viernes, 2 de abril de 2010

Abismos



Sucedió que Jesús estaba comiendo en la casa, y muchos de los que cobraban impuestos para Roma y otra gente de mala fama llegaron y se sentaron también a la mesa junto con Jesús y sus discípulos pues eran muchos los que lo seguían.

Algunos maestros de la ley, que eran fariseos, al ver que Jesús comía con todos aquellos, comenzaron a criticar y preguntaron a los discípulos: ¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores? Jesús lo oyó y les dijo: Los que están buenos y sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan el significado de estas palabras: "Lo que quiero es que sean compasivos, y no que ofrezcan sacrificios. Pues yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores para que se vuelvan a Dios."

(...)

Jesús les hizo luego esta comparación: "Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!"




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