viernes, 26 de febrero de 2010

Blogófono



Ayer a la tardecita me decidí a empujar el carrito fuera del radio barrial y terminé en Belgrano, en los estudios de Radio América desde donde hace casi un año y hasta exactamente ayer, se transmitía La Bloguera Radial, conducido por Gerardo Fernández y secundado por un equipo competente y eficaz.

La razón de mi visita era justamente la culminación del ciclo, producto de que el programa no consiguió el oxígeno económico para mantenerse en el aire.

Arrimé una cajita de tinto en tetra que venía añejando hacía unos veinte minutos (no se le puede pedir más a un cartonero) y me dediqué a acompañar a Gerardo durante el aire, tratando de intervenir lo menos posible en un programa que era, en esencia, un taluego, un abrazo entre él y sus oyentes.

Y en mi silencio respetuoso y algo tímido guardé en el garguero algunas cosas que venía masticando mientras empujaba el carro y apretaba cartones:

que La Bloguera Radial ha representado de una manera muy digna y muy cristalina el colectivo que eligió representar, el nuestro, el de blogueros que mantienen blogs en los que se habla de temas políticos, económicos y de actualidad general,

que, justamente, ese colectivo bloguero no es algo simple de abordar y representar: heterogéneo, complejo, amplio y bastante difuso

que La Bloguera, fue una buena fotografía, dinámica sí, de eso que somos

que permitió conocernos más entre nosotros (escuchar la poesía de Corvino en su propia voz, las dudas de Luciano, las conjeturas de Elémaco, en fin) y, más importante, que nos conociera un público del cual algún sector no supiera hasta La Bloguera, lo que es un blog,

que se hizo un lugar en la programación radial "formal" a fuerza de contenido, de análisis, de identificar las múltiples contradicciones en las que incurren quienes pretenden representarnos, y todo lo antedicho emergiendo de las entradas que día a día cada uno de los participantes de este colectivo exprime de su materia gris.

Contra muchos colegas, adopto la máxima de Feinmann el Bueno, en tanto tomada como condición de suficiencia: "Cualquier pelotudo tiene un blog".

Aunque la completo con la complementaria condición de no-necesidad: "Pero no cualquier blog tiene atrás pelotudos que puedan, en un esfuerzo colectivo, mantener un programa radial interesante, amplio, entretenido, respetuoso de las ideas e ideologías diferentes y enfrentadas, entretenido, durante el lapso de un año".

Brindo (otra vez) por haber sido parte (mínima) de una experiencia grossa. Y porque, íntimamente, sé que va a volver.



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4 comentarios:

Gerardo Fernández dijo...

Amigazo: Me hizo muy bien tu presencia y no sé si fui lo suficientemente explícito tanto en el aire como afuera para remarcalo, de modo que lo repito por las dudas.
Admito que cuando te ví llegar me dio cosita y medio como que me aflojé (aunque hice lo imposible por disimularlo de tonto que soy)
Esas actitudes, ese "estar", tiene un valor dificil de traducir en palbras.
Gracias de nuevo, Contradicto.

Mariano dijo...

Gerardo merece que se le agradezca la generosidad que siempre tuvo con nosotros. Personalmente no puedo definirme como asiduo escucha del ciclo (lo escuché más en diferido en el laburo que en vivo), pero sí remarco éste, por ahí insuficiente, pero sincero agradecimiento.
Un abrazo.

Yaya dijo...

Cualquier boludo tiene un blog. Yo tengo un blog, ergo soy un boludo. Uh, no me había dado cuenta. Para la proxima espero ser un boludo que sale al aire, por lo menos. Esperemos que Gerardo invente otro nuevo buen programa.

Politico Aficionado dijo...

No es mas que un hasta luego. ¡Vamos Gerardo todavìa!