Leemos hoy la nota de Montenegro en Crítica: Haciendo cuentas con Cristina.
A diferencia del de ayer, en el que sacó a relucir su "progresiómetro" inútilmente (digo, porque sólo puede generar discusiones inútiles, del estilo "yo soy progresista y vos no"), éste artículo es más concesivo, nada chicanero (más allá de algún aceptable pase de facturas), y por lo tanto, su aporte es muchísimo más fecundo. No deja de lado su tono crítico y su perfil opositor ni por una línea. Pero al mismo tiempo, muestra las virtudes del adversario que todos quisiéramos tener. La diferencia con algunos periodistas nerviosos, empleados de otros medios nerviosos, es kilométrica.
Y así como Montenegro se compalce de que la Presidenta haya tomado nota públicamente de la situación de pobreza complicada en el GBA y otros lugares del país, y de la necesidad de plantarse activamente contra ella, a nosotros nos complace también que un periodista capaz e insospechado de oficialismo como él se muestre con una actitud tan constructiva, rechazando el camino más fácil de la chicana.
Superada la parte cursi de la entrada, secas ya las lágrimas de emoción, y plasmado el guiño para con la etapa de diálogo y consenso que todos los argentinos necesitamos, en lugar de esas actitudes que enfrentan a hermanos argentinos (en este caso, hermanos pobres contra hermanos ricos) que tanto le molestan a Chiche, pasamos a la discusión, que es donde más cómodos nos sentimos los medio hermanos argentinos de ánimos crispados.
Se sugiere en la nota que Boudou, asistido por Blejer, considera necesidad de primer orden la vuelta del Estado argentino al mercado internacional de crédito. No sé si Boudou piensa efectivamente eso.
Mi visión es que no hay que confundir la palabra internacional, con la palabra voluntario.
¿Necesita la Argentina, el estado argentino en particular, volver a tomar crédito en dólares, o en euros (suponiendo que de golpe se vuelva fácil de conseguir para cualquier país)?
La economía argentina no ha dejado de ser una fuente de generación de dólares, vía exportación. Las perspectivas actuales, distintas de las de hace unos meses, suponen aumento de precios de commodities que Argentina exporta, y recuperación de la competitividad semi perdida, a partir de las apreciaciones del dólar y del real. Y encima China y Brasil se recuperan también, y vuelven a importar en los niveles anteriores a la crisis financiera.
Las divisas entran por ahí, no veo por qué necesitaríamos pedirlas prestadas.
Necesitamos, sí, regenerar el círculo virtuoso por el cual esos dólares se colocaban en pesos para invertir internamente. Necesitamos que los argentinos le presten su capital al BCRA y no a la FED. A partir de que se cumpla con esos objetivos, el Estado no se quedará sin financiamiento.
A lo mejor estoy equivocado, a lo mejor los economistas me harán ver alguna cosa que yo no alcanzo a distinguir.
Es posible. Si nos podemos poner de acuerdo con Montenegro, nos podemos poner de acuerdo con cualquiera.
2 comentarios:
epa ! que final!
Final exagerado, como muchas de las críticas de Montenegro.
La verdad, no nos cuesta tanto estar de acuerdo con Montenegro.
Y nos podemos poner de acuerdo con casi todos, en determinadas cosas, pero en todo, no estamos de acuerdo con nadie (ni con nosotros mismos). No es un poco la idea del post que compara a Tenembaum con Victor Hugo?
Gracias por comentar.
Saludos
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