martes, 16 de febrero de 2010

Lluvia ultra K desnuda problemas de gestión en la CABA


La verdad, 80 y pico de milímetros en 2 horas es una lluvia fuerte para la CABA.
Pero tampoco es tan excepcional. Los meses de verano suelen traer muy habitualmente tormentas de este tipo. Por ahí no tan abundantes, pero las de 60 a 70 milímetros en algunas horas son de todos los veranos.
Digamos, es algo más o menos previsible.

Hablando con sinceridad, no creo que sea honesto intelectualmente culpar a Macri (que asumió hace dos años) de cosas que vienen pasando desde hace 30 (y muy probablemente más, pero 30 seguro).

Salvo por una cosa: el intendente "presidenciable" de la ciudad de Buenos Aires, aglomerado urbano que se distingue, sabemos, por sus indómitos semáforos, asumió el cargo mientras alardeaba que "los problemas de los vecinos" (y las inundaciones, específicamente) eran producto de la inoperancia de sus antecesores, y que alguien como él, "ciudadano común" dedicado a la política (y no "político" de nacimiento), iba a arreglar en dos patadas con la sencilla operación de "ordenar" la gestión.

Sin embargo la basura, los semáforos (esos artefactos incorregibles e incoordinables) y las lluvias (que devienen tan descaradamente en inundación) parecen estar atentando contra las aspiraciones del intendente presidenciable, mucho más insolvente a la hora de "resolver los problemas de los vecinos" que al hablar del Fondo del Bicentenario (cosa en la que, sin descollar, al menos no desentona con el nivel de ignorancia generalizada de los otros "presidenciables").

Eso sí, nobleza obliga, los procesos de optimización de luminarias, puesta en valor del espacio público e intervención en el arbolado, funcionan fenómeno, salvo cuando factores ajenos a la gestión, como la lluvia, inundan el espacio público y cortan la luz (gracias a Dios, al mismo tiempo), o el arbolado se resquebraja por la acción de las fuertes ráfagas de viento, cosa que sólo en una oportunidad provocó heridas graves en una nena.

La foto que ilustra el post fue tomada en el paso bajo nivel de la Avenida Dorrego, cerca del cementerio de la Chacarita. La única obra de infrestructura importante innaugurada (aunque sólo parcialmente construida) durante la gestión Macri.


5 comentarios:

Laura dijo...

Creo que es hora de tomar el toro por las astas, Basta de proyectos faraónicos e inservibles. Es hora que Macri gestione los recursos necesarios,e impulse una solución definitiva como con los árboles. Debe lanzar ya el plan "Pongámosle nombre a cada lluvia"

Aparicio Gomez dijo...

Saltar baches era mas facil. Por lo menos el agua tapo el insoportable amarillo macrista que no es tan peligroso como el rojo, rojito chavista.
En fin asi es Macri.

Gerardo Fernández dijo...

Eso eso!! Pongámosle nombre a cada lluvia..

Mariano dijo...

Mauricio quiere que le pongan Cristina.
Y mañana titula Clarín: "la inundación fue culpa de cristina".
Saludos

guille dijo...

La
unica
obra
junto
a
las
playas
secas
de
interama.