
¿Es posible hablar sobre otra cosa que la extensión del derecho de asignación por hijo? Difícil.
Todo el mundo contento, todos festejando.
Pero... siempre hay un resentido, que por lo general arrastra algún trauma infantil, que viene a escupir el asado.
Y acá, para qué negarlo, ese rol lo cumplo yo, la más de las veces.
En estas páginas (no nos vamos a poner a mirar para otro lado justo ahora) veníamos defendiendo las políticas focalizadas de generación de empleo, ante el embate de la ola "universalizadora" que venía arrastrando las discusiones sobre políticas sociales.
Dicho esto, como justiifcación de la medida, nos parece muy válido el argumento de que se extiende a hijos de desempleados y empleados en negro un derecho que sólo asistía a hijos de empleados en blanco (por lo general de mucho mejores ingresos que los antedichos, algunos de los cuales ni siquiera tienen ingreso). Así que, bueno , en este caso y con esos argumentos, nos convencieron.
Le tenemos fe al efecto multiplicador de la medida en barrios de clase media baja. Donde abundan los matrimonios en que él trabaja en negro (qué sé yo, como repositor en el chino) y ella trabaja por horas a domicilio, tienen tres pibes, y por ende van a tener un ingreso extra de $432, que no va a gravitar mucho en la compra de bienes salario (que ya los compraban antes mal que mal con sus ingresos), sino que van a servir para que pinten la casa, cambien el tanque de agua, pongan el gas, le construyan una piecita a los chicos, se compren el lavarropas, o cambien el televisor, por ejemplo.
O el almacenero de barrio en que haya 10 vecinos en la cuadra que empiecen a cobrar por esta vía, que va a aumentar tanto sus ventas que por ahí va a necesitar un pibe que lo ayude. Y así.
No es la gloria, pero va a venir bien todo eso.
El tema del decreto: mejor no meterse mucho a discutir estas pavadas. Pero digamos también (no seamos necios) que Néstor no come vidrio, y que si no se apuraba, la oposición le iba a ganar de mano (en este tema se ponían de acuerdo rapidito). Y por eso salió a las apuradas, en parte.
Lo que sí me parece importante discutir es la financiación. Se especuló mucho con las reformas tributarias que se iba a disponer para generar un flujo virtuoso con el que atender esta necesidad, y resulta que al final se saca un decreto que habla de la ANSeS. O sea, se financia con los mismos recursos que el resto de las obligaciones de ANSeS. Tiene su lado positivo. Estas asignaciones no quedan atadas a la suerte de ningún impuesto en particular. Son igual de prioritarias que el resto de los beneficios sociales cubiertos por ANSeS.
El problema, el gran problema, es la sustentabilidad. El Fondo de Garantía (lo que tenían encanutado las AFJP) es un stock. Genera un flujo que es el del rendimiento de las inversiones, pero que no se puede usar para pagar obligaciones corrientes sin que se termine por licuar el stock.
Por lo tanto, lo conveniente sería que, sin vincular las asignaciones por hijo con la reforma, se empiece a pensar de qué manera adicional se va a financiar a la ANSeS para que cuente con ingresos corrientes que le permitan afrontar todas las obligaciones que tiene que afrontar (como por ejemplo, la actualización de las jubilaciones). Lo cual nos traslada inmediatamente a una discusión sobre una reforma tributaria integral que genere más vías de ingreso progresivas para el Estado.
Digamos al mismo tiempo que: todo ingreso adicional a la ANSeS inmediatamente (o con unos meses de mediación) modifica las jubilaciones, por la ley de movilidad. Habrá que buscar la forma legal de que los nuevos ingresos, pensados para el pago de la asignación por hijo, no se vayan en jubilaciones más altas, sin servir para financiar las asignaciones. Por el otro lado, toda carga adicional si no se contrapesa con nuevos ingresos también modificará el coeficiente de actualización jubilatoria. De modo que, desde esta perspectiva, es un poco cierto que se les "sustrae" a los jubilados (porque van a recibir un aumento un poco menor).
Por todo esto, afirmamos que si durante 2010 el anuncio de ayer no se complementa con medidas que resuelvan algunos de estos "problemistas", podría traer algunos dolores de cabeza para el Gobierno en el futuro.
Por ahora es suficiente. Veremos si conseguimos que algún economista nos dé bola, si planteamos los efectos en los agregados monetarios y en la inflación que podría tener la medida si no se toman precauciones. Pero más adelante.