sábado, 10 de octubre de 2009

Viento de cola


Las acciones de empresas argentinas están teniendo buen rendimiento. Los títulos públicos, mejor todavía.

Simultáneamente, el dólar se cae (digan lo que digan, humildemente, sigo viendo que las causas están en cuestiones estructurales de la economía real estadounidense, y que más allá de los factores que operan en el corto plazo, esa es la tendencia de largo plazo).

Así, varios actores con "poder de fuego" se "desdolarizan". Habría que ver la evolución de los depósitos en dólares para confirmarlo.

Siendo como sea, el dólar "de fin de año" hoy está en 3,88. Muy lejos del 4,50 de junio. Y esto contribuye aún más a que empiecen a "sobrar" dólares en la plaza argentina. El Central sale a comprar, y así y todo, la tendencia es a la baja.

Lógicamente, con una autoridad monetaria menos intervencionista, el real sigue subiendo en relación al dólar, y por ley transitiva también en relación al peso. Ya está en 2,21. Lo lamento, va a estar caro Brasil este verano.

A pensar en medidas anti-inflacionarias, porque volvemos a "2007".


Perdón Artemio, le afané la foto.

4 comentarios:

Artemio López dijo...

por favor un honor que use la imagen ( que feito pierre ya de pibe no?)

Andrés el Viejo dijo...

Una observación en el mismo sentido, Mariano. La tendencia bajista del dólar tiene sus raíces en un hecho objetivo, que pasa por encima de expectativas y otros factores subjetivos tan meneados en los mercados especulativos.
Primer hecho: no puede sostenerse indefinidamente la fortaleza de una moneda que cada día es minada por el enorme endeudamiento del Estado que la emite, por el sistemático déficit comercial y fiscal del mismo Estado. Estos desequilibrios, estructurales y de largo plazo como son, tienen necesariamente su correlato en la pérdida de valor de la moneda, cuyo carácter fiduciario la hace dependiente de la solvencia del emisor.
Segundo hecho: el papel dominante del dólar desde en el comercio internacional desde la posguerra se ha vinculado con el papel hegemónico de los Estados Unidos en la economía mundial. Esa hegemonía económica es la que hoy, a partir de la crisis iniciada a mediados de 2007 y oficialmente reconocida en setiembre de 2008, se encuentra cuestionada. No quiere esto decir que la hegemonía norteamericana desaparezca de un día para otro. Los procesos de desaparición de hegemonías en el plano mundial son largos, duran décadas y suponen muchas convulsiones en el camino. Pero no es menos cierto el proverbio chino: un camino de mil millas comienza con un paso.
Saludos y feliz ley de medios para todos.

Mariano dijo...

Y sí, Artemio, un psicópata en potencia.

Andres: de acuerdo. Aparte para mí hay un hecho importante. La economía norteamericana tiene un potencial productivo importantísimo, hoy asfixiado. Necesita el aire de una devaluación para poner a funcionar la maquinaria, porque cada vez le prestan menos. O sea, parecerse cada vez más a un país "en vías de desarrollo".
¿Por dónde anduvo anoche?
Abrazo

Andrés el Viejo dijo...

Mariano:
Pregunta retórica la suya. Estuve donde se ve por la entrada siguiente.
Un abrazo