domingo, 5 de julio de 2009

Los "traidores"

Recreación del asesinato de César por Bruto. HERALDO



De a poquito empiezan a aparecer los nombres de los "traidores", en boca de los "leales". El primero es el de Pablo Bruera, el intendente de La Plata.

Un tipo que nunca simpatizó con la testimonialidad de las candidaturas, y que encontró una salida elegante para evadirla: puso el apellido, pero no el cuerpo. El candidato a diputado provincial fue su hermano y no él.

Un tipo que tuvo desde la campaña misma la mezquindad de querer resguardar el voto que le daba su buena gestión en La Plata (lo de "buena" es relativo, pero al menos parece que es bien valorada por gran parte de los platenses). Aparentemente habría pactado algo con el Colorado.

Es cierto que en la campaña se cuidó bien de deslindar su buena imagen de la paupérrima imagen de Néstor en territorio platense, para no dejarse arrastrar.
En definitiva, priorizó su futuro al del Gobierno nacional.
Al menos eso es lo que le achacan.


Bueno, ahora metemos el dedo en la llaga.
Es una ingenuidad imperdonable de parte de quien conduce un proyecto político esperar favores de quien sea. ¿Por qué Bruera iba a actuar con otro patrón que la conveniencia?
¿Es tan distinto a lo que hace Ishii, por poner el ejemplo de alguno de los "leales"? Si Ishii u Otacehe acompañan es porque, a pesar de los desprecios, saben que con el proyecto kirchnerista en Nación su estructura es más sustentable.


Y, ojo, está bien que así sea. Gracias a Dios los intendentes del conurbano priorizan su aparato. Gracias a Dios algunos siguen poniendo el cuerpo sin más aspiraciones políticas que las de ser diques de contención, en esa bomba de tiempo, de atraso infraestructural y pobreza estructural que es el segundo cordón del conurbano.


Pero volviendo entonces al "caso Bruera".
Como mínimo, tenemos que hablar de un error garrafal de la conducción a la hora de medir las fuerzas propias. ¿Se dependía tanto de los votos que pudiera traccionar Bruera? A ver, necesitábamos los votos de clase media, necesitábamos hacer mayor diferencia en los barrios pobres... Lo primero que necesitamos es saber qué y para quién construimos.


Y aún en el caso de que haya que convalidar la idea de que Bruera traicionó, también habría que aceptar que para el buen conductor, toda traición es previsible. Si no la supiste ver, después no vale llorar.


(Aclaro, para ser justo, que el reproche no afecta a Néstor, que no dijo nada al respecto, salvo renunciar a la presidencia del PJ, lo cual es hacerse cargo de los errores de conducción).


No está de más volver a leer esta novedosa interpretación de la traición.



4 comentarios:

chacall dijo...

No conozco en detalle la política bonaerense, pero me gustó mucho esta definición del lic baleno en ramble...

Bruera no traiciono a nadie. Gano porque el tenia razon y Kirchner no.

Coincido tal vez que hay un error de conducción.

Pero ayer Montenegro cerró su nota de ayer con un "Los intendentes K de 17 partidos del GBA sacaron 134.319 votos más que la boleta de Kirchner. En toda la provincia, Kirchner perdió por 179.176 votos." (no se si metió a la plata en el GBA en esa cuenta... pero en el blog conurbanos se hizo un análisis con resultados similares).


¿Que quiere decir que Bruera tenía razón? Bueno eso es otra cosa, y ahí está tu pregunta, "para que y para quien se construye...". Bruera habrá entendido que la construcción actual, o lo que ella muestra, no resuelve el problema de la mayoría.

Los electores no tenemos memoria, todas las mejoras del kirchnerismo, que se deben reconocer, son un costo hundido, uno vota con vistas al futuro, y un proceso que hace casi 2 años no puede mostrar mejoras radicales en ningun indicador relevante, como si los mostró en 2003 - 2007 probablemente coseche menos electores que antes. Y eso los punteros lo huelen. Los intendentes lo huelen.

En fin... traiciona el que es leal, pero estos supuestos traidores, a que eran leales? a nestor? al kirchnerismo (pensando en términos de delia que el dice que es más kirchnerista que N.K mismo) y la ideología y conjunto de valores que intenta expresar? al peronismo? o a ellos mismos?.

saludos!

Mariano T. dijo...

Para mi hay una sobreestimación de la influencia de los intendentes.
Creo que en la clase media es casi nula, en la clase obrera sindicalizada también, y solo influyen en el circuito de gente dependiente de la ayuda social, pero aún ahí hay que ver si la ayuda social que se recibe desde 2002 no fue ya naturalizada, e independizada de la mano que la da (algo así como política de estado).
Después estan las obras, cuyo mérito se lo puede adjudicar el intendente, el gobernador y el presidente, pero habrá que ver a quien se lo adjudican más, y hasta que punto las obras que se hacen son contrapesadas por las muchas que hacen falta y no se hacen.
En Mar del Plata el intendente le puede haber arrimado a K dos o tres puntos, dudo que más, y a costa de cambiar su base de sustentación. Después de una gestión que se presumía bastante buena, tuvo pocos votos independientes (que antes era el 100% de su capital político), y gran parte de sus votos fueron FPV lista completa, pero hay que ver quien traccionó a quien, porque el PJ no presentó lista a concejales en Mar del plata, y aunque minoría, un 25-30% de peronistas siempre hubo.

Andrés el Viejo dijo...

A mí no me convence esa costumbre de aplicar juicios morales a posturas políticas. A veces uno lo hace por calentura. Pero, con la cabeza fría, no. ¿Hablamos de política o de los diez mandamientos?

Sirinivasa dijo...

Sin embargo, mas allá de los juicios morales, el resultado fue que la feroz campaña de disociación de las candidaturas provinciales y municipales salió mal, o al menos al revés de como la pensaron los Bruera. La llista 506 FJV sacó exactamente el doble que la otra lista del Frente Renovador Platense que llevaba sólo candidatos locales y de diputados provinciales, lista esta última que fue la unica promovida por la campaña oficial del intendente.