquier techo de popularidad imaginable, haciéndole “sumbudrule” al desgaste imaginable que deberían imponer cinco años de gestión, Ricardo Lagos.
Lo cierto es que 20 años de Concertación Democrática no lograron modificar en un ápice la desbalanceada estructura social chilena heredada del pinochetismo. No podría hacerlo. La izquierda chilena está vacunada contra la utopía, contra el cambio profundo, contra las “ideologías”.
Hay lugares del mundo en los que la geografía ha sido borrada. Entrás a cualquier shopping en Buenos Aires y si no conocieras las tiendas y las marcas expuestas, si no escucharas hablar a sus transeúntes, tardarías un buen rato en confirmar que no estás en Madrid, San Pablo o Roma. Pasa lo mismo con los aeropuertos. Y hasta con los barrios privados. La política chilena se va convirtiendo en eso. Es el prototipo de la política “shopping”. Un candidato estéticamente digno, con una familia apta para protagonizar una propaganda de jabón en polvo, simpatizantes (por favor destruya de inmediato la palabra militante) con banderitas encargadas a un mayorista chino por el jefe de marketing de la campaña, pines que cuatro muchachitas bonitas, vestidas con los colores de la bandera, les abrochan en la solapa a los que ingresan esperando juegos de luces, efectos especiales y, si hubo victoria, fuegos artificiales a toda orquesta.
El trabajo más fino que han hecho los factores de poder en Sudamérica inmediatamente a posteriori de la oscura década militarizada de los 70 (en Chile duró un poco bastante más que eso) fue el de inocular el virus del sosiego y la mansedumbre en todos los sectores sociales y políticos que pudiesen representar un mínimo de peligro para sus proyectos de países satélites, abocados a la producción de bienes primarios y con control pleno sobre todo el sistema institucional de parte de dichas aristocracias.
En nuestro país, durante el alfonsinismo y la primera parte del menemismo tuvo lugar ese proceso, y el pacto de Olivos resultó su expresión más evidente: bipartidismo y gatopardismo in secula seculorum. El origen de los todos los ministros de economía posteriores a Grispun el Rebelde lo pone en evidencia. La existencia de monjes negros de la política como Nosiglia, Barrionuevo o Manzano lo confirma.
En Chile sólo era necesario cooptar a la Concertación, refugio natural de las expresiones más rebeldes que pudieron atravesar el gobierno de Pinochet sin terminar sus días en alguna cárcel secreta en el Desierto de Antofagasta. Tan masiva fue la dosis de moderación que ayer pudimos valorarla en su justa medida: una presidente de la Concertación que le devolvía las riendas del poder político a los verdaderos dueños, pletórica ella de gozo y agradecimiento. Por eso la derecha argentina los envidia. Por eso se nos lo presenta como el modelo de virtudes cívicas latinoamericano, el del deseado "diálogo y consenso".
Nosotros, por suerte, lo tenemos a Kirchner.
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El plan Brodersohn-Baglini
La cuestión es esta: los radicales Mario Brodersohn y Raúl Baglini presentaron una alternativa al programa financiero oficial (el que incluye al Fondo del Bicentenario).
La iniciativa radical, en cambio, pide que el Tesoro licite una letra en el mercado local, en pesos (o sea que absorba pesos de los que tienen los bancos), y que con esos pesos le compre al Central las reservas necesarias para pagar deuda. Es decir, que en lugar de endeudarse con el Central, se endeude con el público.
Estoy de acuerdo (después de haber presenciado y participado de largas discusiones) en que ambos programas serían patrimonialmente equivalentes. La única duda que me quedaba era la del diferencial de tasa entre la que el BCRA tomaba las letras del Tesoro, y la que le pediría el mercado, pero como señala Olivera, ese diferencial quedaría saldado cuando al final del ejercicio esa plata volviera al Tesoro bajo la forma de ganancias distribuidas del BCRA. La equivalencia patrimonial estaría garantizada además por la perspectiva de fuerte ingreso de dólares al mercado por vía comercial, situación que el BCRA atendería comprando dólares, y recomponiendo sus reservas, a cambio de endeudamiento en pesos (Lebacs y Nobacs).
El único problema pendiente con el plan Brodersohn-Baglini sería, entonces, el de la incertidumbre. Qué garantías hay de que las letras que el Tesoro licita en el mercado tengan aceptación?
Con el Fondo del Bicentenario la dificultad fundamental, que es la que tiene el Tesoro para tomar deuda, quedaría rápidamente saldada. Los dólares los pone el BCRA. Después, los costos del endeudamiento corren por cuenta de éste. Emitir pesos para comprar dólares y mantener el tipo de cambio, colocar Lebacs y Nobacs para absorber esos pesos e intentar que no se acelere la inflación. Es decir, el BCRA actuaría como entidad solvente que media entre el mercado y el Tesoro, para amortiguar los costos financieros de la desconfianza del primero con el segundo.
En el plan radical, es más, la actuación del Central sería irrelevante. Con los pesos capturados por la emisión de Letras, el tesoro directamente podría salir a comprar dólares al mercado, liberando al Central de la tarea de tener que hacerlo para mantener el tipo de cambio. En lugar de pagar deuda con las reservas actuales del BCRA, pagar deuda con las reservas potenciales del BCRA. Si en definitiva cambiar deuda externa por interna, siempre requiere la afectación de reservas.
Ahora bien, una vez aceptado que ambos programas son patrimonialmente equivalentes, y una vez conjurado el peligro de embargo sobre cuentas del BCRA, tendría sentido cambiar el programa sobre la marcha?
Los costos del Fondo del Bicentenario ya se pagaron. No te van a devolver ese capital. Salir a explicar un nuevo programa, convencer a los bancos nacionales de que les conviene adquirir Letes, tranquilizar a los clientes de esos bancos de que la medida no los va a afectar patrimonialmente y que no se viene un nuevo corralito, persuadir a los acreedores externos diciendo que el Tesoro no va a tener problemas en conseguir dólares, volver a recomponer certidumbre desbaratada, requerirá que se afronten nuevos costos políticos y económicos, adicionales a los ya enfrentados.
Con qué objetivo? El de no dejarse torcer el brazo y darle, finalmente, la razón al Gobierno?
Un post-data: vi la discusión generada sobre las declaraciones de la presidenta acerca de la legitimidad de la deuda. Es imposible en la práctica que una presidenta cuyo ministro de economía prepara un canje de deuda, de cuya aceptación depende en buena parte el futuro de ambos, declare a la deuda ilegítima. La decisión de suicidarse es una decisión personal. No les podemos pedir a los demás que lo hagan a nombre nuestro.
lunes, 18 de enero de 2010
Felíz Año!!! ...Felíz Año?
Y bueh, llegó el 2010, el año del bicentenario. Juramos que en los brindis de Navidad y Año Nuevo probamos todos los conjuros para tratar de frenarlo, pero su llegada fue inevitable.
Un año de mierda, vea, mire…
Un año en el que, en el país de las vacas, vamos a tener que importar carne. Por suerte todavía no vamos a tener que importar leche, eso va a ser recién en 2011.
Un año en el que dejaremos de reírnos de los venezolanos que van al baño con linterna, porque enfrentaremos una brutal crisis energética…
En 1890, los maderos de San Juan pedían pan y no les daban. Este año lo mismo: volvemos a 1890. No vamos a exportar trigo, macho. Y también está en duda que podamos comer cremona.
Ni hablemos del mundial de fútbol: en Sudáfrica nos van a poner a hervir en una olla y seremos el almuerzo de alguna ignota selección de cuarta.
Dólar entre 4,54 y 4,95, ajuste, inflación, déficit fiscal, malaria a troche y moche.
...
...
Por suerte nosotros somos unos optimistas incurables y nos conformamos con poco.
En 2010 tenemos todas nuestras fichas puestas en Clyde Getty, el crédito argentino en Vancouver 2010. Y sobre fines de febrero nos podrán encontrar en las cercanías del Obelisco, festejando como locos una nueva medalla olímpica para nuestro país.
Gracias por toda tu polenta, Clyde, sos un ejemplo para nuestra juventú.
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domingo, 17 de enero de 2010
Post-umo: Belleza XVI (Pintura y Dibujo)
Quedó allí. Esperando a que nuestro amigo tocara el botón que dice "Publicar". Lo dejó para lo último por motivos que el lector encontrará mientras lo leé.
Publicarlo es el mejor homenaje que este blog, del que supo ser el "cartonero estrella", le puede hacer.
Y creer que haberle cambiado el título (para agregar ese juego de palabras) para provocar otra de sus sonoras risotadas, es algo que nos arrogamos sin explicaciones.
Que lo disfruten.
Este blog retoma su viaje.
En 1884, el pintor Henri Toulouse Lautrec (1864-1901) se mudó al departamento del matrimonio que formaban René y Lily Grenier.
Allí vivió alrededor de dos años y en su abundante obra hay muchos retratos de Lily y también de su marido.
Lily Grenier era una mujer de belleza imponente, una pelirroja alta y corpulenta, que gustaba de disfrazarse y de la buena vida.
El retrato que aquí se reproduce, y que se conserva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, se llama Madame Lily Grenier en quimono por razones que no hace falta explicar.
Aparentemente, Madame Grenier unía a su belleza una loable preocupación por aportar algo de felicidad al torturado pintor que tenía el tamaño de su talento en razón inversa a la longitud de sus piernas.
Así lo sugiere este explícito dibujo ( se exhibe en la Biblioteca Nacional de París), en el que Toulouse Lautrec se representa a sí mismo y a la adorable Lily. Obsérvese la sonrisa de comprensible satisfacción en el rostro del artista.
No existe dato alguno para asegurar que la obra representa un hecho realmente sucedido o una fantasía de Toulouse Lautrec.
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sábado, 16 de enero de 2010
Risas
Lo que más me gustaba del Viejo era su risa. Estentórea. Pícara. Singular. Festejaba cualquier chanza de una manera única.
Pero al tiempo me di cuenta que lo que en realidad me atrapaba era su sentido del humor. Y que su risa era sólo el diagnóstico. Su verdadero mal (bien) era, sin duda, su sentido del humor. Se reía de todo y de todos. De propios y ajenos.
Disfrutaba como nadie el comentario socarrón y malicioso hecho al oído, en voz baja. En una reunión de blogueros escabechada en alcohol o en un pomposo acto de asunción de un funcionario amigo.
Venía, como todos, asqueado de testificar como otros manoseaban la pizza y volcaban el champán.
Tenía, dije, el tesoro que a mí más me gusta encontrar en una persona: sentido del humor. Ese que permite que las victorias se valoren sin grandilocuencias y las derrotas se limiten a su verdadera dimensión.
Su sentido del humor era la punta de ese iceberg de inteligencia azul y profunda. Hacía juego con su bonhomía, verde y fresca, como campo de abril.
Decidió irse antes de que la peli llegara al final.
Nosotros decidimos quedarnos, pobres inocentes, para ver cómo termina.
Acá estamos. Apretando los dientes. Los puños crispados.
Eso.
Pero ya nos falta su risa.
viernes, 15 de enero de 2010
Lagente por la calle
“Lagente me pide institucionalidad por la calle”, dijo Gerardo Morales.
“Lagente me explica el Teorema de Tales por la calle”, dijo Adrián Paenza.
“Lagente me pregunta cuándo vuelve el contrato moral por la calle”, dijo Lilita Carrió.
“Lagente me tira caños y bicicletas por la calle”, dijo la Brujita Verón.
“Lagente me pregunta por mi hija por la calle”, dijo Cleto.
“Lagente me pregunta por el dasein por la calle”, dijo José Pablo Feimann.
“Lagente me pregunta si escuché la charla telefónica que tuvieron con la tía Porota por la calle”, dijo Ciro James
“Lagente nos pide que no abandonemos por la calle”, dijeron los hermanos Patronelli, al unísono.
“Lagente me cree cuando le digo que la crisis energética es inevitable por la calle”, dijo el ex–secretario Montamat.
"Lagente me pregunta dónde estaba por la calle", dijo Gaby Michetti.
Lagente.
Es increíble lagente. Sobre todo en la calle.
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