sábado, 22 de agosto de 2009

Belleza III (Velázquez)


Una reproducción de este cuadro adornaba el comedor de la casa de unos tíos cuando yo era chico. Así que se podría decir que la Venus del espejo de Velázquez fue mi primer amor y tal vez el más duradero.

Diego Velázquez (1599-1660) fue contemporáneo de Rubens y exponente de la misma escuela pictórica. También compartía con él el gusto por las mujeres de formas rotundas, aunque el español no cultivaba el brutal realismo del flamenco y omitía algunos detalles, como se puede observar en la tersura de las nalgas de la diosa.

Los más entendidos en pintura han de festejar la luminosidad del cuadro, característica que también se puede observar en obras como Las hilanderas o Los borrachos.


La obra se exhibe en la National Gallery de Londres.

2 comentarios:

El 5 de Moscú dijo...

Hermoso cuadro. Tengo una reproducción en casa, que a veces me despierta a la noche porque discute a los gritos con la de Rothko que tengo en la pared de enfrente...

Saludos

grace dijo...

A mí lo que me gusta de Velázquez es ese juego de espejos donde la mina se mira, como el espejo de Las Meninas, donde se mira el mismo Velázquez. Gueno, ya Foucault lo explicó mejor que yo. A mí me gustan esos espejos...