Un jetonazo. Porque lo impresionante no es la sonrisa, tan festejada. Lo impresionante es lograr realismo usando una mentira.
Difundir, disipar, pasar la esponja después del pincel. Confundir los límites, difuminar. Engañar al que observa.
Y así lograr que los contrastes, los cambios de luz se hagan más reales recorriendo el camino de la fantasía.
Para el que no alcance a capturar el concepto, tenemos otra imagen realizada 17 años antes por otro capo, que da una idea de a qué nos referimos cuando eso a lo que nos referimos no está.
El claroscuro.
Sacate el sombrero.
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1 comentario:
Así no se puede, Contradicto. Yo pongo mujeres desnudas y sanateo con alguna cosita leída por ahí. Y usted sale demostrando que entiende en serio de pintura. No, che, no humille.
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