sábado, 14 de noviembre de 2009

Belleza XV (Pintura)



Prilidiano Pueyrredón (1823-1870) dedicó parte de su actividad como pintor a retratar desnudas a sus sirvientas.

Esta obra, casi obviamente titulada La siesta, representa a dos mujeres dormidas. Las caras, en el caso de una de ellas, apenas está esbozada y en el de la otra queda oculto.

El centro de la pintura está en los cuerpos rotundos.

Pueyredón fue hijo de Juan Martín, quien combatió en las invasiones inglesas y más tarde en la guerra de la Independencia. Fue también el Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata que facilitó a San Martín los medios para preparar el Ejército que cruzaría los Andes.

Prilidiano era muy joven cuando su familia se trasladó a Europa, donde su padre se dedicó a vender cueros argentinos. El joven estudió ingeniería y arquitectura en París, conocimientos que aplicó a su vuelta a la Argentina. Proyectó y dirigió la construcción de plazas, paseos y edificios, uno de los cuales, la quinta de Azcuénaga en Olivos, terminó siendo la actual residencia presidencial.

Prilidiano Pueyrredón, que también pintó un retrato de su padre, paisajes y escenas gauchescas, fue largamente olvidado después de su muerte. No fue hasta la década de 1930 que su obra volvió a ser valorada como uno de los pasos iniciales decisivos de la pintura argentina.

La siesta está en el Museo Nacional de Bellas Artes.




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4 comentarios:

68 y contando (y van 75) dijo...

Como diría Trolus Derechistum:Todo tiene que ver con todo; ¿Vieron que nuestros medios pelos, culos paspados, cogotudos y demás categorías sociológicas se resisten fieramente a decir PresidenTA y se explayan indicando la incorrección del vocablo, pero toda la vida se han referido al personal doméstico femenino como la sirvienTA?
Cosas de la ideología, que le dicen

Ulschmidt dijo...

Miralo a Prilidiano! Uno que lo asocia más con pampas y cielos...

Verboamérica dijo...

Tanto padre e hijo se dedicaron a vender cueros.

Andrés el Viejo dijo...

68 y contando:
Los medios pelos, culos pasapados y cogotudos no tienen la menor idea de que el Diccionario de la Real Academia tiene la voz presidenta como jefa de Estado. Además de todo, son ignorantes.
Ulschmidt:
Prilidiano miraba pampas y cielos, pero también otras realidades más tangibles. De carne somos y, ya lo dice el Evangelio, la carne es débil.
Verboamérica:
El general Pueyrredón, que antes de meterse a militar y político hizo fortuna como exitoso comerciante, se dedicó siempre a la venta de cueros, nuestro mayor rubro de exportación durante mucho tiempo. El niño Prilidiano también lo hizo, pero como ocupación secundaria. Lo suyo fue más bien la ingeniería y la arquitectura. Puede decirse sin temor a exagerar que fue el primer urbanista de estos pagos.
Gracias a todos