Hasta hoy, ningún cuadro pintado en los últimos mil años hubiese soslayado incluir una figura divina. O al menos, su creación más importante, una figura humana.
Un tal Albrecht Altdorfer, de Regensburg, sale a la campiña con sus pinceles y telas. Y vuelve a casa con esto.
Proporción. Realismo. Puntos de fuga.
También él es parte de la revolución que está empezando.
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2 comentarios:
maravilloso. que potencia que cobra la obra, agregandole el dato de la figura human. Impresionante
saludos, me encantan los post de las galerias.
Nos alegramos, Gonzalo.
Hace un par de fotos nos habían tildado de vagos y haraganes. No podían estar más acertados, pero les faltó un calificativo: además somos porfiados.
Saludo.
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